El Tenerife sofoca la rebelión mostrada por el Lleida, 91-88

En una noche cargada de emociones y sobresaltos, La Laguna Tenerife se alzó con la victoria frente al Hiopos Lleida por un ajustado 91-88. El duelo, marcado por momentos de gran baloncesto y otros de caos absoluto, se convirtió en un espectáculo tan intenso como impredecible, dejando al público sin aliento hasta el último segundo

El partido comenzó con problemas técnicos en los relojes de posesión, lo que retrasó brevemente el inicio. Sin embargo, una vez resuelta la incidencia, ambos equipos saltaron a la cancha con un ritmo electrizante. El primer cuarto estuvo cargado de intercambios rápidos y anotaciones constantes. Marcelinho Huertas demostró su veteranía liderando al conjunto local, que logró tomar una ventaja inicial de 14-8. No obstante, Lleida, con su juego colectivo y atrevido, recortó distancias hasta cerrar el cuarto con un ajustado 27-25.

El segundo cuarto trajo consigo una oleada de tensión. La velocidad del Hiopos Lleida comenzó a poner en aprietos a los locales, quienes acumularon pérdidas de balón y se encontraron en bonus por faltas en apenas cuatro minutos. La presión defensiva de Lleida y su habilidad para mover el balón provocaron que el Canarias tambalease. Aun así, lograron mantener una leve ventaja al descanso (50-46), pese a las siete pérdidas que pesaron en su rendimiento.

El tercer cuarto fue un festival de emociones. La presión defensiva de los catalanes complicó las cosas para Tenerife, pero la aparición del alemán David Kramer, con un par de robos cruciales y un triple, revitalizó a los locales. A medida que el partido avanzaba, la tensión también aumentó. Txus Vidorreta, entrenador del Tenerife, fue expulsado tras recibir dos técnicas por sus protestas hacia un arbitraje que no logró controlar el encuentro. A pesar de su ausencia, los jugadores del Canarias mantuvieron la calma y cerraron el cuarto con una ventaja de 71-64.

El último periodo fue una batalla de voluntades. Lleida luchó con todas sus fuerzas para mantenerse en el partido, llegando a colocarse a tan solo cuatro puntos con dos minutos por jugarse (84-80). Sin embargo, Tenerife, guiado por su temple en los momentos críticos, volvió a demostrar por qué es un equipo tan competitivo en finales apretados. A pesar de los intentos desesperados del equipo catalán, los locales sellaron una victoria tan trabajada como extraña.