Michael Jordan, del primer al último baile (16): 45 puntos, nace LeBron James, brilla Arlauckas habla Lalo Alzueta

En diciembre de 1984, Michael Jordan clava 45 puntos a los Cavs, nace LeBron James, Lalo Alzueta pide sus juguetes de Reyes (tiene casi 5 años) y Joe Arlauckas hace historia en la Universidad de Niagara. El mundo del baloncesto es muy grande, cabe de todo. Viajemos con el compañero Lalo como opinión invitada

Jordan es rookie pero no uno cualquiera. Sí, eso ya se sabe durante esta temporada 1984-1985 pero… el 27 de diciembre se sabe todavía mejor: logra 45 puntos para ganar ante los Cleveland de Melvin Turpin (un primera ronda de 2,11 m. que, como diría Andres Montes, se dejaba llevar, tanto que acabó en el CAI Zaragoza de 1988-1989).

Por segunda vez en tres meses, el 23 de los Bulls anota 45 tantos cuando su promedio en esa etapa es de 25,1, siendo el séptimo máximo anotador de la liga por entonces. Esa noche, Michael toca el cielo para escribir el primer capítulo de la maldición que los Cavs sentirían durante años frente a él (para más información, pregunten a Craig Ehlo).

Y apenas 24 horas después de que Michael Jordan clave (en vano) 21 puntos a los Hawks el 29 de diciembre de 1984… nace en Ohio, el día 30, un bebé al que llamarán LeBron Raymone James. Hoy, tras ganar su cuarto anillo, James es aún más comparable con Jordan. Así que, abrimos un one on one estadístico entre los primeros 30 partidos como rookie de uno y otro. La cosa tiene enjundia y cierto morbo.

Draft, la lógica y el tiro en los pies de Portland.
Jordan fue el nº 3 del draf de 1984. Houston decidió quedarse con Olajuwon como nº 1. Al mismo tiempo, los directivos de Portland se pegaron un tiro en los pies, argumentando que era mejor escoger al siete pies Sam Bowie como nº 2 que a Jordan, argumentando que ya tenían a un emergente alero saltarín en la plantilla, Clyde Drexler. Así se escribe la historia. Y la histeria.

LeBron James cumplió los pronósticos y fue elegido nº1 del draft de 2003, que tuvo como nº 2 a Darko Milicic, gigante serbio que acabaría promediando luego 6 puntos durante 10 grises años de carrera NBA. El top five de esta lotería fue de tumbar al suelo de la impresión: Chris Bosh nº 4 y Dwyane Wade nº 5.

Michael Jordan llega a la NBA de 1984 con 21 años. Lo hace después de tres años en North Carolina, ganando el título de la NCAA en su año de estreno, aquel de su mítica suspensión decisiva, bautizada como The Shoot. LeBron, por su parte, aterriza en la liga en 2003, con 19 abriles, casi 20. El mundo cambia. El siglo XXI late repleto de urgencias y Lebron se salta la Universidad.

Dos malos equipos pero Jordan mejora más al suyo.
James juega 43 minutos en su debut NBA pero pierde con los Cavs por 92-106 ante los Kings. Eso sí, por si hay dudas de su talento juvenil, firma ese día 25 puntos, 6 rebotes, 9 asistencias y 4 robos.

Jordan se estrena de otro modo. Lo suyo es un cuento de hadas casi perfecto y como tal… su estreno tenía que ser una victoria. Firma 16 tantos, 6 rebotes, 7 asistencias y 2 tapones en 40 minutos para liderar el triunfo de los Bulls ante los Bullets por 109-93 en la primera jornada del curso 1984-1985 cuando, aquí, un jugador de su misma edad, Jordi Villacampa. está a punto de hacer historia por algo imprevisto, dar su nombre a unas zapatillas de la marca alicantina Kelme. Allí, y acá, el baloncesto mueve cada vez a más público. Eso equivale a más dinero y más patrocinios.

En sus primeros 30 partidos, el icono de Akron promedia 20 puntos, ganando solo en 10 de esas jornadas y jugando una “minutada”, con algo más de 40 min. por cita. Es decir, suma dos minutos más por noche que Jordan. El líder de los Bulls 1984-1985 lidera una franquicia casi igual de mala que los Cavs de 2003-2004 pero con mejor balance: 16 triunfos en sus primeros 30 duelos.

