De pocas rotaciones y salarios elevados para los veteranos

En la NBA, el tema de las pocas rotaciones y los salarios elevados de jugadores veteranos es un dilema que impacta tanto en el rendimiento de los equipos como en su flexibilidad financiera. A lo largo de la historia, hemos visto cómo las franquicias han apostado por estrellas de renombre, incluso cuando su edad y su nivel físico pueden ser un factor a considerar. Jugadores como LeBron James, Kevin Durant y Stephen Curry continúan siendo piezas fundamentales en sus equipos, lo que se refleja en sus contratos millonarios, y la cruda realidad es que todos ellos parecen estar lejos del brillo del trofeo Larry O’Brien 

Hoy en día, los equipos enfrentan una difícil decisión: apostar por la juventud y la profundidad en la plantilla o mantener a veteranos con salarios elevados que garantizan cierto nivel de estabilidad y liderazgo. En la temporada 2024-2025, los salarios de algunos de los jugadores más icónicos reflejan esta realidad:

Stephen Curry en los Golden State Warriors gana aproximadamente 55.7 millones de dólares, consolidándose como el jugador mejor pagado de la liga. Kevin Durant, jugando en los Phoenix Suns, tiene un contrato de 51.2 millones de dólares, lo que lo convierte en uno de los mejores pagados pese a sus años de experiencia y las lesiones que lo han afectado en las últimas temporadas. LeBron James, quien ha sido el rostro de la NBA durante más de dos décadas, recibe 48.7 millones de dólares con los Lakers. Aunque aún tiene impacto en el juego, la necesidad de manejar sus minutos y evitar el desgaste físico se ha vuelto un reto para los entrenadores.

El problema de los salarios elevados y las pocas rotaciones radica en la falta de profundidad de algunos equipos. Cuando una franquicia invierte grandes sumas de dinero en sus estrellas, el margen para traer refuerzos de calidad se reduce. Esto obliga a los entrenadores a depender excesivamente de un núcleo reducido de jugadores, lo que aumenta el riesgo de lesiones y el desgaste a lo largo de la temporada. Un equipo con pocos recursos para ampliar su rotación puede sufrir especialmente en los playoffs, donde la exigencia física es mayor.

Por otro lado, la carga de minutos sobre estos veteranos puede ser perjudicial. Aunque jugadores como LeBron, Durant y Curry siguen siendo altamente productivos, su edad hace que necesiten una gestión más cuidadosa para evitar lesiones o una baja en el rendimiento en momentos clave. Equipos que no logran encontrar un equilibrio entre experiencia y juventud pueden tener dificultades para competir con franquicias que sí cuentan con una plantilla más profunda.

En el pasado, se ha visto cómo franquicias han intentado salir de este esquema. Algunos equipos buscan cambiar su enfoque invirtiendo en jóvenes promesas y en una estructura más balanceada, en la que las estrellas reciben menos minutos y se prioriza una plantilla más amplia. Sin embargo, no siempre es fácil deshacerse de contratos multimillonarios, especialmente cuando los jugadores tienen un legado importante y un impacto comercial que trasciende el rendimiento en la cancha.

La NBA, como negocio global, depende en gran parte de la popularidad de sus jugadores, y las estrellas veteranas siguen siendo un atractivo clave para la liga. Aunque la lógica deportiva podría sugerir que una plantilla más equilibrada y con rotaciones amplias es lo ideal, el peso de las figuras históricas sigue influyendo en las decisiones de los equipos.

Este modelo de gestión basado en salarios elevados y dependencia de jugadores veteranos tiene ventajas y desventajas. Permite que los equipos mantengan estabilidad y liderazgo en el vestuario, pero puede comprometer su capacidad de competir al máximo nivel cuando la profundidad de la plantilla es limitada. En los próximos años, veremos si la liga evoluciona hacia un modelo más flexible o si las estrellas seguirán dominando el panorama salarial de la NBA.

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