Daigneault, tras la paliza en Indianápolis: “Fue un partido decepcionante. Tenemos que mirarnos al espejo”

La imagen de Oklahoma City Thunder en el sexto partido de las Finales no pudo estar más lejos de la solidez que había mostrado en gran parte de los playoffs. Derrotados por 108-91 ante Indiana Pacers, los de Mark Daigneault no solo perdieron la oportunidad de consagrarse campeones en la carretera, sino que dejaron escapar uno de sus peores partidos de toda la temporada

“Primero que nada, crédito a Indiana. Se ganaron la victoria. Nos superaron en la mayoría de los 48 minutos y ese es el resumen del partido: salieron a competir desde el inicio”, comenzó el entrenador de los Thunder en una rueda de prensa donde la autocrítica fue una constante. Daigneault no quiso cargar las culpas en ningún jugador en particular, a pesar de la discreta actuación de su estrella. “Desde nuestra perspectiva, fue una actuación poco habitual. Decepcionante. Y colectiva. No fue cosa de un solo jugador. No estuvimos donde debíamos estar en ninguno de los dos lados de la cancha durante gran parte del encuentro”.

Shai Gilgeous-Alexander acumuló varias pérdidas de balón y el equipo tan solo había anotado 60 puntos al término del tercer cuarto, la cifra más baja en toda la campaña. El técnico no eludió responsabilidad alguna. “Sin duda fue un partido muy pobre por nuestra parte. Pero hay dos equipos en la cancha, y quiero volver a destacar a Indiana: por cómo defendieron, por su nivel competitivo y por su juego completo. Tuvieron mucho que ver con lo que pasó”.

A pesar de que Oklahoma tuvo un mejor porcentaje de tiro en la primera parte, se fue al descanso perdiendo por 22 puntos. “Sí, creo que las pérdidas de balón en la primera mitad fueron clave. No es habitual en nosotros regalar tanto el balón, y eso derivó en muchos puntos en transición para ellos. Creo que ahí encontraron su impulso”, explicó. “Fue sobre todo un problema ofensivo. Estuvimos muy estáticos. Parte de eso, insisto, fue mérito de Indiana. Hicieron un gran trabajo”.

Daigneault también se refirió al desafío mental que implica cerrar unas Finales de la NBA, especialmente para un equipo joven que nunca había estado tan cerca de un título. “Esta noche fue duro. Indiana estuvo excelente, y nosotros no. Pero tenemos la misma oportunidad que ellos el domingo. Cuando salte el balón, el marcador estará 0-0”, reflexionó. Y añadió: “Jugar un séptimo partido es un privilegio. Estar en unas Finales también lo es. Por más decepcionante que haya sido este partido, estamos agradecidos por esta oportunidad”.

En varios tramos del segundo cuarto, Indiana fue abriendo la brecha sin que los Thunder pudieran detener la sangría. Se le preguntó al técnico por su decisión de no pedir tiempos muertos durante algunas de esas rachas. “El uso de los tiempos muertos es un arte. Usé cinco antes de que quedaran siete minutos del tercer cuarto. No tenemos infinitos. Como equipo, tenemos que ser capaces de superar momentos difíciles por nosotros mismos”, explicó. “Intenté cortar el ritmo cuando fue posible. Pero en líneas generales, esta noche no estuvimos al nivel”.

Otro punto crítico fue el lanzamiento exterior: Oklahoma cerró la primera parte con 1 de 11 en triples, sin anotar ni uno solo desde las esquinas. “Sí, es un problema que se ha repetido en algunos partidos. El cuarto, por ejemplo: tiramos solo 17 triples. En el quinto encontramos mejores opciones. Pero hoy Indiana nos volvió a dificultar muchísimo. Tanto el bajo volumen como la poca efectividad fueron consecuencia directa de su defensa y de nuestra falta de ritmo. No conseguimos generar ventajas como en otros encuentros”.

La segunda mitad tampoco trajo el despertar que Oklahoma necesitaba. “Aunque la primera mitad fue decepcionante, al descanso todavía estábamos en partido. Si salíamos golpeando primero, podíamos cambiar la dinámica. Encadenamos varias buenas defensas —creo que al primer tiempo muerto el marcador era 2-0— así que el problema no fue atrás”, analizó. “Fue el ataque el que estuvo fuera de ritmo todo el encuentro. Un paso por detrás constantemente”.

De cara al decisivo Juego 7 del domingo, que se jugará en el Paycom Center de Oklahoma City, Daigneault cerró su comparecencia con una declaración de principios: “Obviamente nos vamos dolidos hoy. Pero vamos a reagruparnos, volver a la base, analizarlo con objetividad —como siempre hacemos— y prepararnos lo mejor posible para el séptimo”.

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