Con un excelente trabajo de su segunda unidad y un gran último cuarto, los Warriors se impusieron por (104-89) en el primer partido de la final NBA
En un partido atípico, sin tanto protagonismo de Curry ni Thompson (entre los dos 20 puntos), Golden State dominó a Cleveland prácticamente durante todo el partido, para quedarse con el primer partido de las Finales. La gran diferencia de la noche estuvo en el aporte de los banquillos: el de los locales sumó 45 puntos, contra apenas 10 de su rival.
Para sorpresa de todos, no fueron los Splash Brothers quienes comenzaron liderando el ataque de Golden State, sino el titular menos esperado: Andrew Bogut. El australiano tuvo un par de apariciones interesantes en el poste bajo y sumado a la primera bomba de Curry, los de Kerr tomaron una rápida ventaja de 14-9.
Defensivamente, el trabajo de los Warriors era excelente: no sólo hacían una gran tarea individual, sino que las ayudas siempre llegaban a tiempo, para dificultar los lanzamientos de los Cavaliers. Apenas en el cierre del período LeBron encontró algunos espacios, pero igualmente, los locales se llevaron el primero primer cuarto por 28 a 24.
Lo mejor de Golden State en el primer tiempo, se vio en el inicio del segundo cuarto y con la segunda unidad en cancha. Ezeli, Livingston y sobre todo Barbosa entraron encendidos, y de su mano, la ventaja se extendió al doble dígito.
Los californianos se mostraban superiores en todos los aspectos del juego, desplegando una defensa dominante y sumamente intensa. Love descontó desde la línea de tres para mantener a los Cavs a tiro, pero de todas maneras, la ventaja al momento de llegar al descanso era considerable: 52-43 para Golden State.
El problema fue que de aquel buen segundo período de los locales, poco quedó en la reanudación del juego. Los Warriors volvieron apagados del vestuario y el ritmo claramente favorecía a los Cavs, que poco a poco se iban metiendo en partido. La defensa de los de Lue ahora marcaba la tendencia del partido, sobre todo anulando a Curry y Thompson, quienes no encontraban espacios por ningún lado. El encuentro, de repente, estaba al alcance de la mano para los visitantes.
Una ráfaga de Love terminó de concretar la remontada para Cleveland, dejando a los suyos al frente por la mínima. Sin embargo, todo lo bueno que hizo el equipo durante 10 minutos, quedó prácticamente desechado en el cierre del cuarto: Iguodala lastimó con un par de triples, Curry se soltó atacando el aro y en un abrir y cerrar de ojos, Golden State recuperó la ventaja: 74-68 al último parcial.
Tal como sucedió en el segundo período, fue el banquillo de los Warriors la que logró destrabar la paridad. Barbosa e Iguodala siguieron aportando lo suyo, pero sobre todo, hubo un tremendo tramo de Livingston. Canasta tras canasta, el base suplente desmoronó lo que quedaba del ánimo de la visita y el duelo se abrió a 20 tantos de brecha.
Los Cavs tuvieron una pequeña reacción sobre el final para ponerse a 11, pero allí aparecieron los dos grandes ausentes (hasta ese momento) de la noche: primero triple de Curry y en la siguiente posesión, bomba de Thompson. La distancia subió a 17 y ya no hubo más para decir. Golden State lo cerró por 104 a 89 y se quedó con el primer punto de la final.
El ganador contó con una anotación sumamente repartida: Livingston 20, Green 16, Barnes 13, Iguodala 12, Curry 11, Barbosa 11, Bogut 10 y Thompson 9. Por Cleveland, no fueron suficientes 23 puntos de James, como tampoco los 26 de Irving, ni los 17 de Love.
Por basquetplus.com / Photo NBA Media
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