Ferrán Martínez: “De haber nacido diez años más tarde hubiera jugado en la NBA muchos años”

Tengo el orgullo y el placer de entrevistar a Ferrán Martínez. Uno de los mejores pívots europeos de todos los tiempos. Con una calidad y una variante de movimientos impropias del momento, Ferrán estuvo 17 años en activo. 156 veces internacional por España, destacan en su palmarés una Euroliga, siete Ligas ACB y una Liga Griega. Tras su retirada ha seguido teniendo éxito fuera de la cancha. Escritor, conferenciante y coach son un ejemplo de ello

Antes de comenzar, quisiera agradecer a Ferrán su predisposición para la realización de la entrevista

Ferrán, la primera pregunta que te quiero hacer es cómo te encuentras y sí te está influyendo mucho personal y laboralmente, esta pandemia que está azotando al mundo. 

Hola, gracias por la entrevista. Por suerte tanto yo como mi familia estamos bien y como a todos, la pandemia nos influye directamente en todos los ámbitos, tanto personales como profesionales. Lo más importante ahora mismo es que cada uno de nosotros actuemos con responsabilidad y sentido común para que la pandemia pase lo antes posible. En el aspecto profesional, lógicamente se han acelerado mucho las transformaciones ya previstas en cuanto a movilidad, comunicaciones y forma de reunirnos, tele trabajar o digitalizar tareas, algo que para quién se adapte y se anticipe, resultará positivo.

Comencemos por el principio de todo. ¿Desde pequeño tuviste siempre claro que querías ser jugador de baloncesto? 

Como todos los niños, de pequeño solo quería jugar con mis amigos, ya fuera a fútbol, baloncesto o cualquier deporte. Sí que me gustaba ir en bicicleta o hacer actividades con mis compañeros de clase. Fue a los 8 años cuando comencé a jugar al baloncesto en mi colegio Mireia CE de Montgat (Barcelona). Jugaba por hobby y no me había planteado ser profesional hasta que fiché por el infantil del FC Barcelona a los 12 años.

¿Dónde fueron tus inicios y a qué edad tomaste contacto con el baloncesto? 

Como decía, en mi colegio se creó una escuela de baloncesto, liderada por profesores y por Jaume Berenguer, que era el segundo entrenador del FC Barcelona, con Antonio Serra de Primer entrenador. Yo no lo sabía, únicamente me apunté al equipo, y estuvimos desde los 8 años a los 12 participando en la competición local (Barcelona y Badalona) y después en la de Cataluña. El primer año no competimos, únicamente hacíamos entrenamientos de técnica individual y fundamentos.

¿Qué jugador de baloncesto te marcó en la infancia y si hay alguno que lo haga actualmente? 

Yo ya era muy del Barça, y mis referentes de pequeño eran los jugadores del primer equipo como Epi, Sibilio, Solozabal, Flores, De La Cruz etc… Sí que es cierto que, en el colegio, venía a veces Lluís Cortés (segundo entrenador de la selección Española de Baloncesto), y nos traía películas en súper 8 de la NBA, algo desconocido en España a finales de los 70. Los veíamos con el equipo del Mireia Montgat y alucinábamos. Allí descubrí y me influyeron jugadores como Abdul Jabbar, Magic Jonhson, Larry Bird o Julius Erving, mis referentes de pequeño.

¿Fue para ti un gran cambio el pasar del baloncesto amateur al baloncesto profesional y de alta competición? 

Fue todo muy rápido. Pasé de pedir autógrafos después de los partidos del Palau Blaugrana cuando jugaba en el infantil a entrenar con ellos. El gran cambio fue cuando estaba jugando la final del campeonato de España en Almería, donde anoté 63 puntos en la final, y directamente el entrenador del primer equipo del FC Barcelona, Antonio Serra, que tenía de segundo a Manolo Flores, me llevó a hacer la pretemporada con el primer equipo del FC Barcelona. Gané 3 campeonatos de España consecutivos (infantil, juvenil y júnior) siendo MVP de todos ellos, pero ya con 16 años Antonio Serra me hizo debutar en un partido de Recopa de Europa.

