Grecia, con Pappas y Printezis como jugadores más destacados, abrió brecha desde el primero cuarto, y a pesar de la reacción islandesa, dominó a placer en su debut en la competición
El encuentro empezó con un ritmo tosco. Los islandeses, imprecisos y erráticos en aro contrario, permitían a Grecia montar rápidos contraataques que se traducían en puntos fáciles y una primera brecha en el marcador. El conjunto heleno se sentía cómodo bailando al ritmo de Printezis, llegando al final del primer cuarto con un cómodo 10-23.
Pero Islandia no se iba a rendir fácilmente. Quedaba mucho partido por delante. La actitud ofensiva fue mucho mejor en el segundo cuarto, con un Palsson excelso guiando a los suyos. La distancia entre ambos equipos llegó a ser tan poca (27-33, min 17) que obligó a Constandinos Missas a detener la acción. Lejos de mejorar, los griegos seguían perdiendo terreno y necesitaban como agua de mayo llegar al descanso (33-37).
Un cambio de chip fue la clave para que Grecia volviera al lugar donde la lógica dictaba a nivel de calidad. Tras la reanudación, los azules desplegaron el juego del primer cuarto para volver a poner tierra de por medio haciendo alarde, además, de una buena defensa (44-56, min 29).
Islandia volvía a estar onnubilada en ataque, y parecía que paulatinamente iba cediendo hasta bajar los brazos. La sensación de superioridad de Grecia era palpable, y el último cuarto estuvo marcado por buenas actuaciones individuales de ambos equipos.
Fuente: fullbasket.es · Foto: FIBA
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