En una noche en la que la supervivencia era el único camino, los Boston Celtics respondieron al llamado de Joe Mazzulla. Sin su mayor estrella, Jayson Tatum, los vigentes campeones de la NBA se aferraron a la temporada con una contundente victoria por 127-102 ante los New York Knicks, forzando el regreso de la serie al Madison Square Garden
Derrick White se erigió como el héroe inesperado de la noche, firmando una actuación memorable con 34 puntos y siete triples que impulsaron a los Celtics en su primera victoria en casa de la serie, y la primera sin Tatum, cuya lesión en el tendón de Aquiles truncó su campaña.
Jaylen Brown aportó 26 puntos y 12 asistencias en una exhibición de liderazgo, mientras que Payton Pritchard sumó 17 puntos con cinco triples que encendieron al TD Garden. Luke Kornet sorprendió con un rendimiento sólido: 10 puntos, nueve rebotes y siete tapones, tomando el relevo en la segunda mitad por un Kristaps Porzingis visiblemente afectado por una enfermedad viral.
La lucha continúa: los Celtics intentarán igualar la serie el viernes en Nueva York. De hacerlo, el séptimo y definitivo encuentro se disputaría en Boston el lunes. Con esta victoria, Boston se mantiene en la pugna por convertirse en el decimocuarto equipo en la historia de la NBA en remontar un 3-1 en una serie.
Por el lado de los Knicks, Josh Hart lideró con 24 puntos, a pesar de tener que abandonar momentáneamente el partido para cerrar un corte sobre su ceja tras un codazo involuntario. Jalen Brunson sumó 22 puntos, pero su noche se vio empañada por las faltas, quedando eliminado a falta de 7:19 para el final.
Boston desató su mejor versión en el tercer cuarto con un parcial de 23-9 que abrió la brecha hasta el 91-76. Brunson, limitado por las faltas, observó desde el banquillo los últimos instantes de ese periodo mientras los Celtics tomaban el control definitivo.
El último cuarto fue una declaración de intenciones para Boston, que elevó su ventaja hasta los 28 puntos en una muestra de carácter. El encuentro, marcado por la intensidad y el contacto físico, incluyó un pequeño altercado entre Hart y Brown, reflejo de la tensión vivida en el parqué.
Los Celtics arrancaron el partido con una explosión ofensiva: White encendió la mecha con cinco triples en la primera mitad y Boston sumó 12 en total en los primeros 24 minutos.
Pese a ello, los Knicks llegaron a manejar una ventaja de hasta nueve puntos en el segundo cuarto, aprovechando ocho triples y 10 puntos de segunda oportunidad. Mitchell Robinson, además, estuvo impecable desde la línea de tiros libres, neutralizando la estrategia de faltas de Boston que había sido efectiva en los partidos previos.
La serie sigue viva y Boston, una vez más, se resiste a despedirse.
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