Cuando todo parecía perdido, Fuenlabrada escribió una de esas páginas que solo el baloncesto puede ofrecer. No fue un partido. Fue un acto de fe. A falta de poco más de cuatro minutos, Palencia dominaba el marcador con autoridad (62-71) y Tobias Borg flotaba sobre el parqué como un ángel exterminador, con 26 puntos y cinco triples convertidos. El final se intuía inevitable. Pero entonces sucedió lo inexplicable
Con el corazón por delante y la razón en suspenso, el equipo madrileño se aferró a su última vida. Presionó, mordió, creyó. Y en apenas 256 segundos se desató el vendaval: 13-2 de parcial para cambiarlo todo. Paul Jorgensen, guerrillero de alma indomable, igualó con una canasta acrobática y selló el triunfo tras capturar su propio rebote ofensivo. 75-73, y Fuenlabrada rumbo a la final.
La figura colosal de Lotanna Nwogbo fue la columna vertebral del milagro. Sus 26 puntos y 6 rebotes fueron un tormento para la pintura rival, especialmente en un segundo cuarto que dominó con una brutalidad académica: hizo 14 tantos en apenas siete minutos para mantener viva a su tropa cuando Palencia parecía escapar. A su lado, Zurbriggen y McGrew aportaron carácter, y Westermann, aunque fallón desde la línea de tiros libres, empujó con alma de capitán.
Palencia, por su parte, se desfondó cuando más cerca estaba. El equipo de Marco Justo brilló en el tercer cuarto con una sinfonía ofensiva liderada por Borg, Wintering y Manu Rodríguez, con un parcial de 21-34 que enmudeció a la grada roja. Pero el último cuarto fue un apagón: solo 9 puntos anotados y dos oportunidades falladas para forzar la prórroga que no quisieron entrar.
El desenlace fue puro éxtasis para los 4.250 espectadores en la Caja Mágica. El Fuenla, que descendió en 2023, tendrá este domingo (17:30h) la opción de volver a la Liga Endesa ante el Betis, que también sueña con regresar. Será una final con sabor a redención, con dos históricos cara a cara por un único billete al paraíso.
Porque si algo ha demostrado Fuenlabrada es que no hay derrota definitiva… mientras quede un segundo por jugar y un gramo de esperanza por quemar.
75 – Flexicar Fuenlabrada (9+23+21+22): Zurbriggen (12), Jorgensen (11), Matulionis (3), McGrew (9), Nwogbo (26) -cinco inicial-, Bilbao (0), Nzosa (4), Asier Miguel (0), Durán (2), Cruz (0) y Westermann (8).
73 – Súper Agropal Palencia (16+14+34+9): Oroz (3), Borg (26), Manu Rodríguez (6), Vaulet (11), Krutwig (8) -equipo inicial-, Wintering (9), Kunkel (5), Chema González (0), Gnjidic (2), Dimitrov (3) y Mbala (0).
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