Chet Holmgren: “No puedes jugar como si fueras ganando”

Tras una actuación más discreta en el Game 1, el pívot corrigió errores, dominó el aro y elevó su nivel, tanto en impacto tangible como en presencia invisible. Terminó el partido satisfecho, pero lejos de euforias, consciente de que cada encuentro es una batalla nueva. En la sala de prensa, repasó las claves con claridad y honestidad

“No es algo súper táctico. No puedes jugar como si fueras ganando, tratando de agotar el reloj, porque ellos pueden anotar muy rápido. Hay que seguir jugando como si el partido estuviera empatado, ganar cada posesión una a una. No puedes dejarte atrapar por el marcador.”

Una de las diferencias más visibles respecto al primer partido fue la eficacia en la pintura y las decisiones en el área restringida:

“Estuvimos más agresivos y jugamos más sobre dos pies. En el primer partido lanzábamos desde posiciones incómodas. Esta vez tomamos mejores decisiones en esa zona intermedia: buscar el pase bajo canasta, abrir para el triple… Supimos frenarnos y elegir mejor.”

La defensa también dio un salto. Los Thunder supieron incomodar la ofensiva conceptual de Indiana, empezando por contener a Tyrese Haliburton. Holmgren explicó cómo lo lograron:

“Tenemos que ceñirnos a nuestros principios, confiar en ellos. Lo hemos trabajado todo el año. Es un pabellón muy ruidoso, y eso exige comunicar mucho más. Cuando alguien defiende el balón, necesita saber qué pasa detrás. Hay que hablar, confiar en que todos están en su sitio y ejecutar, una y otra vez. El partido es largo, ellos lanzan muchas variantes, pero la comunicación y la ejecución lo sacan adelante.”

Uno de los momentos más espectaculares de la noche fue el alley-oop que culminó entre pívots, con Hart lanzando y Holmgren finalizando:

“Siempre me encanta jugar con Hart, sobre todo cuando me lanza lobs. Fue una buena jugada, y hay que buscarla siempre que tengamos esa opción. Pero, al final, solo fueron dos puntos. Intento no dejarme llevar por la emoción.”

También se refirió a su manera de encarar un mal partido como el primero:

“Un poco de las dos cosas. No puedes dejar que la emoción te impida procesar qué pasó, pero tampoco puedes no preocuparte. Hay que encontrar el equilibrio: no sobrerreaccionar, pero tener ganas de mejorar siempre.”

Algunas acciones tácticas también cambiaron, como los bloqueos más altos cerca del medio campo:

“No fue algo planeado tácticamente. Simplemente fue donde se dieron los bloqueos. Nada más.”

El nombre de Alex Caruso salió en una pregunta sobre su intensidad:

“No faltes al respeto a nuestro G.O.A.T. así, hombre [sonríe]. Sabes que va a darlo todo siempre, tenga 22 o 30 años. Nosotros nos alimentamos de su energía. Además, procesa muy bien el juego y lo comunica al resto. Eso es vital para nosotros. Ojalá no lo pierda con los años [sonríe].”

El técnico Mark Daigneault alabó públicamente la evolución de Holmgren entre el primer y segundo partido. ¿Qué papel juega la confianza del entrenador?

“Es clave. Cuando alguien confía en ti, puedes jugar más confiado y confiar también en el proceso. Pero también él debe confiar en que yo voy a hacer todo lo posible para mejorar tras un mal partido o mala acción. Si ambas partes tienen claro el proceso, se puede construir algo fuerte y seguir creciendo juntos.”

Para cerrar, se le preguntó por lo simbólico del triunfo: la primera victoria de los Thunder en unas Finales desde 2012. Chet, entonces con 10 años, tiró de anécdota:

“Estaba apretujado en la parte trasera de un coche durante viajes de 12 horas para torneos AAU, jugando Jetpack Joyride en el iPad. Es bonito pensar en eso. Pero ahora estamos aquí, dentro del momento. Ganamos un partido, pero no es el objetivo final. Hay que seguir mejorando a medida que avanza la serie.”

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