Carlisle: “Nos estancamos”

Después del partido, Carlisle compareció con tono sereno, aunque sin disimular la decepción por la ocasión perdida. “Nos estancamos”, reconoció sin rodeos cuando se le preguntó por qué su equipo, con todo a favor, solo pudo anotar un punto en los últimos tres minutos. “Sus segundas oportunidades fueron un gran problema. Cuando no puedes rebotear, es difícil mantener el ritmo y el tempo”, explicó el entrenador, que aún no había revisado la secuencia final al completo pero sí tenía claro que “hay que darles crédito: siguieron atacando, siguieron atacando, y su defensa fue excelente en los últimos minutos”

No fue solo un problema de ejecución ofensiva puntual. El desplome en circulación fue total: Indiana había repartido 20 asistencias en los tres primeros cuartos… y solo una en todo el último cuarto. Carlisle lo atribuyó a una combinación de factores. “Muchas de las mismas cosas que acabo de mencionar. No pudimos capturar rebotes, no conseguimos paradas clave, y luego nos volvimos demasiado estáticos. El balón no se movía con rapidez. No estábamos generando ventajas y muchas veces nos quedábamos sin tiempo en la posesión. Las cosas se pusieron muy difíciles”, lamentó. “Pero hay que darle crédito a Oklahoma. Nos lo pusieron muy complicado”.

Gilgeous-Alexander, el MVP de la temporada, había estado bien contenido durante la primera mitad, pero acabó el último cuarto con 15 puntos. Carlisle fue preguntado directamente si SGA había descifrado algo. “Bueno, consiguió algunos tiros libres. Creo que no había ido a la línea en toda la primera mitad. Las faltas fueron un problema”, respondió. Y añadió, con la claridad que lo caracteriza: “Escucha, es un gran jugador; ese es otro asunto. Es el MVP. Tuvimos un par de buenas defensas sobre él. Una vez intentó dividir un 2 contra 1 y conseguimos recuperar el balón, aunque no recuerdo si lo convertimos en puntos o no”.

El técnico también lamentó no haber sacado más renta en los últimos minutos del tercer cuarto. “Tuvimos algunas oportunidades muy buenas que sí concretamos, y otras al final del tercero que no, y eso podría haber complicado más las cosas para ellos entrando en el último cuarto. Pero, oye, estás siete arriba en casa. Tienes que aguantar y encontrar la manera, y esta noche no pudimos hacerlo”.

A pesar de todo, Carlisle trató de enviar un mensaje de fortaleza. “Desde el comienzo de la serie hablamos de que esto es una batalla de 18 días. Es el mayor esfuerzo, el mayor compromiso, o como quieras llamarlo. Es largo. Es arduo. Pero es la mejor oportunidad que existe. Es realmente difícil, y se supone que tiene que serlo. Se supone que tiene que ser difícil”, repitió con convicción. “Este es el momento en el que tenemos que reagruparnos, hacer piña y volver más fuertes el lunes. Esta derrota duele mucho, pero quedan tres partidos por delante”.

Una de las constantes en esta serie ha sido la aparición de distintos actores secundarios en el ataque de Indiana. Si en el Juego 3 fue Bennedict Mathurin, esta vez le tocó a Obi Toppin dar un paso adelante con 17 puntos. Carlisle lo celebró como un reflejo del estilo colectivo de su equipo. “Estamos construidos de una manera probablemente distinta a cualquier otro equipo de la NBA, en términos de cómo dependemos los unos de los otros. Puedes ver las estadísticas, y que ciertos jugadores tengan grandes noches es importante, pero lo que funciona para nosotros es el equilibrio. Muchos jugadores involucrados, mucho movimiento de balón. Un espíritu que es evidente, positivo, sin importar si las cosas van bien o mal”, explicó. “Obi hizo cosas fantásticas esta noche. Ben estuvo excelente en el último partido. Y en el siguiente, vamos a necesitar que otros también den un paso al frente”.

Los números no ayudan a digerir la derrota. Oklahoma solo metió tres triples en todo el partido, pero vivió de su dominio en el rebote (43-33) y de su contundencia desde el tiro libre: 34/38 frente a 25/33 de los Pacers. Carlisle no rehuyó la comparación. “Ellos fallaron cuatro. Nosotros fallamos ocho. Esa diferencia de cuatro puntos fue significativa”, expuso. Y concluyó subrayando que la serie se va a decidir en lo esencial: “Esta serie se va a decidir por lo básico, y nuestra incapacidad para rebotear eficazmente cuando lo necesitábamos fue lo más importante. 43 a 33 en rebotes, y un montón de puntos en segundas oportunidades… eso lo hizo difícil, e imposible al final”.

Sin dramatismo, pero con claridad, Carlisle cerró su intervención dejando claro que no hará falta encender ninguna alarma. “Tenemos que recuperarnos. No necesito motivar a estos chicos. Creo que saben bien dónde están. Pero un desafío como este va a tener momentos de euforia y momentos muy duros. Este es uno bajo, y tenemos que levantarnos de él”.

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