Final NBA 1992: Chicago Bulls vs. Portland Trail Blazers

Tras dos eliminatorias muy disputadas ante los Knicks y los Cavaliers, los Chicago Bulls afrontan su segunda final de la NBA consecutiva. Son los favoritos pero deben refrendarlo ante un rival que se presume temible. Les está esperando el mejor equipo del Oeste: los Portland Trail Blazers

Portland llega hasta ahí tras disputar unos playoffs bastante tranquilos. Resuelven de forma solvente sus respectivos emparejamientos iniciales con los Lakers (primera ronda) y los Suns (segunda). Más trabajo les supone eliminar en la final del Oeste a los Jazz de Stockton, Karl y Jeff Malone pero, tras hacerlo, encaran la gran final con ganas de luchar por el anillo, ese que dos años antes les robó Detroit. Estos Blazers estan liderados por el “Jordan del Oeste” el elegante Clyde Drexler, bien secundado por el base Terry Porter, y con Kersey, Buck Williams, Duckworth, Cliff Robinson y Ainge, como hombres fuertes en la rotación.

GAME 1. ¿QUIÉN PARA A MICHAEL JORDAN?

La final de 1992 se inaugura con una actuación explosiva de Michael Jordan. El escolta termina con 39 puntos y 11 asistencias. 35 de esos puntos entran en el aro en una primera mitad a recordar donde Jordan deja como icónica escena esa imagen donde arquea los hombros como señal de no saber cómo parar su exhibición en el triple (seis al descanso). Deja atónitos a los 18.676 espectadores que llenan el Chicago Stadium y decanta con claridad este primer partido (89-122).

La intriga se rompe en el tercer cuarto, cuando los Blazers reciben un parcial desfavorable de 21 puntos en doce minutos. Los Bulls no quieren comen- zar con derrota, como les pasó un año antes ante los Lakers y abren la final ante Portland arrollando,
Además de Jordan, en los Bulls sobresalen Pippen, que roza un triple-doble (24 puntos, 10 asistencias y 9 rebotes), Scott Williams (12 p. y 9 reb.) y Armstrong (11 p. y 6 asist.) ambos desde el banco.

En Portland sus estrellas no están a la altura prevista. Drexler se queda en 16 puntos con grises porcentajes de tiro, Robinson aporta 16 p. desde el banquillo, y entre Porter y Bryant añaden otros 23 p.

Al final de la confrontación, Jordan comenta: “No empecé el partido pensando que iba a encestar triples pero me dejaron solo y empecé a lanzar. Me sentí muy a gusto. Marqué mis puntos sin salir de nuestro esquema ofensivo. Cuando me dí cuenta de que no me iban a defender en la línea de tres puntos, comencé a correr hacia ella, a lanzar y a encestar. Estaba en otro mundo. Mis triples parecían ser tiros libres. No puedo explicar qué sucedió pero las estaba metiendo todas. Es un momento que nunca olvidaré”.

En el otro lado de la cancha Drexler solo puede rendirse a la evidencia: “Michael ha estado increíble. No contábamos con esto, por lo menos no desde la línea de tres puntos. Ni siquiera incluimos esa posibilidad en nuestros esquemas defensivos. Lo que Jordan hizo sucede tan sólo de vez en cuando. Es algo extraordinario”.

GAME 2. LA CORALIDAD DE LOS BLAZERS DOBLEGA A MICHAEL

Tras la exhibición de Michael, todo el mundo espera ver a unos Blazers más cen- trados, con un baloncesto más duro, más defensivo. Esa es su hoja de ruta para desencajar la euforia de los Bulls.

Los Blazers arrancan mejor con un buen primer cuarto que les permite mandar a lo largo y ancho de la primera mitad, llegándose al descanso con nueve puntos de renta a su favor.

Chicago no se duerme. En el tercer cuarto, se ponen por delante gracias a una furiosa reacción que encamina el partido hacia una victoria local, y más cuando Drexler es eliminado por faltas. Sin embargo, Jordan no tiene el acierto necesario cuando llegan los momentos del cara o cruz y la emoción se alarga con una prórroga que concluye con clara victoria de Portland.

