El conjunto aragonés viaja a Lituania para enfrentarse al Neptunas Klaipeda en la cuarta jornada de la Basketball Champions League (miércoles, 20.30 horas). Pese a estar mermados por las bajas, los rojillos intentarán sumar su tercera victoria consecutiva para romper el empate que mantiene junto al cuadro báltico y encaramarse a la parte alta del igualado Grupo D
Después de sacar adelante su estreno como local en la competición europea superando a un correoso Falco Szombathely (70-69), Casademont Zaragoza quiere extender su buen momento y cosechar una nueva victoria en la Basketball Champions League. Para ello, los de Porfirio Fisac quieren mejorar las prestaciones de su estreno como local y deberán hacerlo sobreponiéndose al largo viaje hasta tierras lituanas, con las ausencias de Fran Vázquez, recuperándose del gemelo, y de Rodrigo San Miguel, quien se resintió el pasado sábado de las molestias que le impidieron acabar el encuentro frente al Besiktas Sompo Sigorta en Estambul (73-74). Por ello, el júnior Aitor Etxeguren volverá a formar parte de la expedición rojilla, tras su debut con el primer equipo la semana pasada.
Por su parte, el Neptunas Klaipeda llega al choque con el mismo balance que los maños, tras vencer en su estreno al Happy Casa Brindisi (81-71), caer frente al líder JDA Dijon (75-89) y reponerse la semana pasada con una contundente victoria en Salónica frente al PAOK (72-94). Una dinámica que les coloca como uno de los ataques más productivos de la competición (83.3 puntos), así como uno de los mejores conjuntos en el apartado del rebote (39.3). En sus filas, el técnico Tomas Rinkevicius cuenta también con una mezcla de jóvenes y veteranos entre los que destacan el ex de San Pablo Brugos Deividas Gailius (18 puntos, 3.7 rebotes), los internacionales Gytus Masiulis (13.3 puntos, 4.7 rebotes), Simas Galdikas (9 puntos, 7.7 rebotes) y Zygimantas Janavicius (8.7 puntos, 5.3 asistencias) o el cedido por Baskonia Tadas Sedekerskis.
Por eso, el entrenador ayudante de Casademont Zaragoza, Sergio Lamúa, destaca los peligros del conjunto lituano: “Es un equipo muy complicado y nos enfrentamos a un partido difícil”, avisa el técnico zaragozano. “Tienen una buena línea exterior con grandes tiradores como Gailius y Delininkaitis, un director como Janavicius, gente dura como Galdikas y un pívot pequeño pero muy móvil como Williamson”. Una circunstancia, la del tamaño, que contrasta con la de los aragoneses y puede marcar el encuentro de mañana: “El trabajo de rebote con gente tan móvil es muy complicado”, argumenta sobre la que puede ser una de las claves junto al control del choque. “Tenemos que seguir explotando nuestras armas y, sobre todo, tener el ritmo del partido”, sentencia el asistente rojillo.
nota de prensa Casademont Zaragoza
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