El Iberostar Tenerife inauguró este domingo la Liga Endesa 2016-17 con un golpe sobre la mesa. El grupo de Txus Vidorreta tumbó al reciente campeón de la Supercopa con una victoria histórica, la primera en la élite del club canarista en la pista del Herbalife Gran Canaria (81-92)
Los aurinegros borraron de un plumazo cualquier conclusión agridulce de una pretemporada casi nula en triunfos y superaron con nota el primer desafío de una campaña que se avecina plagada de retos.
No le tembló el pulso a los tinerfeños, pese a la ausencia por lesión de Nico Richotti y ‘Petit’ Niang; ni siquiera por el inmaculado recorrido que había firmado hasta la fecha un rival, el amarillo, que venía de ganarlo todo en la preparación estival. El conjunto canarista, con un planteamiento táctico de lujo desde el banquillo, minimizó las muchas virtudes de su adversario y sacó a relucir sus mejores armas para llevar a cabo un partido realmente completo.
El festival de triples de Javi Beirán (6/8); el poderío interior de Fran Vázquez y Georgios Bogris; el aire fresco desde el banquillo de un cuasi debutante en la élite, Ferrán Bassas o la versatilidad de los cuatros para adaptarse al arsenal de recursos en su posición del rival, fueron solo un botón de muestra del buen quehacer aurinegro en una tarde donde el Iberostar Tenerife demostró ser un equipo con carácter.
No fue fácil engancharse a un partido, que pese al 4-8 inicial (5′), sonrió luego a los anfitriones, tremendamente acertados desde el 6,75. Cuatro triples de los locales y un 2+1 de Darko Planinic dispararon la euforia de un Gran Canaria Arena lleno hasta la bandera (13-8, 16-11, 19-13). Aún así, el grupo de Vidorreta aguantó la embestida con el impulso de su segunda unidad. Las penetraciones de White o el buen trabajo de Bassas y Doornekamp impidieron la estampida amarilla.
Por ahí, el Iberostar Tenerife circuló la pelota con criterio y buscó siempre las mejores opciones en ataque. Una veces Grigonis y otras un Fran Vázquez, que fue entonándose progresivamente, nivelaban la balanza pese al daño que hacía el Granca con su rebote ofensivo (9 al descanso). El gallego sacó a pasear su buena mano en la media distancia y anotó diez puntos casi consecutivos (31-36) para poner ya en los primeros apuros serios al Herbalife.
El partido creció entonces parejo. El grupo de Vidorreta se mantuvo en la puja tras el receso, aprovechando los buenos minutos en la dirección de Bassas, los triples de Hanley o Doornekamp y las finalizaciones de Bogris que asumía el relevo de Vázquez en la pintura y prolongaba los quebraderos de cabezas para un Granca, que camino del último cuarto perdía a McCalebb por un tirón. Lo intentó el grupo de Luis Casimiro cargando el juego sobre Planinic, pero el Canarias encontró siempre respuesta a los arreones locales.
Los libres de San Miguel y un oportuno triple de Beirán casi sobre la bocina del penúltimo cuarto (57-64) sembraron ya del todo la incertidumbre en el Gran Canaria Arena. Con los de Vidorreta plenamente convencidos de sus opciones, el Iberostar Tenerife se manejó con carácter y cabeza cuando el público local rugía para intentar llevar a los suyos en volandas a la remontada (72-74, 36′).
Otra vez Vázquez, un canastón de Bogris al borde de la posesión y un Beirán letal evitaron cualquier apuro significativo para allanar una victoria de mucha mérito, trabajada con fe, rumiada desde el detalle en lo táctico y materializada con una notable exhibición colectiva de los aurinegros. Una victoria para seguir abonándose a los muchos y bonitos desafíos que le restan a los tinerfeños esta temporada.
Nota de prensa Iberostar Tenerife / ACB Photo/M.Henríquez
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