Viendo la vertiginosa mañana de baloncesto, uno de los grandes clásicos del baloncesto se veía como la situación ideal para seguir con el día de competición y todo lo que suponía tener una final continental en juego pese a que la perspectiva parecía desnivelada por lo visto en el torneo en cuanto al físico se refiere pero, en días así, todo influye. A pie de pista con José Ramón Alba Benlloch
El partido comenzó con dominio por parte del conjunto español, estableciendo un juego coral y compacto en ambos lados de la pista que les servía para poder mantener el ritmo contra el físico del conjunto galo, con Andrea Vilaró (forzando la primera falta de Rupert) y Maria Araújo entrando en el quinteto titular para dar una primera toma de contacto que pudiera evita que Iliana Rupert, Migna Touré y Janelle Salün pudieran reventar el ritmo de juego de inicio como contra Lituania y en el resto del torneo, pese a que los tiros fueron entrando y Awa Fam, Alba Torrens y Mariona Ortiz respondieran en la medida de lo posible. Al final del primer cuarto, el empate a 18 mostraba la igualdad vista en pista.
Al inicio del segundo cuarto, el conjunto dirigido por Jean-Aime Toupané se hizo fuerte con sus recursos para evitar que la exigencia táctica del equipo español, anotando tiros bajo el aro con relativa comodidad, pudiera trastocar los planes previstos, con el equipo entrenado por Miguel Méndez sabiendo gestionar esfuerzos y cometiendo las faltas necesarias para que Fam, Raquel Carrera, Elena Buenavida y Helena Pueyo sumasen en la medida de lo posible. Al descanso el marcador era de 38-31.
Tras la reanudación, Iliana Rupert y Awa Fam empezaron igualando posturas tanto táctica como, de nuevo, físicamente y en la selección de tiro, donde todo el acierto exterior de ‘La France’ y el cerrojo defensivo que habían puesto Awa Fam y Raquel Carrera con diversos tapones, pese a que la circulación de balón a veces era densa y las pérdidas, junto a la falta de rebotes ofensivos, seguían sin permitir al equipo español aprovechar la mala racha del equipo tricolor en el tiro. Alba Torrens y Fam seguían sumando cerca del aro en la medida de lo posible (con Aina Ayuso teniendo que salir del partido por un golpe), con Valeriane Ayayi, Mariame Badiene o Migna Touré tratando de mantener una remontada aurirroja que parecía estar al caer. Helena Pueyo volvió a poner a España por delante y una canasta más de Alba Torrens, de robo más contraataque marca de la casa, dejó un marcador de 46-49 al final tercer cuarto.
Al inicio del último cuarto, Migna Touré y un gran trabajo coral galo parecían volver a querer tomar el control el partido, con Alba Torrens sacando canastas tras robo como podía, con la intensidad defensiva del equipo de rojo en el partido trataba de igualar la presión total que sufría en el otro lado de la pista. Helena Pueyo y Erati Etxarri sacaron tiros imposibles para empezar a sacar ventaja, logrando llegar a un 55-52 a cinco minutos para terminar el tiempo regular.
Con Ayayi acercando posturas, provocando un minuto de pausa de las vigentes finalistas del torneo y la consecuente salida triunfal con los aficionados del país vecino desplazados a Grecia, mayoría en las gradas del encuentro, con la resistencia del equipo español viendo los fallos cerca del aro propio y un triple descomunal de Fam, con Touré premiando el esfuerzo de sus compañeras al rebote con dos puntos bajo el aro y con Fam, tras el primer rebote ofensivo del equipo del partido (a 2:40 para final del partido) a su compañera en Valencia y en el año de cesión en Gernika, una Elena Buenavida que anotó un triple vital provocar un nuevo tiempo muerto de Toupane, tras el que Salaün sumó tres tiros libres y Bernies aprovechó la intensidad defensiva para sumar un triple, respondido por Mariona Ortiz y respaldado por un rebote de Fam (siempre ahí para sacar a su equipo de los apuros en ambos lados de la pista). Un tapón, antideportiva de Salaün sobre Ayuso no señalizada como tal, dos tiros libres de Torrens, una pausa más en el banquillo del equipo que había impuesto el ritmo del partido en la mayor parte del mismo, que tenía el balón tras una revisión, libre de Bernies, una falta sobre Rupert por no cerrar bien el rebote, metió uno y falló el otro. España estaba de nuevo en una final continental, 64-65 terminó el partido.


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