El Herbalife Gran Canaria sabe sufrir para superar al Movistar Estudiantes (85-79)

El conjunto claretiano, que controló el choque a partir del segundo cuarto, sufrió en los instantes finales

El pívot checo Ondrej Balvin salió de inicio tras sus buenos números ante el Bayern en detrimento de Anzejs Pasecniks. Fue la única novedad con respecto al quinteto que hacía apenas 48 horas Maldonado había dispuesto en EuroLeague.

Fue protagonista, precisamente, el checo en la primera posesión, al no entenderse con DJ Strawberry para atrapar el pase del americano. Tras un intercambio de errores, fue Niko Radicevic en un característico ‘coast to coast’ quien abrió el marcador. Sería un mero espejismo. Y es que al Herbalife Gran Canaria se le haría el aro tan pequeño como un desagüe en los compases iniciales del encuentro. Transcurridos poco más de tres minutos, Maldonado se veía obligado a pedir tiempo muerto (2-10, minuto 4) con su equipo incapaz de seguir el ritmo de un ‘Estu’ con confianza.

La diferencia alcanzó los trece puntos (2-15, minuto 5) tras un triple de Omar Cook. Era un momento crítico y la afición respondió arropando al equipo con aplausos y ánimos. En la siguiente jugada, Evans, algo individual en sus acciones, lograba anotar una canasta forzada para dar algo de estímulo a los suyos. Casi sin saberlo, puso la primera piedra de un parcial de 17-4 que permitió a los claretianos recuperar la distancia perdida. Pero el líder de la remontada no fue él, sino un Xavi Rabaseda inconmensurable. Agresivo yendo al rebote de ataque, intenso en la defensa y acertado en el triple, el alero catalán fue clave en la reacción isleña (19-19).

Rabaseda había finalizado el primer acto con siete tantos y sentarse en el banquillo entre cuartos no le enfrió. El de Ripoll clavó la primera canasta del segundo parcial con un triple y, acto seguido, se colgó para firmar un parcial de 5-0. El equipo entero, a su espalda. Un mate tras rebote de Balvin (26-19, minuto 13) obligaba a Berrocal a parar el partido. Los colegiales se encomendaron a Brizuela, con problemas de faltas desde el inicio, para aferrarse al encuentro.

Pero en el lado local, el volcán sueco Marcus Eriksson había entrado en ebullición. El sueco anotó sus primeros tres triples y comandó el despegue claretiano, que ayudó a los de Maldonado a disponer de once de ventaja (41-30, minuto 18) con poco más de dos minutos por disputarse. Con una recuperación y un acierto exterior, el conjunto estudiantil intentaba seguir la estela amarilla, pero Oliver se unía a la fiesta triplista para cerrar la primera parte con buena nota (44-35).

SANGRE FRÍA PARA DERROTAR FANTASMAS
Tras un intercambio de errores, Chris Evans abría el segundo tiempo con una canasta tras acción individual. El Herbalife Gran Canaria, superior especialmente en el acierto exterior en la primera mitad, buscaba la manera de no enfriarse tras el paso por vestuarios. Pero quien se había calentado había sido Gian Clavell.

El de Puerto Rico hizo espabilar a los suyos con dos triples en posiciones idénticas, uno de ellos tras un rebote ofensivo peleado por sus compañeros. Con el parcial 0-6, el ‘Granca’ fue capaz de reaccionar endosando al conjunto del Maeztu el mismo parcial gracias a canastas de Evans y Báez, siempre dirigido por un Niko Radicevic clarividente. La segunda asistencia consecutiva del serbio (52-41, minuto 24) hacía que el técnico visitante parase el encuentro.

El ‘Estu’, a pesar de ir en todo momento a remolque, fue capaz de evitar que el encuentro se rompiera del todo. Consiguió que el encuentro se volviera a mover en baremos de ocho, diez puntos de diferencia. Y con un parcial de 0-5 con triple de un Clavell hiperactivo, conseguían colocarse a solo cinco tantos. Sin embargo, el Herbalife Gran Canaria fue capaz de recuperar la ventaja perdida en la recta final del tercer acto para afrontar el cuarto definitivo con una renta de once puntos, la que había sido máxima amarilla durante la tarde (64-53).

Como buen escalador de montaña en ciclismo, el Movistar Estudiantes se había pasado gran parte del partido yendo a rueda del Herbalife Gran Canaria. Siempre por detrás, pero sacando la cabeza de vez en cuando, sin alejarse de su referencia en el marcador. Arteaga inauguraba el tanteo del último cuarto pero Kim Tillie replicaba con un triple. Los grancanarios llegaron a tener doce puntos de ventaja en varias ocasiones, pero los colegiales luchaban para no despegarse. Y con un parcial de 0-6, volvían a meterse de lleno (69-63, minuto 33) en un encuentro del que, realmente, nunca se habían ido.

Volvió a aparecer el que había despertado al equipo en el arranque: Xavier Rabaseda. El alero sacó su carácter para anotar cinco puntos de forma consecutiva y liderar otro despegue claretiano. Un ataque con la cima cerca que, ahora sí que sí, parecía dejar sin fuelle al ‘Estu’. Berrocal paraba el choque (77-63, minuto 35) tras una ‘bombita’ de Marcus Eriksson que colocaba la máxima ventaja isleña de la noche en el marcador. Era un último salto al vacío, un golpe de fe para buscar la remontada.

Y vaya si tuvo fe el Movistar Estudiantes. Los colegiales no se dieron por vencidos en ningún momento y viejos fantasmas comenzaron a sobrevolar el Arena. Tal y como sucediera apenas 48 horas antes frente al Bayern, al ‘Granca’ se le hizo de noche en los momentos finales. Hakanson anotó cuatro puntos, Brizuela cogió el testigo y, antes de darse cuenta, los claretianos habían visto su ventaja reducida a solo tres puntos (80-77, minuto 39) a falta de poco más de un minuto.

En el último minuto de partido, el ‘Estu’ tuvo ataque para buscar el empate, pero se hizo fuerte el equipo grancanario en defensa para evitar tan siquiera el tiro. Báez convirtió luego a pase de Oliver la que sería la canasta decisiva, si bien los colegiales no dejaron de creer en ningún momento, vendiendo cara su derrota. Los isleños lograron derrotar así a los nervios y al equipo madrileño para sumar un vital triunfo.

Nota de prensa Herbalife Gran Canaria • ACB Photo