La reconstrucción interminable de los New Orleans Pelicans

New Orleans Pelicans’ Zion Williamson runs upcourt during the team’s NBA summer league basketball game against the New York Knicks on Friday, July 5, 2019, in Las Vegas. (AP Photo/Steve Marcus)

Una nueva temporada, y una nueva decepción. No ha transcurrido ni un mes de competición y los New Orleans Pelicans ya están hundidos en la clasificación con un balance de dos victorias y doce derrotas. Otro año que el conjunto dirigido por el novato Willie Green se va a quedar fuera de los Playoffs y con éste ya serán cuatro fuera de él

Los de Luisiana son un equipo sin carácter, sin alma. Un equipo débil que al menor contratiempo se disuelve como un azucarillo. Pero el principal problema para los Pelicans es que no se ven visos de esperanza a corto plazo.

Su jugador franquicia no ha debutado esta campaña, y todavía no se sabe cuando volverá a pisar una cancha de baloncesto. Éste no es otro que Zion Williamson. Sus imágenes de la semana pasada entrenando, pasadísimo de peso, no hacen ser optimistas sobre su regreso a corto plazo.

Otro jugador capital para los Pelicans es Brandon Ingram, qué debido también a las lesiones, se ha perdido la mitad de los partidos de este curso. Sus más de veinte puntos por partido de media, han sido una baja que ha lastrado mucho a los de Nueva Orleans.

Ingram recaló en la franquicia en el traspaso de Anthony Davis a Lakers junto a Lonzo Ball y Josh Hart. Un traspaso en el que el bueno de Brandon ha sido la única nota positiva. Lonzo ya no está (en Chicago lo está bordando) y Hart no ha terminado de explotar siendo claramente un jugador venido a menos.

El único hombre que está tirando del carro en este inicio de competición está siendo el pívot Jonas Valanciunas. El lituano traspasado a los Pelicans por Steven Adams, con sus veinte puntos y casi catorce rebotes de media, es el único motivo de felicidad para una afición carente de alegrías.

El resto del roster de los de Nueva Orleans no invita al optimismo. Los Nickeil Alexander-Walker, Devonte’ Graham, Garret Temple, Herbert Jones… no son jugadores de calidad suficiente para hacer de estos Pelicans un equipo competitivo.

A esto su entrenador Willie Green, en su primera temporada no está aprovechando lo suficiente los activos de los que dispone. El checo Tomas Satoransky, con larga carrera en la NBA, no dispone de la confianza del coach y sobre todo sorprende el ostracismo del español Willy Hernangómez, prácticamente inédito este curso. Green, ha preferido apostar por el irregular Jaxson Hayes en el puesto de pívot suplente, en lugar del español, que cuando ha dispuesto de minutos, ha cumplido holgadamente.

Con todo este panorama, se prevé una larga travesía por el desierto para los de New Orleans y muy a mi pesar, estamos ante otro caso de interminable reconstrucción de una franquicia.

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Parte médico: Andrew Goudelock

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