Después de una semana marcada por las derrotas ante Mónaco y Leyma Coruña, el Barça recuperó este domingo su esencia con un arrollador triunfo sobre el Hiopos Lleida (98-72), que le consolida en la quinta posición de la Liga Endesa, resistiendo el acecho del Joventut. El conjunto de Joan Peñarroya cimentó su victoria en un espectacular acierto desde el perímetro, con 17 triples de 24 intentos, y una defensa que asfixió las intentonas del rival. A pesar del contundente marcador, el Lleida abandonó el Palau con una sonrisa, ya que la derrota del Leyma Coruña en Bilbao le aseguró matemáticamente la permanencia en la categoría
Más allá del efecto en la clasificación, donde el quinto puesto aún siembra ciertas dudas al significar un posible cruce prematuro con el Real Madrid, el Barça necesitaba recuperar sensaciones positivas tras los mazazos sufridos. La eliminación en Mónaco (85-84) que truncó el sueño de la Final Four de la Euroliga en Abu Dhabi, y el inesperado tropiezo en A Coruña ante el colista (93-92), habían dejado tocado al equipo. Ante el Hiopos Lleida, el Barça respondió con un despliegue de intensidad y compromiso que devolvió la confianza a sus aficionados.
El partido comenzó con un intercambio igualado, impulsado por una ruidosa afición leridana que, por momentos, trasladó el ambiente del Barris Nord al Palau. Gerard Encuentra ya había advertido que su equipo no renunciaría a competir de tú a tú. Durante los primeros compases, el Hiopos Lleida se mantuvo en la pelea (8-9, min. 4), pero el Barça desató un vendaval desde el perímetro. Con seis triples de siete intentos, los azulgrana rompieron el marcador y se marcharon al final del primer cuarto con un contundente 31-15.
El aluvión de acierto exterior continuó en el segundo cuarto, con un demoledor 10/12 en triples al descanso. A ese dominio lejano se sumó el poderío de Willy Hernangómez en la pintura, acompañado de un trabajo defensivo sólido que secó las vías de anotación del Lleida. El marcador reflejaba un 53-35 al término de la primera mitad, y la sensación en el Palau era de que el partido estaba completamente bajo control.
La amplia ventaja permitió a Peñarroya dosificar a sus jugadores clave y dar minutos de calidad a los jóvenes. Raúl Villar asumió la dirección durante muchos minutos, mientras que Sayon Keita y Mathieu Grujicic también tuvieron su cuota de protagonismo. Sin embargo, no todo fueron buenas noticias, ya que Villar tuvo que abandonar la pista en el tercer cuarto tras un golpe en la espalda, encendiendo las alarmas en un Barça ya castigado por las bajas (Laprovittola, Metu, Núñez y Vesely).
A pesar del susto, el Barça no levantó el pie del acelerador en el tercer cuarto, alcanzando un impresionante 14/18 en triples y ampliando la ventaja hasta los 32 puntos (82-50). Con el duelo sentenciado, el Hiopos Lleida aprovechó los minutos finales para maquillar el marcador gracias a las aportaciones de Oriol Paulí y Edo Muric, cerrando el partido con un 98-72 que reflejó la diferencia de ritmo y acierto entre ambos equipos.
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