¿Fue Ferran Martínez un pívot avanzado a su tiempo? Yo, personalmente así lo creo. El gran tiro exterior y la extensa gama de fundamentos que tenías, así me hacen pensarlo.

Sí, creo que así fue. Tenía una base de técnica individual inculcada por entrenadores de la escuela yugoslava de Ranko Zeravika (que marcó los parámetros en el FC Barcelona al ser él entrenador formador de Sibilio, Epi o Solozabal) y que Jaume Berenguer, Miquel Nolis, Pere Pardina, Josep Claret y otros entrenadores, introdujeron en el Barça. Desde infantil tuve mucha facilidad para botar, anotar o ser creativo en la cancha, en unos tiempos donde los pívots se dedicaban más a bloquear, lanzar de debajo el aro o rabotear. A mí me gustaba hacer de todo.

Una vez enrolado en las filas de aquel mítico Barcelona de los Epi, Solozabal, Norris… A toro pasado, ¿Crees que se ha valorado lo suficiente todo lo conseguido por ese equipo? Tengo la sensación qué al no conseguir la Copa de Europa no se os valoró cómo debiera y tenía un gran mérito luchar de tú a tú ante aquella legendaria Jugoplastika.  

Pienso que fuimos una generación mítica, y que desarrollamos un baloncesto espectacular y moderno. Pude explotar en mi juego teniendo mucho protagonismo y minutos al lado de pívots como Norris y Wood, y Jiménez. Jugábamos con el triple post Norris-Jiménez- Ferran, y Epi o Sibilio más Solozabal o Costa, un equipazo. Ganamos la Recopa de Europa y la Korac. Nos faltó la Copa de Europa, aunque sinceramente, no lo achacaría solo al poder de la Jugoplastika. Nosotros teníamos mejor equipo en los primeros años, que ellos (La Final de la Final-Four de Zaragoza o Paris) y teníamos que haber ganado una al menos, tras desplegar un gran juego toda la temporada, pero no lo hicimos. Por suerte yo pude conseguirla con el Joventut de Badalona en el 94, contra el Olimpiakos, y fue uno de los mejores partidos de mi vida, (siendo máximo anotador y reboteador de la final con 17 puntos y 10 rebotes y MVP), y me saqué esa espina. Creo que la historia fue injusta con jugadores cono Epi, Solozabal, Sibilio, De La Cruz, Norris Jimenez etc… que hubieran merecido ser campeones de Europa. A mí me hubiera encantado tenerla con el Barça también, tanto la de Zaragoza 90, como la que perdimos en Paris 96 con el tapón ilegal a Montero.

Los años que estuviste en el Joventut coincidiste también con un equipo de ensueño, sobre todo para la gente de Badalona. ¿Crees que la consecución de la Euroliga coincidió con la mejor versión cómo jugador de Ferrán? 

Fue una apuesta arriesgada que hice de marchar del club de mi vida, el FC Barcelona, para ir al Joventut con el reto de hacer grande al equipo, y lo conseguimos. Badalona tiene una afición increíble y fue un orgullo estar allí 6 temporadas en dos etapas diferentes. Siempre quedará en la historia las dos ligas y la Euroliga en 4 años. Pienso que en el Barça y Joventut pude destacar consiguiendo títulos y a nivel individual también. En ambos clubes aprendí mucho al estar rodeado de grandes jugadores, y disfruté cada entrenamiento y partido que jugué. Como jugador valoro el hecho de contribuir en ambos clubes como titular o con muchos minutos, al éxito de los equipos, también, aparte de los grandes compañeros que tuve, a los grandes entrenadores y directivos que tuvimos.

En tú época cómo jugador, ¿Existían muchas diferencias entre jugar la Liga ACB y la Liga Griega?

