Sueños de principiante, anhelos de three-peat

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El precioso sueño del principiante contra los pioneros del triplete. “¿Por qué no ganar otra Copa y hacer historia?”, dice Hernangómez. “No sabemos si viviremos otra final, queremos ganar”, responde Oliver. Es la gran final

Un sueño, un reto y una final inédita. A Coruña volverá a vivir un partido lleno de emociones, rememorando a Sabonis y aquel Madrid que levantó la Copa en 1993. Hoy, el mismo equipo puede volver a repetir la gesta, pero delante está Aíto con su experiencia y los jugadores insulares con su ilusión.

El precioso sueño del principiante

Puede ser una contradicción, pero llamar novato a Albert Oliver, a pesar de quedar algo extraño, es la pura realidad. A sus 37 años jugará su segunda final, y si mira a su alrededor, hay de todo menos experiencia: “Es la primera para la mayoría de jugadores y la segunda para el club”, explica el de Terrasa.

Es curioso que el más curtido en estas batallas lleve traje. Su nombre es Aíto y jugará su 12ª final, habiéndolo hecho con cuatro equipos diferentes: Unicaja, FC Barcelona Lassa, FIATC Joventut y ahora Herbalife Gran Canaria.

“Tenemos pocas opciones pero no sabemos si viviremos otra final. Hay jugadores que ya tenemos una edad, por ello, queremos competir al máximo nivel y hacer lo posible para ganar”, explica el director de juego, aunque es realista: “Sabemos que el rival es el favorito, muy favorito”.

Otro de los pesos pesados del vestuario insular, Eulis Báez, también dio su opinión sobre el conjunto blanco. “Del Madrid no hay nada que hablar, son una plantilla muy larga, con muchos jugadores con muchísimo talento, y en un torneo como este eso va muy bien, puesto que tienes que jugar varios partidos seguidos y tienen la oportunidad de rotar varios jugadores”.

Paso a paso, escribiendo los libros de historia

El Herbalife Gran Canaria está creciendo. Su proyecto se consolidó en la Liga Endesa hace unos años pero la ambición del club les llevó a apostar por dar un paso más, y tras la final de la Eurocup, llegan al último escalón de la Copa del Rey. Los isleños no se creen que puedan creérselo. Las lágrimas en el Coliseum se mezclaban con las sonrisas, un indicativo de la novedad del asunto.

Sin saber cómo responder, los aficionados amarillos podrán presenciar, con resaca de felicidad, una nueva página en el diario del club. “Sí, la segunda final”, explica el dominicano, “la primera de Eurocup fue un poco amarga porque nos hubiera gustado competir un poquito más, pero sí, es historia del club y nosotros, los que llevamos aquí todos este tiempo, la estamos viviendo”

El interior, que realizó un partido para el recuerdo en semifinales, añade que “es algo histórico y lo hemos disfrutado”. Como un canario más se mete en la piel de los fans y explica que “lo viven a tope”: “Estamos muy contentos por ellos, tienen el derecho a decir que su equipo es el mejor, se lo merecen”.

Otro, pero uno de los que acaba de llegar y ya está perfectamente integrado, también habló de la importancia de llegar a la final. “Es genial para todo el mundo en Las Palmas y para el equipo”, dijo Kevin Pangos.

Los pioneros del triplete

El Real Madrid tiene en su mano ser el primer equipo de la historia, con el formato actual del torneo, en ganar tres Copas del Rey de forma consecutiva, algo que motiva especialmente a Sergio Rodríguez, el héroe del último título y presente en el de 2014. “Es especial cuando ganas que es lo que queremos y sería muy especial ganar por tres años consecutivos”

Andrés Nocioni asiente: “Conseguir volver a ganar la Copa es algo que nos gustaría pero hay que llegar, competir, y jugar lo mejor posible”.

También se muestra ambicioso Willy Hernangómez, que piensa a lo grande: “¿Por qué no ganar otra Copa más? Y poder hacer historia. Esperamos traer la Copa a Madrid, va a ser una final muy divertida”.

Por su parte, Gustavo Ayón se muestra mucho más pragmático, dejando los precedentes a un lado: “Hay que dejar la historia a un ladito y pensar solo en el partido. No meternos en la cabeza historias raras. No hay que pensar en lo que se puede hacer sino en los 40 minutos que tenemos de guerra”.

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