El Unicaja redondea la fiesta del Martín Carpena (92-79)

En un ambiente navideño y contagioso en el Martín Carpena, el Unicaja sigue ilusionando a los suyos tras vencer al Surne Bilbao Basket (92-79) para rozar la Copa del Rey. Ejim (19 val), muy sólido

El Unicaja comenzó el año nuevo como lo terminó, siendo un equipo fiable en el Carpena pese a las bajas de Augusto Lima y Darío Brizuela, y logró un triunfo de mérito (92-79) ante el Surne Bilbao Basket, que compitió a un alto nivel hasta que cedió en el despliegue ofensivo de los locales a partir del tercer cuarto, donde el mejor valorado fue Melvin Ejim, con 14 puntos y cuatro rebotes.

Un duelo con tintes de eliminatoria entre dos equipos que, viéndolos sobre el parqué, desprenden esa aura de grupo competitivo: por eso el Bilbao Basket complicó la victoria al Real Madrid en la pasada jornada y por algo el Unicaja es de los mejores equipos de la liga cuando juega en casa, donde solo ha perdido contra el equipo blanco, precisamente.

La igualdad se vio desde el principio, con el meteórico momento de inspiración de Tyler Kalinoski (ocho puntos en un abrir y cerrar de ojos) y la buena mano de Luke Hakanson para mantener a remolque al conjunto vasco en el primer cuarto, donde ligeramente lideraba el Unicaja (23-20).

En el segundo cuarto, con rotaciones de por medio y la vuelta de Francis Alonso al Carpena, se animó el Bilbao Basket en un partido que fue un constante reto defensivo y de resistencia al contrario: a ver quién de los dos aguantaba más el ritmo sin bajar el acierto.

El partido marchó al descanso con la sensación de estar siendo una moneda al aire, sin claro ganador ni perdedor. Hubo canastas de uno contra uno excelsas, como las de Adam Smith para los bilbaínos, pero sobre todo muchos puntos tras bregar en la pintura, con Melvin Ejim y Will Thomas tomando más responsabilidades por la lesión de gravedad de Augusto Lima, fuera toda la temporada.

Un mate a una mano de Jeff Whitey fue un oasis en el desierto, así como el triple posterior de Hakanson, porque impidieron al Unicaja engancharse a una de esas rachas anímicas que suelen traducir en parciales letales.

Sin Darío Brizuela, lesionado para este partido por un esguince de tobillo, el Unicaja estaba echando de menos la irrupción de su otro gran talento generador de puntos, Tyson Carter, o de los chispazos de Kendrick Perry, que con un dos más uno levantó al pabellón (56-50, minuto 27).

Con el juego a campo abierto donde siempre esta cómodo el equipo de Ibon Navarro, el Bilbao Basket no supo controlar las faltas personales y eso lo aprovechó el Unicaja para adquirir la máxima ventaja (70-56), siempre desde la solidez atrás.

Esa regularidad se mantuvo en el último cuarto, que tuvo demasiado parón por revisión de jugadas por parte del trío arbitral. La polivalencia de los malagueños volvió a catapultarles a la victoria en unos minutos de vértigo, con el Carpena casi lleno cantando al unísono, en estado de euforia por cómo juega y cómo gana su equipo.

Los minutos finales fueron para el ratito de demostración del joven Mario Saint-Supery y el debut de Rubén Vicente, otro producto de la cantera de Los Guindos y parte de la selección española sub-17 subcampeona del mundo en 2022.

92- Unicaja (23+19+28+22): Alberto Díaz (2), Carter (7), Djedovic (15), Thomas (14), Kravish (5) -quinteto inicial- Perry (9), Ejim (14), Osetkowski (10), Barreiro (3), Saint-Supery (1), Rubén Vicente (0). Kalinovski (12).

79- Bilbao Basket (20+21+15+23): Smith (15), Hakanson (14), Sulejmanovic (9), Rabaseda (1), Withey (7) – quinteto inicial – Francis Alonso (10), Barandalla (0), Kyser (8), Andersson (2), Reyes (8), Ubal (5), Rosa (0).

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