Dikembe Mutombo: Not in my house

Repasamos los inicios y la carrera de uno de los jugadores más carismáticos de la NBA y embajador de la liga en África, Dikembe Mutombo

Dikembe Mutombo Mpolondo Mukamba Jean-Jacques Wamutombo, más conocido como Dikembe Mutombo, nació el 25 de junio de 1966 en la ciudad de Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo.

Hijo de un director de escuela y posteriormente empleado del departamento de educación del país, Dikembe creció al lado de 9 hermanos con la aspiración de poder convertirse en médico en el futuro.

Pese a su rápido crecimiento durante sus años de instituto, donde alcanzaría los 7 pies (2,13 metros), no fue hasta los 16 años que Mutombo probó el baloncesto. Sin embargo, en su primer entrenamiento, se rompió la barbilla y estuvo a punto de dejarlo. Pero fueron sus padres quienes, después de regañarlo varias veces, hicieron que el joven volviera a las canchas. Un tiempo después, sería seleccionado junto a su hermano Ilo para el combinado nacional de su país, antes conocido como Zaire.

Pocos años más tarde, Mutombo viajaba rumbo a la universidad de Georgetown, en Washington DC. Allí fue reclutado por el entrenador de los Hoyas, el prestigioso John Thompson, y compartió vestuario con jugadores que triunfaron en la NBA como Jaren Jackson (padre del actual jugador de los Memphis Grizzlies Jaren Jackson Jr.) o Alonzo Mourning, con el que formaría una espectacular pareja interior.

En esa etapa se empezó a atisbar el jugador que estaba por llegar a la NBA, un hombre alto y atlético con gran capacidad reboteadora y taponadora. En su último año en Georgetown, llegó a promediar 12 rebotes y casi 5 tapones, sin olvidar sus casi 15 tantos por encuentro.

Fueron esas habilidades defensivas las que llevaron a los Denver Nuggets a seleccionarlo en la cuarta posición del draft de 1991. La franquicia de Colorado venía de hacer una pésima temporada, siendo el peor balance de la liga con un récord de 20-62 y siendo los colistas en las tablas de rating defensivo. El equipo había perdido a dos de sus estrellas: Alex English y Fat Lever, reemplazadas por Orlando Woolridge, Michael Adams y un joven rookie llamado Chris Jackson (a quien más tarde conoceríamos como Mahmoud Abdul Raouf).

En su campaña como rookie, Dikembe Mutombo promedió 16,6 puntos, 12,3 rebotes y 3 tapones por partido, una cifra que le sirvió para ser nombrado All Star, pero no pudo obtener el ROY, que fue para Larry Johnson. Los Nuggets mejoraron su balance de victorias, siendo de 24-58, a la par que su ratio defensivo, en el cual escalaron hasta la decimotercera posición.

Llegó la temporada 92-93 y con ella cambios en el banquillo de Denver, siendo nombrado entrenador el ex jugador de la franquicia Dan Issel en sustitución de Paul Westhead. El proyecto mejoraba a grandes pasos, Abdul Raouf iba a ser el jugador más mejorado de la NBA aquel año y Mutombo se convertía en una figura icónica de la liga con su famoso gesto con el dedo índice cada vez que colocaba un tapón. Su récord fue de 36-46, pero no les permitió meterse en los playoffs.

Una hazaña que sí conseguirían el año siguiente, en la 93-94. El equipo consiguió un récord de 42-40 que le servía para colocarse como octavo mejor equipo del oeste. En primera ronda les esperaba el mejor conjunto de la NBA en cuanto a balance de victorias, los Seattle SuperSonics de Gary Payton, Shawn Kemp y compañía.

Como era de esperar, perdieron los dos primeros partidos en Seattle, pero consiguieron rehacerse ganando los dos partidos en Denver y forzando el quinto y definitivo partido en Seattle. La actuación de jugadores como Robert Pack o LaPhonso Ellie en ese último partido hizo que los Nuggets se llevasen la eliminatoria en la prórroga (98-94), consiguiendo ser el primer octavo clasificado capaz de eliminar al primero de conferencia en la historia. Al final de ese partido se inmortalizó la mítica fotografía de Mutombo llorando en el suelo con el balón agarrado.

Pero no todos los sueños tienen final feliz, y la increíble hazaña del equipo iba a truncarse en la siguiente eliminatoria, donde los Utah Jazz les consiguieron vencer en el séptimo partido disputado en Salt Lake City.

La siguiente temporada estaría marcada por los cambios de entrenador, propiciados por la resignación de Dan Issel debido a las críticas sobre su estilo de juego y los malos resultados de su sucesor, Gene Littles. Aún así, el equipo conseguiría meterse en playoffs con un balance de 41-41, pero sería barrido en primera ronda por los Spurs (3-0).

La 95-96 fue la última temporada de Dikembe Mutombo en los Nuggets. El equipo se hacía mayor y los refuerzos nunca llegaron. De la mano de Bernie Bickerstaff, no consiguieron llegar a los playoffs y su récord fue de 35-47.

Ese verano, el congoleño se convirtió en agente libre. Atlanta fue su destino, con un contrato de 55 millones de dólares por las siguientes 5 campañas. Allí logró los otros 2 galardones a mejor defensor del año y ayudó a conseguir un balance superior a las 50 victorias en las 2 primeras temporadas como Hawk. Aún así, los Bulls de Jordan destrozaron sus aspiraciones al anillo.

Unos años más tarde, concretamente en 2001, Dikembe sería traspasado a los Philadelphia 76ers, en los cuales jugaría un año y medio. Allí llegaría a su única final de la NBA, la del año 2001 contra los Lakers. Los Sixers, liderados por Allen Iverson, perderían esa final 4-1, siendo probablemente el pico más alto de nivel de juego del pívot africano.

Al final de la campaña 2001-2002, fue traspasado a los New Jersey Nets, donde solo militó 1 temporada y apenas pudo jugar 24 partidos por culpa de las lesiones. Al siguiente año pasó a vestir los colores del equipo vecino, los New York Knicks, donde tampoco cuajaría y acabaría abandonando el equipo a final de temporada.

Su último equipo fueron los Houston Rockets, en el cual dijo adiós al baloncesto en la temporada 2008-09 después de una dura lesión de rodilla.

Con 8 apariciones en el All Star, 4 DPOY, 3 veces seleccionado en el mejor quinteto defensivo de la NBA, 2 veces líder de la liga en rebotes, 3 veces líder en tapones y el dorsal 55 retirado y colgado en el Pepsi Center de Denver y el State Farm Arena de Atlanta, se puede decir que la carrera de Dikembre “memorias de África” Mutombo (así le apodaba nuestro querido Andrés Montes) es digna de pertenecer al Hall of Fame.

Mutombo fue un jugador especial, muy bueno en pista, pero aun mejor fuera de ella. Su voz, comparada en múltiples ocasiones con la del monstruo de las galletas, su icónico gesto (el cual fue prohibido por la NBA por ser usado como mofa) y su “buenrollismo” le hicieron ganarse el cariño y respeto de los aficionados no solo de los equipos en los que jugó, sino el de miles de espectadores de la mejor liga del planeta.

Foto: NBC News

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