Bennedict Mathurin: “Quiero que acabe bien: ganando el campeonato”

Después de una noche memorable en la que firmó 27 puntos saliendo desde el banquillo, Bennedict Mathurin fue una de las grandes voces de los Indiana Pacers tras la victoria por 116-107 frente a Oklahoma City Thunder. Su irrupción en el segundo cuarto no solo cambió el ritmo del partido, sino que reavivó el ambiente en el Gainbridge Fieldhouse y marcó la diferencia en el tercer duelo de estas Finales

Mathurin, sin pelos en la lengua y con seguridad en su enfoque, comenzó su comparecencia respondiendo con humor y determinación a una pregunta poco habitual:
“¿Crees que ibas a tener un buen partido hoy?”
“¿Esa es una pregunta trampa? Rezo cada mañana, así que ¿qué intentas decir? Rezo todos los días, sé que voy a tener un gran día”, contestó.

El escolta canadiense no disputó el primer cuarto, pero cuando su momento llegó en el segundo, lo aprovechó con fuerza.
“Simplemente estar preparado. Cuando llaman a tu número, entrar al partido, hacer las cosas bien e intentar ayudar a ganar. Esa es toda la mentalidad”, explicó sobre su actitud cuando le llegó el turno.

Esa segunda unidad fue clave para cambiar la dinámica del encuentro:
“Seguro. Tener a tipos como T.J. y Obi entrando al partido… es cuestión de jugar duro. Un grupo de jugadores que lo dan todo, y eso era lo que necesitaban los fans para volver a ponerse en pie. Todo el mundo estaba animando”, valoró.

Esa energía no fue improvisada. Mathurin admitió que ya lo habían hablado como grupo:
“Es nuestro trabajo. Entrar al partido con esa mentalidad. Ya les dije ayer a los chicos que no tendríamos tantas oportunidades como los titulares. Obviamente tenemos menos minutos. Así que tienes que entrar con la mentalidad adecuada y dejarlo todo para ganar”.

En lo individual, reconoció que su acierto llegó por estar en sintonía consigo mismo:
“Simplemente tirar los tiros que me gustan. Pude estar bastante en el gimnasio este fin de semana preparando este partido”, reveló.

La experiencia del año pasado, en la que se perdió la recta final por lesión, también ha moldeado su evolución:
“Aprendí mucho. Aunque no podía jugar, estar en el banquillo al lado de los entrenadores me ayudó a entender mejor el juego. Fue una situación desafortunada, pero me permitió prepararme para este año”.

El joven escolta también habló sobre los ajustes en el ataque colectivo respecto al Juego 2:
“Creo que fue una cuestión de agresividad. No empezamos bien, pero tras un tiempo muerto empezamos a ejecutar nuestro plan habitual. Cuando jugamos al baloncesto de los Pacers, es lo mejor que podemos ofrecer. Y los fans lo notan”.

También se le preguntó por una anécdota que compartió el entrenador Rick Carlisle: el conteo diario que hacía durante su recuperación de la lesión en el labrum, retirando post-its del calendario.
“Fue una locura. Mucha gente disfruta jugando al baloncesto, pero yo realmente lo amo. Para mí es familia y baloncesto. No poder estar en la cancha era muy duro. Intenté ponerme en posiciones donde pudiera aprender del juego y mejorar todo lo posible”, confesó emocionado.

Y no se olvidó de destacar la labor de Obi Toppin:
“Obi ha sido genial. Es un jugador del que no esperas menos. Es una fuente constante de energía, siempre sonriente, y contagia al resto. Da igual si aporta en defensa o en ataque, siempre suma”.

Sobre la conexión con el público, no tuvo dudas:
“Fueron muy, muy importantes. Creo que Indiana es un estado de baloncesto, y esta es la primera vez que lo he sentido de verdad”, aseguró antes de cerrar con una frase cargada de ambición:
“Por mucho que esto parezca un sueño, no quiero vivir en él. Quiero vivir el presente y asegurarme de que el sueño tenga un buen final: ganar el próximo partido y ganar el campeonato”.

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