Cuando fui al Panathinaikos (eran los campeones de Europa), el nivel de la liga griega era altísimo. Tenían mucho más presupuesto que en la ACB y jugadores de la NBA. Tuve la suerte de tener a Boza Maljkovic (que me fichó) de entrenador, y tener muchos minutos, al lado de jugadores como Jonh salley (Detroit Pistons), Byron Scott (Lakers) o Dino Radja (Celtics). La diferencia más importante era la presión ambiental, los campos a tope de gente y a veces peligrosos por el lanzamiento de objetos. Allí éramos como estrellas, y el baloncesto era el primer deporte, como una religión. Disfruté mucho aquellos años.

¿Tuviste alguna vez la oportunidad de ir a la NBA o en algún momento de tú carrera hubo algún rumor sobre el interés de alguna franquicia?

Si, tuve oportunidades, pero eran otros tiempos. En mi época en el FC Barcelona no había cláusulas buy-out y el Club nunca me dejó ir (tenía contratos largos). Cuando quedé MVP del Campeonato de Europa Júnior de Holanda, muchas franquicias contactaron, pero no fue posible. Entre ellas Chicago Bulls, Houston Rockets, o Indiana Pacers. En el año 98, estando en el Panathinaikos, estuve a punto de fichar por Toronto Raptors (estuve allí entrenando con ellos al lado de jugadores como Vince Carter entre otros) pero fue el año del Lock-Out de la NBA. Fue muy mala suerte, y decidí (para no arriesgar a estar un año en blanco) a volver a Grecia. De haber nacido 10 años más tarde hubiera jugado en la NBA muchos años.

Me gustaría que me dijeras, si es posible, aquel entrenador o jugador que ganara en las distancias cortas por su manera de ser o del que más hayas aprendido tanto dentro como fuera de la cancha. 

Como entrenador me marcó positivamente y aprendí mucho y me influyó, en etapas de joven, Jaume Berenguer y Miquel Nolis (por inculcarme también valores y las ganas de mejorar continuamente en todos los aspectos, dribling, bote, tiro etc). Maljkovic y Obradovic (por su filosofía de dureza mental y explotar el talento individual a favor del equipo), y de manera especial Antonio Díaz Miguel (apostó por mí en la Selección española absoluta con 17 años y fue uno de los responsables del éxito de mi carrera profesional). Mantengo mucha amistad e hicimos un gran tándem con Audie Norris, al que admiro y juntos hacíamos muchos uno contra uno. Gran jugador y persona. Y rivales a los que me enfrenté y que eran muy complicados de defender, como David Robinson, Shack O´Neal o Sabonis

¿Qué jugador o jugadores con los que compartiste vestuario o te enfrentaras a ellos, que pensarás “menudo dolor de muelas, a ver como lo paro esta noche”? 

Los que te decía antes, los más complicados, en la selección española (Juegos Olímpicos de Seul o Mundial de Toronto), fueros David Robinson, súper rápido y explosivo, o Shakille O´Neal, una fuerza de la naturaleza. Sabonis también era muy complicado, por su clase, inteligencia y porque era muy grande.

¿Nos podrías contar alguna anécdota de vestuario o alguna sucedida durante algún partido que recuerdes? Me vienen a la memoria aquellos partidos en Salónica con los aficionados muy encima. 

Si, en el FC Barcelona, hubo un partido de Copa de Europa que ganamos frente a Aris en Salónica, y tuvimos que salir corriendo con la mesa de anotadores a modo de escudo ya que empezaron a llover sillas (las arrancaron) sobre nuestras cabezas. Jugando en el Panathinaikos, en campo del Olimpiakos, nos tiraron desde bengalas, a teléfonos móviles y un grifo que arrancaron del lavabo. Todo bastante peligroso. La verdad es que la presión era brutal y en 4 años en Grecia me abrieron 3 veces la ceja por el lanzamiento de monedas. Me tuvieron que dar puntos. Pese a todo, guardo buenos recuerdos.

