Spanoulis será homenajeado como nueva leyenda del baloncesto de la Euroliga

Vassilis Spanoulis, un pionero cuyo exquisito talento y sincronización marcaron una época en el juego internacional, se convertirá en la nueva Leyenda del Baloncesto de la Euroliga el miércoles, cuando el equipo al que llevó a nuevas cotas la pasada década, el Olympiacos Piraeus, abra los playoffs en casa

Spanoulis, tres veces campeón continental, MVP de la Final Four y jugador de la década de la Euroliga, cuyas ocho temporadas en el equipo de la Euroliga son las más numerosas para cualquier jugador de este siglo, será honrado ante un mar de sus adoradores rojiblancos cuando el Olympiacos reciba al AS Mónaco en el primer partido de su serie al mejor de cinco en el Estadio de la Paz y la Amistad.

Spanoulis se convierte en el octavo jugador que recibe la máxima distinción de la Euroliga de Baloncesto, tras Theo Papaloukas, Juan Carlos Navarro, Ramunas Siskauskas, Sarunas Jasikevicius, Dimitris Diamantidis, Mirsad Turkcan y Felipe Reyes. El fallecido Dusan Ivkovic, uno de los entrenadores de Spanoulis en el Olympiacos, también fue honrado como Leyenda del Baloncesto de la Euroliga.

Entre su larga lista de logros en la Euroliga, Spanoulis terminó su carrera como líder de la competición en seis categorías estadísticas en el momento de su retirada el pasado verano: puntos (4.445), tiros libres lanzados (1.131), faltas lanzadas (1.583), índice de rendimiento (4.183), asistencias (1.607) y tiros de campo lanzados (1.403). Sigue siendo el líder anotador de todos los tiempos de la Euroliga gracias a que ha promediado 12,4 puntos a lo largo de 15 temporadas.

Spanoulis comenzó su carrera en el club de su ciudad natal, Larissa, y también jugó en el Maroussi antes de incorporarse al Panathinaikos de Atenas en 2005. Tras un breve paso por el Houston de la NBA, Spanoulis condujo al Panathinaikos al título de la Euroliga en 2009, obteniendo por primera vez el honor de MVP de la Final Four. Spanoulis se unió al Olympiacos en 2010 y jugó con los rojos durante 11 temporadas que le consagraron como uno de los grandes líderes de la historia del baloncesto.

En su segunda temporada con el Olympiacos, Spanoulis dio una asistencia en el último segundo a su compañero de equipo Georgios Printezis para completar una remontada de 11 minutos y 19 puntos para sorprender al favorito CSKA de Moscú en el partido por el campeonato de la EuroLeague de 2012, lo que supuso el único título de un gran club de baloncesto internacional ganado en el último tiro de la temporada. Los aficionados a la Euroliga lo eligieron como la jugada de la década.

Un año después, Spanoulis dio la vuelta al partido de la Euroliga de 2013 como anotador, anotando todos sus 22 puntos después del descanso cuando el Olympiacos borró una desventaja de 17 puntos contra el Real Madrid para convertirse en el segundo campeón de la Euroliga que repite en dos décadas. Sus galardones de MVP de la Final Four en 2012 y 2013 le convirtieron en el segundo jugador, después de Toni Kukoc, en ganar este premio tres veces.

Spanoulis fue nombrado MVP de la Euroliga 2012-13 y elegido en el primer equipo de la Euroliga en tres ocasiones: en las temporadas 2011-12, 2012-13 y 2014-15. También obtuvo honores del Segundo Equipo All-EuroLeague en 2005-06, 2008-09, 2010-11, 2013-14 y 2017-18. Fue elegido MVP del mes en febrero de 2012, noviembre de 2012 y octubre de 2014. Spanoulis llevó al Olympiacos a otros dos campeonatos, en 2015 y 2017.

Spanoulis también ganó siete títulos de la Liga griega y cuatro de la Copa griega, condujo al Olympiacos a la corona de la Copa Intercontinental en 2013 y ganó tres medallas con la selección absoluta griega: el oro en el EuroBasket 2005, la plata en el Mundial 2016 y el bronce en el EuroBasket 2009.

En la actualidad, Spanoulis ejerce de entrenador jefe de equipos especialmente seleccionados de estrellas juveniles internacionales en cada prueba clasificatoria y en la fase final del Torneo Adidas Next Generation de la Euroliga de Baloncesto 2021-22.

Más que por sus números, Spanoulis será recordado para siempre como uno de los mejores jugadores de la historia.

En los momentos cruciales de los partidos más importantes -cuando todos los rivales y aficionados sabían quién iba a ser el decisivo- Spanoulis casi siempre cumplía. Su magistral uso de los “pick-and-rolls” para anotar en el aro o acumular asistencias sólo era comparable a su feroz puntería como tirador, cuyos triples de lado eran imitados en todo el mundo.

Ningún aficionado que haya tenido la suerte de seguir su carrera olvidará la dulce expectación -o el pavor, si el suyo era el otro equipo- que sentía cuando el balón llegaba a sus manos cerca del final de los partidos de la Euroliga. Cuando la presión era mayor y se exigía brillantez, nadie se encontró con el momento tan a menudo como Vassilis Spanoulis.

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