El técnico Rick Carlisle valoró el esfuerzo colectivo de su equipo, destacando aspectos claves como el control del balón, la energía defensiva y el impacto emocional de tener a Tyrese Haliburton en cancha pese a su lesión
“Jugamos mejor. Estuvimos donde debíamos estar la mayor parte del tiempo. Bastante más que en el Juego 5”, explicó Carlisle cuando se le preguntó por la notable reducción de pérdidas. “Estuvimos más fuertes con el balón. Y aunque cometimos algunos errores, supimos reaccionar bien. Eso es lo que hay que hacer en esta época del año”.
Haliburton, a pesar de su distensión en la pierna, jugó 32 minutos y fue un punto de equilibrio. “Es muy importante para nosotros. Creo que lo más destacado fue que no hubo drama. El drama lo generó la prensa, porque se habló mucho del tema. Pero no vino de él. Fue directo, no quería atención. Estaba haciendo todo lo posible por poder jugar”, dijo Carlisle. “Afortunadamente, pudimos controlar sus minutos porque tuvimos una gran primera mitad y un buen arranque del tercer cuarto”.
El entrenador, campeón en 2011 con Dallas, recalcó el privilegio que supone jugar un partido como el que les espera el domingo. “Un partido. De eso se trata todo. Es el tipo de oportunidad con la que sueñas cuando creces. Es un lugar difícil para jugar, lo sabemos. Pero tener la chance de disputar un partido así es un gran honor y un gran privilegio”.
Indiana comenzó el encuentro fallando sus primeros ocho lanzamientos, pero no perdió la compostura. Para Carlisle, el punto de inflexión fue el carácter de sus jugadores y el impulso desde el banquillo. “Nuestro público fue espectacular esta noche. Es el Gainbridge más ruidoso que he escuchado. Más que cuando era Conseco. Nunca fue Bankers Life cuando estuve aquí”, bromeó. “Estamos jugando contra el mejor equipo del planeta. Lo han demostrado todo el año. Tenemos que jugar a un nivel altísimo para tener opciones, y esta noche lo hicimos mejor”.
En ese tramo inicial, T.J. McConnell volvió a aparecer con su intensidad habitual. Carlisle no escatimó elogios: “T.J. es una gran parte de lo que hacemos. Pero todos estuvieron conectados. Así es como debe ser. En rebotes mejoramos, también en pérdidas. Todo eso va a ser más duro el domingo”.
Desde lo defensivo, Indiana logró frenar al Thunder cuando parecía que podía escaparse. “Se trataba simplemente de dificultarles todo. Y sí, los eventos que llevan a un partido final importan, pero en este punto hablar del pasado no significa nada. Es un solo partido. El definitivo”.
Al entrenador se le planteó si, con tanta experiencia acumulada, la gente valora realmente lo difícil que es ganar un campeonato. Carlisle citó a una leyenda para explicarlo: “Creo que todos los entrenadores de la NBA lo tienen muy claro. Chuck Daly dijo una vez: si la gente supiera lo difícil que es ganar un solo partido en temporada regular, uno solo, se quedarían sorprendidos. Te enfrentas a grandes entrenadores, jugadores de altísimo nivel, tipos que van al límite y están ultra preparados…”.
Y agregó: “En esta época del año, no todos han llegado lejos en playoffs o a las Finales, pero te aseguro que todos tienen una muy buena idea de lo que se necesita, y de lo difícil que es llegar y competir a este nivel. Yo creo en eso”.
Los Pacers han vivido toda la postemporada bordeando el abismo, y volvieron a sobrevivir. Se le preguntó a Carlisle si esa resiliencia tenía relación con la trayectoria de sus jugadores, muchos de los cuales han pasado por varios equipos antes de llegar a Indiana. El técnico no quiso detenerse en eso. “Sinceramente, no estoy para ponerme a recordar. Todo eso ya pasó. Algunas cosas grandiosas nos ocurrieron, y nuestro equipo también hizo que pasaran. Lo mismo con Oklahoma City, que también ha hecho un gran trabajo para llegar al partido definitivo. Eso es lo único que importa”.
“Este es un grupo maravilloso de jugadores. En cuanto a carácter, he tenido equipos con gran integridad, pero ninguno mejor que este. Tal vez iguales, pero no mejores. Estos chicos son fabulosos, y se esfuerzan de verdad los unos por los otros”.
El equipo regresará a Oklahoma el viernes a las tres de la madrugada. “Tendremos una cena juntos mañana por la noche. Otra sesión con ustedes, creo que el sábado. Y el domingo estaremos ahí aún más temprano porque el partido es a las 7:00 hora local. Así que eso es lo que hay”.
Por último, Carlisle destacó el papel de Andrew Nembhard, quien firmó su partido más completo en la serie. “Teníamos que jugar mejor, y lo hicimos. Así de simple. Creo que nuestro público influyó mucho en lo que pasó. Cuando un pabellón suena así, se vuelve complicado para el rival. Estamos agradecidos con ellos”.
Antes de marcharse, reflexionó sobre cómo mantener al equipo equilibrado emocionalmente en estas circunstancias: “Es una pregunta profunda. Creo que todos los entrenadores de la NBA hablamos mucho del proceso y de lo que se necesita para que cada jugador encaje dentro del sistema. Estoy seguro de que Mark (Daigneault) lo hace con su equipo. Todos lo predicamos”.
“En este momento del año, hay que ser capaz de bloquear muchas cosas y evitar distracciones. En los próximos días haremos lo necesario para prepararnos ante ese ambiente y ese equipo. Será un desafío monumental”.
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