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Argentina convertido en octavos de final

Roberto Anidos

Se puede sacar la calculadora para ver opciones de dobles y triples empates, pero una victoria ante Argentina mete a España en cuartos de final como segunda de grupo. Eso sí, enfrente tendrá un equipo que se crece en los momentos importantes

Cuatro jugadores promedian más de 15 puntos por partido (Campazzo, Nocioni, Ginobili y Scola), pero no tienen demasiado apoyo desde la segunda unidad, incluido un Carlos Delfino que no llega en su mejor forma a Río. Eso sí, se crecen en los partidos importantes como en ese duelo ante Brasil que les daba la clasificación para cuartos después de dos prórrogas y con momentos en los que tenían el partido perdido.

Por eso afirma el seleccionador Sergio Scariolo que son “los competidores más duros que existen en el mundo del baloncesto. Y es muy duro jugar un partido de esta importancia justo frente a ellos. Hay que saber vivir esta situación con cabeza, corazón, mucha atención y concentración”. Scariolo aporta un detalle importante: “son expertos en defender sin tener un desgaste físico en sus jugadores principales.”

Sergio Llull ve una clave diferente: “defender duro, controlar el rebote y a partir de ahí hacer nuestro juego alegre, que es cuando más disfrutamos.” Eso sí, el escolta internacional sabe “que estamos sin red y que este partido es como un partido de octavos de final”.

Sacando la calculadora, España será 2ª si gana a Argentina. Tercera si pierde, Nigeria gana a Brasil y Lituania a Croacia; y cuartos en caso de derrota, Croacia gana a Lituania y Nigeria a Brasil. Y la posibilidad de quedar eliminados será en caso de derrota y Brasil gana a Nigeria, algo que sabrá antes de empezar el partido.

El último partido entre las dos selecciones fue un amistoso del 2014 saldado con una victoria clara de los españoles. Y para recordar los dos últimos partidos oficiales hay que ir a los Mundiales de 2010 (Argentina nos ganó por el 51 puesto) y a la mítica semifinal de Japón 2006 con la lesión de Pau, el triple de Nocioni,… y el final que todos conocemos.

Nota de prensa FEB