Una de las claves de la derrota de los Bulls es la técnica pitada a Michael por sus protestas a los árbitros, lo que motiva una reacción positiva de Portland.

Jordan se siente avergonzado porque sus protestas se han oído a través de los micros de la mesa arbitral y al final del encuentro afirma: “Realmente fue una derrota decepcionante… Duele un poco perder como lo hicimos, pero si planeas ser campeón, tienes que contraatacar”.

Drexler, a quien algunos pedían tras el primer partido que jugase con mayor intensidad y mala uva para hacer más personales al aplicarse en defensa, ironiza con ello al valorar la victoria: “Si eso es todo lo que se necesita, cometer faltas para ganar, puedo hacerlo”.

Jordan anota 39 puntos, además de repartir 10 asistencias. Pippen y Paxson me- ten 16 p. cada uno. Y Grant se queda cerca del triple doble (10 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias).

En Portland, Drexler termina con 26 puntos, 8 asistencias y 7 rebotes. Lidera a los suyos jugando con rabia. Porter le ayuda en ataque con sus 24 p. Además, Williams (19 p. y 14 reb.) y Kersey (12 p. y 8 reb.) abarcan toda la pista con Duckworth como apoyo con sus 14 puntos y 8 rebotes, lo que finalmente decanta el resultado del lado de los Blazers tras un tiempo extra (115-104).

Es una victoria importante en cancha ajena que empata la final (1-1) justo antes de viajar a Portland.

GAME 3. EL PRIMER CUARTO, UNA LOSA PARA PORTLAND

Ya en tierras de Oregon, los locales tienen la oportunidad de darle un golpe de efecto a la final, pero, de nuevo, en ese momento donde debes ganar de forma imperiosa si quieres ser campeón, vuelve a salir el gen ganador de los Bulls. Chicago se ajusta mejor a un partido a pocos puntos, se mueve con más efectividad en la tensión por la victoria. Un anillo está en juego.

Drexler ofrece otra vez un gran nivel (32 puntos y 9 rebotes) pero esta vez sí que se siente realmente solo. Los Blazers se quedan por debajo de los 90 puntos, y así es realmente complicado ganar (94-84).

Phil Jackson resalta un aspecto concreto al explicar la victoria: “La defensa es lo que nos diferenció hoy. Pudimos hacer que fueran erráticos. Continuamos cre- yendo en nosotros mismos. La última derrota del viernes fue desmoralizadora pero los campeones se recuperaron. Pudimos hacer eso”.

Ainge, con 12 puntos desde el banquillo, Kersey, con 11 p. y 12 rebotes, son junto a Duckworth (11 p.) los únicos jugadores locales que, aparte de Drexler, logran pasar de los diez puntos.

En frente, entre Jordan, Pippen y Grant suman en conjunto 62 puntos y 23 rebotes y 13 asistencias, como los más destacados de Chicago.

GAME 4. LOS BLAZERS IGUALAN LA SERIE

El encuentro sigue la línea del anterior con un ritmo de tanteo bajo. Los Bulls em- piezan con una renta a favor de ocho puntos pero con el paso de los minutos los Blazers se adueñan del juego y… del resultado.

Mientras Jordan finaliza con 32 puntos (11/26 en tiros de campo) sin mucha ayuda salvo la aportación de Pippen (17 p.). Los Blazers, por el contrario, presumen de trabajo coral, un argumento que decanta la balanza a su favor.

Drexler hace una estadística de 21 puntos, 9 asistencias y 8 rebotes y junto a Kersey (21 p.y 5 reb.) forma la punta de lanza ofensiva del conjunto que entrena Rick Adelman, una labor grupal que completa Robinson, con 17 puntos y 6 rebotes. Triunfa Portland (88-93) y empata de nuevo la final (2-2).

Se ha visto a un Jordan muy cansado, con demasiados minutos en la cancha, ahogado por un Drexler muy acertado en su defensa, que valora así ese duelo: “Si juegas lo suficiente contra alguien, puedes aprender algunos de sus movimientos. Michael tiene unos dos mil. Esta vez acerté.”

