Andorra sigue estando maldita para el Movistar Estudiantes (96-82)

Movistar Estudiantes volvió a hincar la rodilla en la única cancha ACB en la que nunca ha ganado, la de Morabanc Andorra. La mala defensa de la primera mitad (53-39) condicionó el resto del encuentro, y aunque hubo reacción en el último cuarto, una falta técnica sobre Brizuela – de nuevo inmenso, 20 puntos- frenó en seco a los colegiales, que se ponen 3-10 para cerrar 2018. La semana próxima dos partidos, dos nuevas oportunidades: en Murcia y derbi en casa

De negro suplente salieron al Pavelló del Molt Ilustre Govern d´Andorra Cook, Brizuela, Vicedo, Caner-Medley y Jankovic para enfrentarse al Morabanc Andorra de blanco con bandera tricolor. Las primeras ventajas fueron para los locales (10-5 tras tres minutos, hsta de siete llegaron a irse), pero Omar Cook sacó su fusil, tres triples seguidos.

El molt ilustre público andorrano recibió con un sonoro concierto de pito a su ex Whittington, que debutó jugando de cinco junto a un buen Nik que obligó a Ibón Navarro a parar el carro: tiempo muerto con 19-17 a 2:30 para acabar un vistoso primer cuarto donde las defensas no fueron precisamente las protagonistas, especialmente la colegial: 30-21.

Clavell fue el francotirador que necesitaba Movistar Estudiantes para recortar diferencias a base de triples (32-27), pero Morabanc Andorra empezó a hacerse fuerte en la pintura para irse de diez (37-27) mediado el cuarto. Tiempo muerto.

El intercambio de canastas favorecía a los pirenaicos, que respondían puntualmente a cada canasta colegial de un modo que ya quisiéramos que respondieran los Reyes Magos a nuestras cartas: 45-32. Con más orgullo brizuelista que buen juego, Movistar Estudiantes intentó reducir un poco las diferencias al descanso, pero Morabanc Andorra estaba enchufadísimo desde más allá de la línea de tres y no perdonaba bajo el aro: 53-39.

Tras el descanso, en el que la lluvia no fue de triples sino de peluches, en una bonita iniciativa solidaria del conjunto andorrano, el ritmo anotador era otro. Se vieron minutos malos en ataque de ambos equipos, cosa que lógicamente no convenía al que iba perdiendo: 58-45 a 6:30.

No lograba hilar dos acciones positivas seguidas Movistar Estudiantes, y Berrocal apostó para cambiar esa dinámica por meter más músculo, con Cook, Clavell, Gentile, Whittington y Suton juntos. Pero eso tampoco funcionó: 67-49 a dos minutos y medio.

La esperanza para afrontar el último cuarto vivos fueron Hakanson desde fuera y Gentile y Clavell desde los tiros libres, aunque Shurna desde la bocina hizo mucha pupa: 73-57.

Brizuela, con 8 puntos consecutivos, era el clavo ardiendo al que se agarraba el conjunto colegial (77-64 a falta de 8 minutos). Inspiró a Suton y Caner-Medley para romper esa distancia psicológica de los 10 puntos quedando poco menos de 7 minutos: 77-68.

La defensa colegial empezó a funcionar, y al contraataque Hakanson de tres puso la cosa en 7 puntos quedando más de cinco minutos: 78-71.

Pero cuando Movistar Estudiantes empezó a carburar, Morabanc Andorra salió vivo de esta, y tras una discutida falta técnica a Brizuela volvió a tomar el mando: 83-71.

Y hasta ahí. A la desesperada Movistar Estu buscaba un milagro navideño (Suton de tres, Clavell sacando faltas…) , pero tras unos estrictos pasos a Brizuela, Albicy sentenció de tres: 90-78.

Al final, 96-82 que pone a Movistar Estudiantes con balance 3-10 para cerrar 2018. La semana próxima, el año próximo, hay dos partidos que deben ser dos nuevas oportunidades: el jueves en cancha de UCAM Murcia y el domingo de Reyes, derbi en casa contra la sección de baloncesto del Real Madrid CF.

Nota de prensa Movistar Estudiantes • ACB Photo