España supera el primer test con nota alta (58-55)

Victoria frente a Australia (58-55) en el primer partido de preparación en esa gira hacia el preolímpico, en ese viaje hacia un sueño llamado Juegos Olímpicos de Río. San Fernando vibró con un juego de España que mantiene una inercia favorable

Laia Palau anotó la primera canasta del partido, un triple lejano, preciso, ilusionante. Un triple que voló como la flecha dirigida hacia un objetivo soñado por todos, hacia ese preolímpico que nuestra Selección afrontará con tanta ilusión como ambición. El primer test lo afrontó España ante una potencia internacional como es Australia, que según parece anda con relevo generacional y ahí, casi sin pretenderlo, es donde se produjo la primera reflexión paralela al desarrollo del partido. Los relevos generacionales que vive la selección española son ordenados y constantes, sutiles hasta el punto de parecer imperceptibles, pero decisivos a la hora de combinar innovación y rendimiento. España se mantiene firme en lo alto del concierto internacional sabiendo incorporar nuevos talentos a un grupo sólido, consistente.

La puesta en escena de las nuestras (12-3 en el minuto 5) ofrecía otra nueva y prematura reflexión. La declaración de intenciones que este grupo hizo pública hace ya unos cuantos años se mantiene intacta. A saber, defiendo como leonas, con tanta inteligencia como agresividad, con lectura y anticipación, con responsabilidad individual y eficacia colectiva para, desde ahí, saber correr como nadie en el baloncesto femenino por delante del balón. Tiene España jugonas y atletas y mientras unas miran otras vuelan hacia la canasta rival. Al final del primer cuarto 20-10 con Australia, acostumbrada a ser una selección dominante, enfadada por no poder abusar de su fortaleza física, por encontrar oposición no sólo en la brega sino si no también la habilidad.

Nadie dijo que esa primera prueba iba a ser fácil, ni mucho menos. Nadie preveía un partido con viento a favor porque la competitividad del rival lo haría imposible. Mondelo rotaba como debe rotarse en la preparación y Australia sabía reducir diferencias antes del descanso (29-23) y en el tercer cuarto (37-32 el minuto 25). El partido poco a poco fue entrando en el terreno de lo real, de la competitividad máxima y lejos de parecerse a un amistoso de preparación por momentos se asemejó a cualquiera de esos retos que esta selección española ha afrontado y superado en los últimos años. Porque si algo caracteriza a nuestras jugadoras es que cuanta más adversidad, mejor nivel.

San Fernando disfrutaba con el carácter y calidad de España y con la emoción de un partido abierto, con Australia probando defensas zonales para atascar un ataque que nuestra selección mantiene ágil, fluido gracias a unos automatismos adquiridos gracias a los años de jugar juntas. Al final del tercer cuarto (43-35) con Mondelo disfrutando de la táctica, de las propuestas teóricas que encuentran casi siempre respuestas prácticas y las rivales, alternando defensas, rompiendo el ritmo de las nuestras y remontando hasta colocarse a un solo punto (43-42 minuto 33) sacando partido de la presencia física en la zona. A cinco minutos para el final (51-47) el partido ya era todo menos un amistoso. El partido entró en el desenlace con cinco puntos a favor de España (55-50, 37`) fruto de una excelente española, consiguiendo siempre cerrar los caminos hacia su canasta y sabiendo ser cada vez más fuertes bajo los aros. Y ya en los momentos definitivos España sabiendo ganar, un detalle final fundamental para afrontar partidos apretados.

Nota de prensa FEB

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