Asistir a una retrasmisión deportiva ocupa un importante tiempo de nuestro ocio. Cualquier evento deportivo suele verse en alguna plataforma de televisión y esto invita a juntarse con amigos e incluso desafiar tu conocimiento deportivo. Es decir, hacer pronósticos deportivos y ahora, todo lo que debes saber sobre cómo apostar, te lo contamos, en este caso en el baloncesto
No todos los deportes se basan en las mismas claves a la hora de acertar con éxito algún tipo de pronóstico deportivo. El baloncesto no se rige por las mismas normas que el fútbol. O que el tenis. O el ciclismo. Y menos aún si lo comparamos con las carreras de caballos. Una evidencia está en la imposibilidad de pronosticar un empate. No existe en baloncesto.
En este deporte sólo existen dos combinaciones. Ganar o perder. A esto debemos sumar esa variable de los puntos; una cifra, claramente, complicada de acertar. Y esto desemboca en que aquellas personas que tengan cierta soltura con los números estarán en disposición de disfrutar de una mayor ventaja. El saber manejarse con estadísticas, con porcentajes y con números facilita un mayor músculo de acierto. El baloncesto es un deporte de números.
Números y números
Y qué mejor que comprobarlo cuando se avecina un campeonato del mundo de baloncesto y una nueva temporada de Liga ACB y Euroliga, así como el comienzo de la NBA cuando estemos en otoño. Muchas competiciones de un mismo deporte, pero muchas variantes. Es decir, cada torneo tiene sus estadísticas y su estudio de números. Y su forma de juego, que también influye. No es lo mismo la NBA que Europa. Más ataque contra más defensa.
Una correcta gestión de las estadísticas (mucho más férrea que, por ejemplo, en el fútbol) contribuye a firmar un posible mejor pronóstico; porque más allá de ganador o perdedor, las plataformas de apuestas deportivas ofrecen la opción de pronosticar puntos (cuidado que algunas veces se computan los puntos de las prórrogas y otras veces, no); lanzamientos a canasta y porcentaje de aciertos; pérdidas de balón y recuperación; tapones y rebotes, entre otras muchas opciones. Y todo ello de forma global o durante alguno de los cuartos.
Factores incontrolables
Más allá de la importancia de gestionar correctamente las estadísticas, cualquier aficionado deberá estar lo más informado posible acerca de la evolución de los equipos (como en cualquier otro deporte), de posibles altas y bajas que se cierran en las horas previas al encuentro e incluso de modificar cualquier pronóstico durante el desarrollo del evento.
No diremos que la gestión de las estadísticas asegura el éxito o lo dificultad, pero más allá de este factor, el baloncesto también complica cualquier estudio con elementos intangibles. El descanso o el jugar muchos encuentros seguidos o hacerlo fuera o en casa. Estas variables se acentúan en el baloncesto, circunstancia que no sucede en otros deportes donde no suele jugarse cada dos o tres días. Lo que viene a conocerse como el Back to Back en términos del baloncesto de los Estados Unidos, la NBA.
Aparte de conocer estas premisas, el baloncesto cuenta con otra adversidad que no suele darse en otros deportes. Y sucede mucho en la NBA, donde el marcador parece sentenciado y rápidamente se voltea en favor del equipo que va perdiendo. O esos torneos de Copa del Rey (en España, por ejemplo) donde las sorpresas están a la orden del día, y donde el equipo con menos presupuesto puede ser capaz de ganar al grande. Nuevamente, los números tienen su importancia.
Las apuestas más populares
Después de disponer de una plena información sobre los equipos; su estado de forma físico y mental; y momento en el que están todos sus jugadores, especialmente aquellos que son denominados jugadores franquicia, todo aficionado se decanta por alguna de estos pronósticos. Son los más populares.
Vencedor del encuentro: se trata del pronóstico más recurrente. Decidimos que debemos inclinarnos hacia un determinado bloque. Los expertos recomiendan guardarse las espaldas haciendo dos pronósticos cuando el marcador está ajustado. Obviamente, aumenta el porcentaje de victoria, pero disminuye la cuota de éxito. Si apostamos con antelación a ese partido, ese importe a embolsarnos será mayor.
El hándicap: este tipo de apuesta suele usarse en encuentros donde hay un claro favorito. Y más allá de las estadísticas. Por presupuesto, por estado de forma, etcétera. Todas las variables apuntan hacia una única dirección. En este caso, hay que tener en cuenta lo siguiente. Las casas de apuestas cifran un hándicap. Es decir, que el equipo favorito debe ganar por un determinado número de puntos de diferencia.
Y una última apuesta está en la denominada línea de puntos. Es decir, a conocer la anotación de los equipos, pero donde sólo se establecen las cuotas en función de los puntos registrados durante esa temporada, obviando el dato histórico. Es decir, ese estudio disminuye y más aún cuando hablamos de la NBA, una competición basada en la anotación y anotación en detrimento de las defensas.


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