Michael achaca la situación al cansancio: “Estaba un poco sin aliento. Jugué muchos minutos (44 minutos). Tuve que jugar más por los problemas de faltas de Scottie. Realmente no tenía las piernas para lanzar los tiros, a pesar de que tenía buenos tiros”.

GAME 5. JORDAN DA UN GOLPE MORTAL A LA FINAL

La final llega empatada a un quinto partido donde los Chicago Bulls desean dar un golpe de autoridad en la eliminatoria. Los de Jackson salen con fuerza. Hacen 39 puntos en los primeros doce minutos y toman una ventaja de 13 puntos. Llegan luego otras rentas mientras Portland derrocha esfuerzo por llegar con opciones a los minutos finales.

Jordan es un azote ofensivo, Pippen cumple en todas las facetas del juego y el banquillo funciona mejor de lo habitual.

Los Blazers intentan por todos los medios acercarse y jugar sus bazas pero Chi- cago domina de principio a fin hasta el definitivo 119-106.

Michael Jordan, una absoluta pesadilla para la defensa local, clava 46 puntos, a pesar de que se tuerce el tobillo al empezar. Y Pippen hace de todo y todo bien para contribuir con 24 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias.

Por parte local, Drexler, mete 30 puntos y captura 10 rebotes en su intento de plantar cara en su particular duelo contra Jordan.

Porter suma 17 p. y 8 asistencias, Kersey aporta 14 p. y 12 rebotes, Ainge anota 14 puntos desde el banco, Duckworth 13 p. y Robinson 11 p.

El ir siempre por debajo en el marcador genera una presión añadida para los Blazers, tal y como admite Drexler tras el encuentro: “Sientes un dolor de cabeza constante cuando estás tratando de no estar siempre por debajo en el marcador. Ejerce mucha presión en tu ataque y en tu defensa”.

Jordan considera que han alcanzado la magnitud apropiada para ganar partidos: “Esa es la arrogancia que adquirimos, en cierto sentido, al ganar el año pasado. Esa confianza en nosotros mismos de que cuando necesitamos una victoria, jugamos al baloncesto. Y así ha sido”.

GAME 6. BACK TO BACK PARA LOS BULLS

Ya de vuelta a Chicago, en el sexto partido, los Blazers van por delante durante muchos minutos del encuentro pero el Chicago Stadium es una olla a presión y les va minando la moral poco a poco.

Ante la oportunidad de un segundo anillo que se toca con los dedos, ese clima se convierte en la espoleta para que los Bulls entren crecidos en los últimos minutos, cuando se decide la suerte del encuentro, demostrando que tienen una marcha más. En el último cuarto, un parcial de 14-33 permite que Chicago, con muchos reservas en pista, consiga remontar una desventaja de quince puntos.

Portland, que finalmente claudica, cae ante unos Bulls entregados a su afición y a diferencia de su triunfo en 1991 ante los Lakers, ahora sí pueden disfrutar del éxtasis que se siente al ganar un campeonato en casa. El partido termina con 93-97 y la final se cierra con un balance de 4-2.

Todo el juego de Portland pasa por Kersey (24 puntos y 9 rebotes), Drexler (24 p. y 8 reb.) y Porter (22 p.) al frente de una rotación de solo siete jugadores.

En Chicago, los jugadores más relevantes son Michael Jordan, que consigue 33 puntos, Scottie (26 p.) y Paxson (13 p.) aunque en la retina de todos los aficionados quedará de por vida ese momento crucial de la remontada de los Bulls teniendo en pista a suplentes como Armstrong, King y Hansen.

El MVP de la final es de nuevo para Michael Jordan, que concluye la serie con unas contundentes medias de casi 36 puntos, 7 asistencias y 5 rebotes.

Pippen aporta unos números muy completos, 21 puntos, algo más de 8 rebotes y casi 8 asistencias. Paxson ayuda en ataque y en la dirección, con 10 puntos. Y Grant lo hace en la pintura (9 p. y 8 reb.).

