Cuarto de libra de McDonald’s, por Tim Shea 

En el otoño de 1987, octubre marcó el comienzo de un nuevo capítulo en mi trayectoria profesional. También fue el año en que me embarqué en mis aventuras culinarias, mezclando ingredientes para mis ahora magistrales alitas de pollo caseras, tal como lo hago hoy mientras escribo esto

También estaba inmerso en el mundo del baloncesto, enseñando el Ataque de Transición de los campeones Detroit Pistons, liderados por el legendario Chuck Daly. Esta estrategia fue ejecutada a la perfección por el futuro miembro del Salón de la Fama Isiah Thomas, el escolta Joe Dumars y el infame Bill Laimbeer, conocido por sus bloqueos “corteses”. 

Mientras tanto, mi equipo, el Breogán Lugo en Galicia, había incorporado y prosperaba bajo el mismo sistema ofensivo, orquestado por el base Manuel Bosch, el escolta Manuel Sánchez y el formidable Rudy Woods haciendo bloqueos. 

En aquel entonces, este innovador enfoque ofensivo era prácticamente desconocido por ser inidentificable, a pesar de ser mostrado a millones de espectadores en España y Estados Unidos. Si no se conocían las claves de este sistema, era fácil pasar por alto su brillantez. Tuve la suerte de que apareciera de forma destacada en una publicación del reconocido Franco Pinotti, propietario y editor de la revista Nuevo Basket. 

Para ofrecer más contexto, la NBA, durante aquellos años, brilló con fuerza en el horizonte del baloncesto español, mientras que el país aún se recuperaba de las sombras del régimen franquista, que había dejado una persistente filosofía nacionalista, mientras que Estados Unidos distaba mucho de ser un aliado cercano. 

*La recuperación de España tras la dictadura de Francisco Franco (1939-1975) ha sido un proceso multifacético y desigual, que aún hoy genera debate. El impacto del régimen —político, social, económico y cultural— ha tardado décadas en afrontarse, y en muchos sentidos, la recuperación continúa. Los efectos persistentes de esta época, en particular en lo que respecta a la memoria, la justicia y la autonomía regional, están intrincadamente entretejidos en la identidad nacional y el panorama político de España, convirtiendo la recuperación en una tarea a largo plazo e incompleta. 

En 1987, los departamentos deportivos de la televisión española, inundados de retransmisiones de fútbol, comenzaban a reconocer la naturaleza cautivadora y dinámica del baloncesto de la NBA. Pasarían varios años antes de que el icónico dúo de Canal+, Andrés Montes (DEP) y Antoni Daimiel, revolucionara la cobertura nocturna de la NBA. Los Detroit Pistons y el entrenador Daly introdujeron un estilo de juego moderno sin precedentes en España, tan innovador que requeriría una explicación detallada similar a enseñar álgebra a un niño. Incluso me atrevería a afirmar que ningún entrenador de la ACB o la FEB-LEB podría diagramar con eficacia este estilo, especialmente en la monótona era actual del Pick and Roll. 

Pero me estoy desviando del tema.  

El 23 de octubre, los presentadores de un programa de baloncesto de TV Galicia en Santiago de Compostela (TVG) me invitaron a narrar y ofrecer interesantes comentarios para un emocionante evento promocional de la NBA que se retransmitiría en directo desde Estados Unidos, denominado Torneo Abierto McDonald’s, que comenzaría el día 25. 

Esta primera edición se jugaría en el estadio de los Bucks, conocido como “La Meca”, e incluiría: 

El equipo campeón italiano Tracer Milan, liderado por Mike D’Antoni y Bob McAdoo; 

La selección nacional de la URSS con un futuro jugador pionero de la NBA, Šarūnas Marčiulionis; 

El equipo de los Milwaukee Bucks, compuesto por Terry Cummings, Paul Pressey y Jack Sikma. 

En 1988, fueron los Boston Celtics, el Real Madrid, la selección yugoslava de fútbol y el Scavolini Pesaro. 

En 1989, los Denver Nuggets, la Jugoplastika, el Philips Milano y el FC Barcelona. 

En 1990, los New York Knicks, el Pop 84-Yugoslavia, el FC Barcelona y el Scavolini Pesaro. 

En 1991, los Los Angeles Lakers, el Montigalà Joventut, el Limoges y el Slobodna Dalmacija. 

En 1993, los Phoenix Suns, el Bucker Bologna, el Real Madrid Limoges All-Star Franca (Argentina) y el Bayer 04 Leverkusen. 

Y luego, en 1995, 1997 y 1999, de nuevo con otros clubes. 

Es evidente que la NBA, a través de estos torneos internacionales, ha sentado las bases de lo que ahora estamos aprendiendo: una visión a largo plazo que se ha estado gestando durante décadas. La liga ha estado elaborando estrategias, realizando marketing y negociando para finalmente lanzar una división europea en 2026. Ciudades como Madrid, Barcelona, Milán, Bolonia y Berlín son candidatas principales para nuevas ubicaciones de franquicia, y mientras escribo esto, es posible que se estén llevando a cabo negociaciones en otros mercados potenciales. 

El capitalismo, como alguien dijo alguna vez, prospera gracias al crecimiento; sin él, corre el riesgo de autodestruirse, como una serpiente que se muerde la cola. La expansión es esencial para evitar un destino tan prematuro. 

Sin embargo, hay una salvedad importante: muchos dudan de que esta iniciativa de la NBA se materialice, ya que persisten numerosos desafíos estructurales, económicos y logísticos. 

Los ambiciosos planes de la NBA se revelarán en 2026. 

El tiempo lo dirá. 

Total
0
Shares
Deja una respuesta
Artículo Anterior

McDonald’s Quarter Pounder, by Tim Shea 

Siguiente Artículo

El Covirán Granada cumple con su parte y mantiene viva la esperanza, 91-82

Artículos Relacionados
Artículos Relacionados