Dos equipos caídos en combate durante las semifinales, por circunstancias variadas, dando pie a un duelo de colores e identidades en un buen ambiente local sin ser la locura del viernes
El partido comenzó con dominio para el conjunto dirigido por Txus Vidorreta, con Thomas Scrubb como referencia, con acompañamiento de hombres como Jaime Fernández o Giorgi Shermadini y, por parte del conjunto dirigido por Dusan Sakota, fueron acciones de Rayjon Tucker o C.J. Bryce los que apretaron de inicio y lograron levantar al conjunto griego en los momentos difíciles de la primera parte, por lo que al marcador se refiere, levantando los ánimos cuando hacía falta y pese a las 3 faltas de Bryce, con Fernández como referencia camarista tras la reacción de los ‘dikefalos’ de Atenas. El marcador al descanso era de 39-28.
Tras la reanudación, Marcelinho Huertas cogió las riendas del partido y, con la inestimable ayuda de David Kramër, lograron mantener el nivel, pese a que Rayjon Tucker y Hunter Hale trataron de reducir distancias que se acercaban a los quince puntos de forma constante, incluso en los momentos importantes y, ante una crisis anotadora del conjunto lagunero, se metieron en partido junto con una incondicional grada que, más moderados que durante la semifinal, metieron la misma pasión para hacerse de notar en los momentos calientes del partido y, pese a los esfuerzos de Aaron Doornekamp, porque Hunter Hale y Rayjon Tucker decidieron que querían aprovechar la situación y cerrar el evento siendo terceros, con un marcador final de 73-77.
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