En Portland, como a lo largo de toda la temporada, el ataque está más repartido. Drexler firma 24 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias; Porter, 16 p. y 5 asist.; Kersey, 15 p. y 9 reb.; Robinson y Ainge, meten diez cada uno, y Duckworth, 9 p.

Dictada la sentencia, Pippen alaba a su entrenador, Phil Jackson por su facilidad para gestionar el grupo: “Phil siempre tiene la fórmula para sacar psicológicamente a los oponentes del juego”.

Y explica lo bien que sienta ganar al anillo como local: “Eso probablemente fue lo mejor. Cuando estás fuera, escuchas lo que hacen los fans pero ser parte de eso y estar aquí en la ciudad, celebrarlo y estar aquí en la cancha con ellos… fue muy divertido”.

Jordan como líder, prefiere destacar que, cuando se fueron definitivamente en el marcador tenían un equipo en pista con Bobby Hansen, Stacey King y BJ Armstrong mientras él, posterior MVP de la final, estaba en el banquillo: “Solo estaba animando de la misma forma en que ellos lo hubieran hecho si yo hubiera estado en el partido.”

Drexler, con su elegancia habitual, explica de esta manera el porqué de la derrota: “Fueron muy agresivos en el último cuarto. Y cuando los fans animaron… pudieron encontrar el camino y fue realmente difícil detenerlos”.

Este es el resumen de Phil Jackson, exultante por ganar y por poder celebrarlo junto a la afición “Es una noche espectacular para nosotros y para todos los aficionados de Chicago. Remontamos una desventaja de 17 puntos al final del tercer cuarto para ganar el campeonato. Es una sensación increíble”.

Estadísticas jugador por jugador (* = titulares)

Chicago Bulls
*John Paxson – 10.3 puntos, 2.7 asistencias y 1.3 recuperaciones
*Michael Jordan – 35.8 puntos, 6.5 asistencias, 4.8 rebotes y 1.7 recuperaciones
*Scottie Pippen – 20.8 puntos, 8.3 rebotes, 7.7 asistencias y 1.5 recuperaciones
*Horace Grant – 9.2 puntos, 7.8 rebotes, 4.0 asistencias y 2.3 tapones
*Bill Cartwright – 6.3 puntos, 4.0 rebotes y 1.5 asistencias
BJ Armstrong – 5.8 puntos y 2.3 asistencias
Scott Williams – 5.5 puntos, 6.2 rebotes, 1.3 tapones y 1.0 asistencia
Cliff Levingston – 3.8 puntos y 2.2 rebotes
Bob Hansen – 3.2 puntos en cinco encuentros
Stacey King – 4.5 puntos y 2.5 rebotes en cuatro partidos
Will Perdue – 0.6 punto y 1.0 rebote en tres encuentros
Craig Hodges – 1.0 punto en dos partidos

Portland Trail Blazers
*Terry Porter – 16.2 puntos, 4.7 asistencias, 4.3 rebotes y 1.0 recuperación
*Clyde Drexler – 24.8 puntos, 7.8 rebotes, 5.3 asistencias, 1.3 recuperaciones y 1.0 tapón
*Jerome Kersey – 14.8 puntos, 8.7 rebotes, 3.3 asistencias y 1.8 recuperaciones
*Buck Williams – 7.8 puntos, 7.3 rebotes y 1.0 asistencia
*Kevin Duckworth – 9.3 puntos, 6.8 rebotes y 1.5 asistencias
Clifford Robinson – 10.3 puntos, 3.0 rebotes y 2.2 asistencias
Danny Ainge – 10.0 puntos, 2.5 asistencias y 2.0 rebotes
Ennis Whatley – 0.8 punto en cinco encuentros
Robert Pack – 2.5 puntos en dos partidos
Mark Bryant – 10 puntos y 5 rebotes en el único partido que disputó
Alaa Abdelnaby – 1 punto y 2 rebotes en el único partido que disputó
Wayne Cooper – 2 rebotes y 2 tapones en el único partido que disputó

*Extracto del libro “Chicago Bulls, la dinastía inmortal”