El cuadro blanco cumplió los pronósticos y se hizo con el título de la Minicopa Endesa por cuarta ocasión consecutiva. Usman Garuba, pívot del Real Madrid, se hizo con el MVP Movistar+, gracias a sus 40 de valoración en 24 minutos
El Real Madrid puso la guinda a la mejor Minicopa Endesa de la historia. Y es que los blancos brillaron en un Coliseum que fue testigo del potencial del equipo de la capital del país, siendo la primera vez que los infantiles se jugaban el título en la misma madera que los mayores.
Con una final inédita, el conjunto entrenado por Miguel Ángel López-Palacios igualó al FC Barcelona Lassa consiguiendo su cuarto trofeo consecutivo, consiguiendo Usman Garuba el trofeo MVP Movistar+.
Su poderío ya se hizo notar desde el salto inicial, ganando a Hleb Reut el salto inicial en un cara a cara que pasaba de los dos metros. Los blancos, más intensos, lograban un parcial de 9-0 para afrontar la final con otros ojos. Con los ojos de la calma y la tranquilidad.
Los verdinegros, en cambio, a pesar de sacar ventaja en muchas jugadas, no tenían suerte de cara al aro. Los nervios y las imprecisiones estaban muy presentes en los pupilos de David Jimeno.
Momento en el que Pablo Rodrigo, base blanco, dio una clase maestra de dirección de juego, tomando buenas decisiones y yendo a canasta cuando tenía que hacerlo. Sus nueve puntos al final del primer cuarto marcaron la diferencia. Por otro lado, Garuba, se hacía grande en todo momento, terminando con once rebotes en nueve minutos, pero su muñeca no estaba del todo acertada.
Entre Joel Juárez y Mateo Suárez, líderes del cuadro verdinegro, impulsaron a los catalanes con dos canastas seguidas para acercarse, dejando el 20-10, en el luminoso. Un simple espejismo. Los infantiles del Madrid pusieron una marcha más y el espectáculo lo puso López de la Torre con el primer mate. Con el 25-10 sonó una bocina muy necesaria para el equipo que actuaba como visitante.
Los de Badalona , entonces, dejaron de hacer caso a los números y crecieron en intensidad, guiados por un Pabellón con 2.500 personas para salir al contraataque cada vez que podían. Roger Martín y Suárez cogieron confianza y alegraron el juego, dejando atrás el miedo de los primeros minutos. Pero como ha pasado durante todo el torneo, eso duró hasta que el Madrid quiso.
Sdenry González y Boris Tisma se calentaron, y con 14 y nueve puntos respectivamente, doblaron a su rival dejando el 50-25 en el marcador.
Tras el descanso, y con los dos equipos ya totalmente en el partido, el guión siguió como se esperaba. Pablo Rico, hermano del jugador del RETAbet.es GBC, cogió el timón del barco merengue, dando a López de la Torre y a Tisma las armas necesarias para seguir disparando.
Los de Jimeno, en cambio, dejaban destellos de calidad. Juárez y la velocidad de Miguel Allen incomodaron en algún momento a la defensa del Madrid, pero sin llegar a asustar al favorito, llegando al final del tercer cuarto con el 75-39.
El último periodo empezó con malas noticias para el Madrid, ya que con cuatro segundos de juego Rico se lesionó y tuvo que abandonar el partido. Ya con el choque encauzado, el técnico madridista no necesitó más de su líder, que se quedó con 32 rebotes para 40 de valoración, cifras más que extrañas si se tiene en cuenta que solo anotó cinco puntos.
Pablo Rodrigo siguió a lo suyo, con un juego impecable anotando bastantes puntos consecutivos, poniendo el punto y final con el 102-50 en el marcador, la mayor diferencia de la historia en una final.
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