El liderazgo imponente del Real Madrid se impuso sobre la determinación del Zunder Palencia en un emocionante encuentro que culminó con una victoria de 78-86, marcando así la sexta victoria consecutiva para el equipo dirigido por Chus Mateo. A pesar de que los castellanos llegaron a encontrarse en desventaja por 22 puntos, lograron amenazar con una remontada durante el último cuarto del juego
El retorno del Real Madrid a la capital castellana, casi tres décadas después de su última participación en el memorable torneo veraniego Ciudad de Palencia, fue coronado con éxito al defender su posición de liderazgo frente a un rival que demostró una fe inquebrantable hasta el último instante.
El Real Madrid se presentó en Palencia con plena conciencia del desafío que enfrentaban. Los anfitriones habían ganado cuatro de sus últimos diez partidos, y mantenerse en la cima de la tabla era una tarea seria. Con esta mentalidad, el equipo blanco mostró la seriedad necesaria para evitar que el equipo de Luis Guil se dejara llevar por el ambiente alentador en la cancha palentina.
Mientras la ciudad estaba dividida entre el partido y la procesión del Domingo de Ramos, conocida como La Borriquilla, el Real Madrid demostró ser un equipo que ha dejado atrás la desconexión que experimentó después de ganar la Copa.
Los nervios afloraron entre los locales desde el inicio, mientras que el Madrid dominaba el juego. Los primeros siete intentos de lanzamiento del Zunder Palencia resultaron en vano, y con cuatro pérdidas adicionales, el líder tomó una ventaja considerable desde el principio (0-12). Aunque los palentinos han mostrado una mayor competitividad desde la llegada de Guil, así como algunos ajustes en la plantilla, el segundo cuarto vio una brecha más amplia en el marcador. Un parcial de 0-13 al inicio del segundo cuarto subrayó la disparidad entre ambos equipos, donde el salario de un solo jugador del Madrid podría cubrir el presupuesto del equipo palentino para toda la temporada.
El Madrid encontró la manera de descifrar la defensa zonal del Palencia, con contribuciones notables de Deck, quien combinó su juego serio con puntos importantes. Durante todo el partido, las diferencias en el marcador se mantuvieron por encima de los diez puntos.
La determinación del Madrid se evidenció en el tercer cuarto, sin dar tregua. Campazzo, con 15 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias, junto a Musa, con 21 puntos y 2 rebotes, ampliaron la brecha en el marcador a más de veinte puntos. A pesar de que el partido parecía estar decidido y que la salvación estaba a dos victorias de distancia con solo ocho jornadas por disputar, el Zunder Palencia demostró una vez más su fe inquebrantable al intentar regresar al juego.
Con jugadores como Van der Vuurst, Hands y Haarms, que recordaban más a jugadores de la Euroliga que a los palentinos, el Madrid comenzó a preocuparse mientras las diferencias en el marcador se reducían, llegando incluso a estrecharse peligrosamente. A menos de cinco minutos para el final, los castellanos estaban más cerca que nunca (72-75), llegando incluso a tener una posesión para empatar el juego a falta de cuatro minutos. Sin embargo, en ese momento, el Real Madrid puso fin a cualquier esperanza de remontada.
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