El equipo de Luis Guil tuvo que trabajar duro para imponerse a una Selección de Mali que planteó una batalla mucho más dura y física de lo que reflejó el marcador final en una tarde que encerraba tras de sí el tercer triunfo consecutivo para un Selección Española que llegará de este modo invicta y como líder de grupo a las eliminatorias por las medallas
Tras los dos triunfos iniciales cosechados ante Japón y Canadá y con la primera plaza del grupo ya asegurada, la Selección Española no bajó los brazos para poder certificar su tercer y definitivo triunfo de la fase de grupos ante una Selección de Mali que no pudo neutralizar el buen trabajo de los hombres de Luis Guil.
Rigor defensivo para marcar el camino a seguir (17-7)
Había sido uno de los hombres más importantes del último encuentro ante Canadá y, como si de una prolongación del mismo se tratara, Aleix Font irrumpió muy fuerte en el último encuentro de la fase de grupos anotándose un triple con el que abrir el marcador. De este modo, España opositaba al mando de un choque en el que la defensa acompañó al buen trabajo en ataque llevando a la Selección de Mali a necesitar cerca de tres minutos para poder anotar sus primeros puntos (7-2). La buena mano de Eric Vila durante todo el campeonato se dejó notar igualmente en esta ocasión con 4 puntos que sirvieron a los de Luis Guil para seguir sumando durante el tramo medio de un primer periodo en el que el plantel africano intensificó su labor bajo los aros obligando a España a tirar de circulación de balón para que Pol Figueras sorprendiera desde fuera (12-4). A base de un buen trabajo en el rebote defensivo España no concedió segundas opciones a su rival alcanzando pronto la barrera psicológica de los 10 tantos de diferencia ante un rival que poco pudo hacer ante el buen momento de nuestra Selección (17-7).
Mali resurge para elevar la exigencia (13-15)
Parecieron cambiar ligeramente las tornas tras el primer paso por los banquillos durante algunos minutos de un segundo acto en el que Mali incrementó sus esfuerzos defensivos para poder alejar a España de los aros. Con el equipo probando fortuna desde más allá del 6,75, los porcentajes de acierto se redujeron ligeramente y eso se notó en el electrónico con el rival recortando diferencias ante un equipo nacional que, sin embargo, generó a través de la velocidad de su juego (21-17). Paró Luis Guil el encuentro para tirar de pizarra y poder reordenar ideas en el juego de su equipo y pareció dar los frutos deseado un parón en el juego que desembocó en un nuevo triple a cargo de Tomaic (24-18). Movieron ambos técnicos su banquillo a la búsqueda de nuevas opciones tanto en defensa como, especialmente en unos ataques ligeramente atascados y en los que Mali tomó un nuevo impulso aprovechando sus opciones desde el 4,60 (26-22). No se dio por vencida la Selección Española y con un buen trabajo defensivo y un buen uso de las manos en las líneas de pase provocaron los errores necesarios en su rival para poder elevar la exigencia en un tramo final en el que recuperar diferencias antes del descanso (30-22).
Ante la dificultad, paciencia y constancia (11-14)
El paso por vestuarios pareció no sentarle del todo bien a un encuentro que vio cómo su incremento anotador del tercer cuarto se limitó durante los tres primeros minutos de juego a acciones desde el 4,60. Tan sólo la buena mano de Molins pudo romper la mala racha en la que se encontraba sumido el encuentro con una primera acción que, sin embargo, llegó acompañada de una nueva falta personal que enviaba al jugador español al banquillo (33-24). Eran momentos de dificultad para uno y otro equipo y, con un estrecho margen en el marcador, el encuentro entraba en un momento decisivo para sus protagonistas. Con todo en el aire, Mali apostó por poder dar un paso al frente desde la defensa para recortar paulatinamente las diferencias hasta colocare de nuevo a rueda de su rival (35-34). De nuevo el tiro libre volvió a ejercer como aliado tras un tiempo muerto en el que Luis Guil fijó objetivos a corto plazo, unas indicaciones que Tomaic pareció entender mejor que nadie con un nuevo triple con el que devolver las aguas a su cauce (41-36).
Contundencia para lograr el objetivo final (21-7)
Con unos pocos puntos de renta pero con el triunfo aún en el aire, la Selección Española afrontó con firmeza un último cuarto en el que la alta exigencia física de Mali obligó al equipo nacional a ofrecer su mejor versión. El buen entendimiento entre Vila y Banaclocha en ataque aportó oxígeno al equipo español pero tuvo que ser un nuevo lanzamiento exterior de Eric Vila el que otorgara el empuje necesario para afrontar los últimos 5 minutos con una cierta tranquilidad (49-41). Mali paró el partido pero, para entonces, la Selección se encontraba ya en su mejor momento del partido, seria en defensa, efectiva en carrera y acertada de cara a un aro que les entregó muy pronto su máxima del partido a dos minutos del final (55-41). Desde ese momento, todo fue rodado para los de Luis Guil cerrando de manera definitiva tanto el triunfo como su paso a las eliminatorias por las medallas como invictos (62-43).
Nota de prensa FEB
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