Los jugadores del Unicaja explican el porqué de sus números para la nueva temporada, unas elecciones basadas en supersticiones, tradiciones y cuestiones personales. ¡Conócelas!
La plantilla del Unicaja 2018-19 ya tiene seleccionados los dorsales para la temporada. Historias curiosas en los fichajes llegados esta temporada y continuidad en el resto de jugadores. 12 dorsales para llenar de ilusión el Martín Carpena.
Repasa uno a uno el porqué de cada número en la plantilla que dirige Luis Casimiro:
#2. Viny Okouo. El joven pívot canterano luce un año más el dorsal con el que debutó en el primer equipo, un número escogido para homenajear “a mis dos hermanos”, tal y como afirmó el propio jugador.
#3. Jaime Fernández. Una de las nuevas caras de este Unicaja decidió apostar por este dorsal tras una vida entera luciendo el #7. “Cuando llegué a Andorra el año pasado estaba cogido, así que opté por el 3, que me gusta y me ha ido bien. Se lo he quitado a Chicui”, comentó entre risas.
#9. Alberto Díaz. Una temporada más, la elección del #9 por parte del malagueño sigue siendo un misterio. “Se basa en motivos personales”, se justificó.
#10. Sasu Salin. El escolta finlandés, que afronta su segunda temporada en Málaga, desveló que era el dorsal que lucía cuando jugaba al fútbol de niño. “Además, Jari Litmanen -famoso exfutbolista del país nórdico- también lo llevaba”.
#11. Dani Díez. En su cuarto curso en el Club, el madrileño mantiene el número con el que debutó profesionalmente en el Real Madrid “por un histórico, Alberto Herreros, y siempre que he podido he elegido ese dorsal”.
#12. Dragan Milosavljevic. En el caso del alero serbio, repite con el 12 “ya que era el único que estaba disponible cuando llegué de los tres con los que he jugado siempre, que son el 11 -propiedad de Dani Díez-, el 21 -de Waczynski- y éste, que es el mío”.
#17. Giorgi Shermadini. El gigante georgiano repite un número que escogió por una razón muy sencilla: “Me gusta, no tiene ninguna historia ni superstición detrás, aunque también me agrada el 19”.
#21. Adam Waczynski. El tirador polaco, que cumple su tercer año en Unicaja, mantiene una especial relación con este número. “Siempre que puedo lo cojo porque me ha dado suerte en mi carrera que a nivel profesional comenzó precisamente a esa edad. Además, a nivel personal también es un número que ha sido relevante, un número que me da suerte a mí y a mi familia”, recordó.
#22. Brian Roberts. El último jugador en incorporarse a la plantilla indicó durante su presentación que éste es el dorsal que le ha acompañado toda su vida, “desde que comencé a jugar a los 10 u 11 años lo uso, pero no hay otro motivo concreto”.
#26. Mathias Lessort. “Es el número de la ciudad de la que soy”. Con estas palabras el interior francés, otra de las nuevas caras del Club, homenajea a Fort-de-France, de su Martinica natal.
#33. Kyle Wiltjer. La influencia de Larry Bird es la principal razón para la adopción de este número por parte del ala-pívot canadiense en su primera temporada en Málaga, pero no la única. “Me gusta cómo jugaba Bird, y también tirar de tres y meter 33 puntos, así que, ¿por qué no?”.
#43. Carlos Suárez. El capitán lucirá en su sexta temporada el 43, un dorsal que cambió hace dos cursos tras llevar el #12 con anterioridad y con el que quiso “dar un cambio” para que le diera “más suerte”.
Éstas son, por tanto, las historias de los 12 dorsales del nuevo Unicaja, unos números con los que los jugadores confían en realizar una buena temporada.
Nota de prensa Unicaja Málaga
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