¿Y algún partido en que vieras el aro como una piscina y le tengas especial cariño? 

Tengo mucho cariño a los partidos, en los que, viendo el aro muy grande, como dices, fueron decisivos para ganar títulos. Uno de ellos obviamente la final de la Euroliga del 94 en Tel-Aviv, donde ganamos al Olimpiakos. Yo las metía de todas partes, de 2, de 3 (máximo anotador) o tras rebote ofensivo y Corny Thompson metió el triple decisivo. Otro partidazo especial fue la final de play-off de la liga ACB 94-95 en Málaga, donde estando contra las cuerdas con un 2-1 en contra (si perdíamos ese partido perdíamos la liga), anoté 26 puntos ante una presión del pabellón Ciudad Jardín brutal. Ganamos en un partido muy igualado y en Barcelona resolvimos y ganamos mi cuarta liga ACB con el Barça (en total gané 5 en el Barça, 2 en el Joventut y 1 con el panathinaikos)

¿Se prepara al deportista de élite para cuando le llega el día de su retirada? ¿Qué consejos le darías? 

Siempre explico que los deportistas de elite tenemos dos vidas, la de jugador y la real, que es cuando te retiras con 35 años aproximadamente. Es muy importante aprovechar los contactos que tienes mientras juegas y no dejar nunca de estudiar. Yo me di cuenta que pese a ser conocido, o tener grandes ingresos durante un periodo muy corto de tu vida, como jugador profesional, lo más importante es tener el control de tus finanzas y estar preparado para el futuro, formándote continuamente y aprovechando toda la red de contactos que eres capaz de generar cuando juegas y eres muy conocido. Por eso recomiendo tener inquietudes, pese a que cuando eres profesional vives las 24 horas del día para tu deporte, y seas capaz de rodearte de un buen equipo de confianza. También me dedico a ello, ayudando a deportistas de elite en su planificación actual y futura.

 

¿Sigues ligado de alguna manera al baloncesto? 

Si claro, sigo ligado al FC Barcelona como miembro en la asociación de veteranos del FC Barcelona. Hasta hace dos años jugaba con los veteranos, ahora soy entrenador, con compañeros como Roger Esteller, Galilea, Manel Bosch, Salva Diez, Norris etcétera. Jugamos partidos y torneos benéficos de veteranos, tanto en España como por Europa, llevando el nombre del Club por todas partes. Bueno, eso era antes de la pandemia. Esperemos que todo pase, que todos tengamos salud y que muy pronto podamos seguir con nuestras vidas con normalidad.

Y para concluir, el Ferrán actual ¿qué aficiones o hobbies tiene hoy en día? ¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre? 

Estoy viviendo en Andorra y muy vinculado a las inversiones en empresas de tecnología. Colaboro con el país andorrano para ayudar a crear un “ecosistema” para atraer el talento de compañías tecnológicas, o sea, crear las condiciones necesarias junto con el gobierno, para que Andorra sea un país que aparte del turismo, el esquí o la naturaleza, sea también un “HUB” de empresas como las que hay (salvando las distancias) en “Silicon Valley”. Tengo mis propias compañías como la multinacional inglesa Globatalent, donde unimos tecnología, deporte y finanzas, y otras como Entanglement Partners (computación cuántica), DeWocracy o Fangazing. Y soy embajador económico de la CEA (Confederación Empresarial Andorrana) para EE.UU, y miembro de Startup Grind (Google para Startups), la comunidad de emprendedores más grande del mundo. También asesoro a deportistas de elite a gestionar bien sus finanzas y hacer una buena planificación a futuro. En mi tiempo libre me gusta escribir (he publicado 5 libros, el último “13 canastas para ganar en los en los negocios digitales”), jugar a golf o ir en montain bike y sobre todo, estar con mi familia.