Los italianos llegaban a la cancha de Olympiacos sin conocer la derrota, pero cayeron ante el oficio y el saber hacer de un equipo local que se puso por delante en el primer cuarto y manejó el tempo y el desarrollo del partido a su elección
Entre Spanoulis y Mantzaris demostraron en los primeros minutos, al Milán que hoy iban a sufrir si querían ganar (13-4). Un primer parcial local que fue rápidamente neutralizado gracias al acierto inmaculado de Gentile (13-13). Parecía que el Milán enseñaba los dientes, pero de nuevo se desinfló en un primer cuarto muy bipolar y en pocos minutos se vio nuevamente por debajo (20-13). Una renta, de seis/siete puntos, que Olympiacos mantenía sin demasiado esfuerzo, al final del primer acto (25-19).
El segundo cuarto fue muy similar al primero, con dominio alterno en el juego, Olympiacos, está vez gracias a un destacado Hackett, empezó a disfrutar de sus primeras ventajas en torno a los diez (36-27), pero de nuevo el Milán se las ingeniaba para meterse en partido con velocidad, en oleadas de buen acierto (38-36). Simon, por los visitantes empezaba a carburar, Green en el otro aro, cogía el testigo anotador local. Llegábamos al descanso con (46-41), poca renta, pero con la sensación de que el Olympiacos estaba muy cómodo con el escenario que proponía el partido.
En la reanudación vimos el típico juego del gato y el ratón. El Milán intentando acercarse definitivamente en el marcador y disipar esa sensación de ir siempre a remolque, ante un Olympiacos que siempre se las ingeniaba para siempre ir un par de pasos por delante. Spanoulis lo bordaba, Printezis sumaba, pero el Armani se agarraba al partido gracias al buen hacer en la pintura de Raduljica y al acierto exterior de Simon, el más entonado en ataque por los visitantes ponía el (62-59). El problema para ellos es que no te puedes descuidar ni un minuto, si no lo pagas ante Olympiacos. Bien se dieron cuenta en el minuto y medio final del tercer acto, cuando recibieron un (8-2) de parcial que volvió a dar aire a los locales de cara al último cuarto (70-61).
Nuevos protagonistas se sumaban, Dragic por un lado, Birch por el otro. Aunque lo cierto es que a pesar de todos los intentos italianos por intentar llegar con alguna opción al final, el Olympiacos encendió el diapasón y empezó a jugar como solo ellos saben, control, mirando al reloj de reojo y dejando que el partido se muriera poco a poco. El Milán se desesperaba y eso fue el principio del fin para ellos. La ansiedad le hizo perder defensa y cuando se dieron cuenta sufrieron un último parcial que les puso catorce/quince por debajo a pocos minutos para el final, y el cuento terminó para ellos.
Con este resultado ambos rivales empatan en la clasificación con un balance de (2-1).
En el Olympiacos, Spanoulis y Green, ambos con 16 puntos, Birch (12 puntos) y la dupla Hackett y Lojeski, ambos con 10 puntos. En el Armani Milán, Simon (16 puntos), Raduljica (14 puntos), Dragic (13 puntos) y Gentile (12).
Foto: euroleague.net
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