El Monbus Obradoiro llegó al Coliseum de Burgos con ganas de Copa y no dio opción a un Real Betis Baloncesto que, aunque no perdió la cara al partido, no pudo hacer frente a la inspiración ofensiva de su rival
Llegaban ambos equipos con la ilusión de ganar para poder jugar la final, pero siendo conscientes de que el camino no iba a ser sencillo. Y así pudieron comprobarlo ambos técnicos en un exigente inicio de partido al que ambos equipos llegaron a golpe de triple y en el que el Monbus Obradoiro no tardó en reclamar su dosis de protagonismo para hacerse con las primeras diferencias del partido obligando así a Gonzalo García de Vitoria a parar por primera vez el partido.
Pero los gallegos parecían sentirse un poco más cómodos sobre la pista y dos triples abiertos de Álvaro Muñoz no hicieron otra cosa más que ampliar las diferencias en el marcador.
Los gallegos se gustaban y el +21 en el marcador al término de la primera parte era el fiel reflejo de ello. Al Real Betis le tocaba remar y la segunda parte marcaba otro partido totalmente diferente para ellos.
En él, Benite y Renfroe se echaron el equipo a las espaldas iniciando una remontada que les llevó a colocarse a tan solo 6 puntos a falta de unos minutos para el final, pero ahí regresó el mayor acierto eterior de los gallegos.
Especialmente con Davison y Micovic ampliando de nuevo unas diferencias que Nacho Varela supo cerrar desde la dirección para poder alcanzar una histórica final.
Llegaban ambos equipos con la ilusión de ganar para poder jugar la final, pero siendo conscientes de que el camino no iba a ser sencillo. Y así pudieron comprobarlo ambos técnicos en un exigente inicio de partido al que ambos equipos llegaron a golpe de triple y en el que el Monbus Obradoiro no tardó en reclamar su dosis de protagonismo para hacerse con las primeras diferencias del partido obligando así a Gonzalo García de Vitoria a parar por primera vez el partido.
Pero los gallegos parecían sentirse un poco más cómodos sobre la pista y dos triples abiertos de Álvaro Muñoz no hicieron otra cosa más que ampliar las diferencias en el marcador.
Los gallegos se gustaban y el +21 en el marcador al término de la primera parte era el fiel reflejo de ello. Al Real Betis le tocaba remar y la segunda parte marcaba otro partido totalmente diferente para ellos.
En él, Benite y Renfroe se echaron el equipo a las espaldas iniciando una remontada que les llevó a colocarse a tan solo 6 puntos a falta de unos minutos para el final, pero ahí regresó el mayor acierto eterior de los gallegos.
Especialmente con Davison y Micovic ampliando de nuevo unas diferencias que Nacho Varela supo cerrar desde la dirección para poder alcanzar una histórica final.