La Mamba Vasca suele lucirse contra Monbus Obradoiro, especialmente en la cancha gallega
El escolta salido del Easo SBT de Donostia jugó su mejor partido de este curso 21/22 en el pabellón del Obra. Con 24 puntos y 24 de valoración fue el líder de Unicaja en una importantísima victoria que los sitúa dos triunfos por encima de la lucha por la permanencia. Darío Brizuela llevó los mandos del partido desde el minuto uno, anotando los primeros cuatro puntos de su equipo. En los cinco minutos iniciales anotó siete puntos, repartió dos asistencias, provocó tres faltas, robó un balón y valoró doce créditos. Se sentó con viendo como en el marcador figuraba un muy favorable 7 a 21 que fue decisivo para la cómoda victoria malagueña. Volvió a entrar restando solo 38 segundos para el final del primer cuarto y aún le dio tiempo de anotar una nueva canasta para cerrarlo quince arriba para los suyos.
Los 24 puntos y créditos de valoración fueron sus topes de esta temporada, siendo los mismos números que consiguió en el partido contra Casademont Zaragoza. Pero en el partido contra los maños jugó cinco minutos más, acabó en derrota malagueña y su +/- fue de -14, por lo que no cabe duda que el triunfo contra Monbus Obradoiro, en el que su +/- fue +24, ha sido su mejor actuación de este año.
Esto no es algo nuevo, ya que el talentoso escolta internacional ha realizado varias de sus mejores actuaciones teniendo a Monbus Obradoiro como rival, destacando especialmente en las visitas al Fontes do Sar.
Todo empezó en 2018
Darío Brizuela se presentó como uno de los grandes talentos jóvenes de la ACB en el curso 15/16. Tras haber debutado en la 12/13 y sumar partidos sueltos las dos siguientes temporadas, el donostierra pasaba a formar parte de la primera plantilla de Movistar Estudiantes. Tras un inicio poco destacado mostró todo su potencial en la cuarta jornada. Sus 25 puntos y 33 de valoración en la victoria contra Iberostar Tenerife le valieron para ganar el MVP con tan solo veinte años. Sus 6 triples y los mencionados 33 créditos siguen siendo a día de hoy sus topes en la Liga Endesa en ambos apartados. En la novena jornada volvió a anotar 25 puntos, pero, tras algunos buenos partidos más, el fichaje de Nico Laprovittola y el cese de Diego Ocampo rebajó sus minutos y sus tiros hasta acabar el curso como un jugador residual.
La temporada siguiente Movistar Estudiantes fichó a Edwin Jackson, que absorbía todos los minutos y tiros en la posición de escolta, dejando a Darío como un jugador de final de rotación con 9:25 minutos por partido. Su situación mejoró en el curso 17/18 al salir Jackson y llegar Sylven Landesberg. El estadounidense también copaba el protagonismo ofensivo, pero ocupaba la posición de alero y dejaba minutos para un Brizuela en crecimiento. Sus minutos subieron a 18:28 y ya promedió 7’5 puntos, alcanzando los dobles dígitos en anotación hasta en doce partidos. Uno de ellos fue recibiendo a Monbus Obradoiro en la jornada 13, donde se fue hasta los 14 puntos para ser el máximo anotador de su equipo junto a Brown, a pesar de jugar tan solo 18:58 minutos.
Brizuela visitó el Fontes do Sar en la jornada 29. Estudiantes acudía a ese partido sin Landesberg, por lo que otros jugadores tendrían que asumir ese papel protagonista en ataque. Omar Cook, Caner-Medley, Alec Brown y Dago Peña aumentaron sus tiros y Ludde Hakanson tuvo una racha triplista que exprimió con seis aciertos desde la línea. Pero quien asumió el papel de liderar la ofensiva estudiantil fue la Mamba Vasca. Brizuela deslumbró en el Fontes do Sar con un gran repertorio ofensivo, anotando penetraciones inverosímiles, forzando faltas para sacar hasta once tiros libres y amenazando desde el triple para un gran 2 de 4. Sus 24 puntos, su +23 y sus 26 de valoración fueron decisivos para la victoria de los madrileños en la prórroga de un partido que fue toda una exhibición anotadora (112-116), récord particular del Obra incluido. Al igual que en este último partido, fue su mejor actuación de la temporada.
La 18/19 fue la mejor temporada a nivel anotación individual de Brizuela, sumando 14’7 puntos por partido y siendo el líder absoluto de Movistar Estudiantes. Gian Clavell fue el fichaje elegido para sustituir a los francotiradores mencionados, pero no funcionó y Daría asumió dicho papel, algo más compartido con Gentile, tras el fichaje del italiano a mitad de temporada. Curiosamente, ese curso fue su peor visita a Santiago, ya que se quedó en seis puntos, siendo su segunda peor anotación en un curso en el que se quedó sin sumar dobles dígitos en solo cinco partidos. Esta temporada jugó partidos destacadísimos como sus 31 puntos contra Valencia, que sigue siendo su tope anotador aunque lo igualó jugando con Unicaja contra Bilbao Basket.
Pero si que demostró que el Obra es uno de sus rivales favoritos en el último partido de la temporada. Movistar Estudiantes llegaba a ese duelo con nueve derrotas en sus últimos diez partidos y habiéndose perdido Darío los tres anteriores por lesión. El ganador de este partido confirmaba la permanencia matemática sin tener que esperar a otros resultados. Brizuela no estaba en las mejores condiciones y su partido no estaba siendo bueno, pero, al llegar el momento decisivo, el escolta vasco anotó los últimos diez puntos de su equipo, incluyendo un espectacular triple que ponía a los suyos cinco arriba a falta de 37 segundos. En total sumó 14 puntos, 2 asistencias y 13 de valoración.
En el curso 19/20 Darío seguía siendo el líder estudiantil. Los fichajes de Paul Pressey, Nemanja Dangubic y Phil Scrubb, rival suyo en el partido que ha dado origen a este artículo, no cumplieron las expectativas y Brizuela fue otra vez el máximo anotador con 14’1 en los diez partidos que jugó con los madrileños. Luego vino su fichaje por Unicaja y después la suspensión de la competición por el Covid19. En ese año tan convulso solo jugó contra Obradoiro en Málaga, en su quinto partido con los andaluces, sumando 9 puntos en una cómoda victoria local.
En su primera temporada completa con Unicaja, Brizuela mantuvo su estatus protagonista y realizó un gran curso con 13’9 puntos de media y partidos muy destacados. Dentro de ese gran nivel general cuesta destacar precisamente sus duelos contra el Obra, pero hay motivos para ello. En Málaga fue el máximo anotador de los suyos con 21 puntos y volvió a aparecer en los momentos decisivos al sumar nueve puntos en el último cuarto, pero donde volvió a brillar especialmente fue en Compostela. El escolta vasco “solo” sumó 19 puntos, lo que no es mucho decir en una temporada en la que alcanzó o superó la veintena en seis ocasiones y la treintena en dos, pero fue literalmente decisivo. Brizuela sumó 8 puntos en el último cuarto, entre ellos los cinco últimos con la canasta que decidió el partido (83-85) con el tiempo a cero.
En total, los promedios de Brizuela en sus últimos cuatro partidos en el Fontes do Sar son de 18’25 puntos y 19’5 de valoración, lo que lo sitúa sin duda en uno de los principales “enemigos” de los obradoiristas.
No preguntes que puede hacer el equipo por ti, pregunta que puedes hacer tú por el equipo.