Niagara, con Joe Arlauckas, noquea al Saint John’s de Mullin.
Dos años menos que Jordan tiene Joe Arlauckas, un 2,06 muy móvil nacido en Rochester, Nueva York, que durante ese diciembre de 1984 desata la euforia entre los fans de la Universidad de Niágara. Joe, que gusta de jugar con una camiseta de manga corta bajo la elástica de los llamados Purple Eagles, lidera al equipo en un triunfo histórico para los suyos: superan a Saint John’s, en cuyo roster están Chris Mullin y Walter Berry, quienes durante ese curso ganan todo lo que juegan salvo ese duelo ante Niágara y sus tres encuentros con la poderosa Georgetown.

Arlauckas fue luego elegido bajo, en la cuarta ronda del draft de 1987. David Robinson sale nº1 y Scottie Pippen nº 5. Joe se resarciría luego de ese sopapo cuajando una gran carrera en Europa, con paso por la ACB desde clubes como Caja de Ronda (Hoy Unicaja; 1988-1990), Baskonia (1990-1993) y Real Madrid (1993-1998). Y tras colgar las zapatillas, le vimos de comentarista en TVE junto a Lalo Alzueta, formando una divertida pareja entre cuyas charlas salió más de una vez el nombre de Michael Jordan.

Lalo Alzueta, periodista, al habla.
“Sí, hablé con Joe muchas veces sobre Jordan porque confieso que soy muy mitómano”, nos cuenta quien hoy trabaja como narrador de la Euroliga en DAZN. La edad dorada de Jordan pilla a Lalo creciendo, pasando de niño a adolescente. Y cuando tiene 18 años, Jordan anuncia su segunda retirada al acabar el curso 1997-1998.

Alzueta entra en la Universidad Complutense de Madrid para licenciarse en Periodismo. Durante su etapa ahí, llega el regreso del mito en 2001, el año del inicio del euro y el del debut de Pau Gasol en la NBA con Memphis.

Lalo Alzueta: “La vuelta de Jordan a la NBA al fichar por los Washington Wizards de 2001-2002 me pilla trabajando en Radio Marca durante los primeros meses de vida en la emisora. Como profesional, recuerdo el enorme revuelo y el programa especial que montamos con relación al regreso de MJ. Y como aficionado, recuerdo que tenía unas ganas locas de verlo de nuevo en la cancha”.

El All Star en que se olvidaron de MJ.
En el año 2002, Jordan fue superado en votos para el All Star por Vince Carter, Shaquille y Kobe, estrellas con quienes convivirá a partir de 2003 un LeBron James todavía está en el instituto. Jordan es Jordan en 2002 pero su eco mengua. Es decir, sufre el olvido de muchos. Lo revisas y te asombra. Nuestro invitado coincide.

Alzueta: “La verdad, a mi también me sorprende recordar la votación de ese All Star de 2020 pero eso viene a demostrar la poca o nula memoria que suele haber entre los aficionados. La retirada de Jordan, empujó a muchos a la búsqueda de nuevos ídolos. Y como se comprobó en los votos, algunos ya los habían adoptado”.

Jordan, un Marlon Brando en los Washington Wizards.
En su primer partido del retorno, MJ anotó 19 puntos, añadiendo 5 rebotes, 6 asistencias y 4 robos en 37 minutos de partido donde los Washington (con Tyronn Lue entre los suplentes) cayeron por 91-03 ante los Knicks de Mark Jackson y Latrell Sprewell. Fue una etapa dura para la bandera del baloncesto en la década previa pero Lalo (Abelardo Daniel Alzueta Jaro), revaloriza su esfuerzo y añade una metáfora de cine para describirlo.

“De ese Jordan final, comparado con el de los años 80 y 90, me gustó su ilusión por jugar, por competir, por disfrutar del juego más allá de la presión o la exigencia de ser el número uno. Era como ver a un gran actor, al que ya se le pasaron los papeles de protagonista principal, pero que aún resultaba un reclamo como secundario de lujo. Fue como ver esos pequeños papeles del gran Marlon Brando en sus últimos años”, concluye Lalo Alzueta, periodista madrileño que tras casi 10 años en TVE, hoy aparte de narrar baloncesto, también es conocido por su labor en los partidos del World Pádel Tour. Eso sí, aquí reivindicamos su faceta dentro del baloncesto, donde ahora mismo comparte planos en DAZN con Piti Hurtado, Rafa Muntión o Berni Rodríguez, entre otros.

Por Xabier Sanmartin Cuevas, autor del libro Aquellos Maravillosos Aros [63 reportajes sobre grandes protagonistas del baloncesto de los años 80 y 90 de ACB, NBA…]

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