La ilusión ha vuelto a San Francisco. Los aficionados de los Warriors han recuperado la sonrisa. Golden State son el mejor equipo de la NBA con un balance de diez victorias y una derrota. Los Warriors han cogido velocidad de crucero en este inicio de competición. Tras dos temporadas fuera de los Playoffs, si no desfallecen en este curso, volverán a serlo. Sin lugar a duda, son un equipo con licencia para soñar, para soñar con volver a conquistar un anillo
El conjunto dirigido por Steve Kerr se mueve, como no podía ser de otra manera, al ritmo de Stephen Curry. Steph, a sus 33 años, sigue siendo el líder del equipo y la primera arma ofensiva del equipo. Sus 27,4 puntos y 6,5 asistencias así lo atestiguan. Curry, candidato número 1 a MVP de la temporada, es la pieza clave del conjunto. Mientras el de Ohio siga sintiendo el “picorcito”, los Warriors pueden estar tranquilos.
Otra pieza importante del roster es Draymond Green. Pieza clave en los anillos de los Warriors, es con su trabajo más oscuro, el pegamento perfecto a Curry o Thompson. El ala pívot, además de sus 8,2 rebotes, es el máximo asistente del equipo con 7,2 asistencias. Este dato lo resume todo. Un hombre al servicio del equipo.
Pero la mejoría de Golden State viene dada por dos factores que no se dieron en las últimas dos campañas. Primero, las lesiones han respetado a Curry y a Green, que de momento no se han perdido ningún partido este curso y la segunda es que el resto del roster sí está aportando.
En la clara mejoría del equipo tiene que ver mucho Andrew Wiggins, que ha comenzado a un buen nivel. El que fue el nº 1 del Draft en el año 2.014 y que parecía un poco perdido en la liga, está siendo el tercer espada en materia ofensiva con 17,4 puntos de media y se le ha recuperado para la causa.
Aunque la sorpresa positiva de los de San Francisco ha sido la explosión de Jordan Poole. A sus 22 años ha pasado de promediar 7 puntos por partido la pasada campaña, a anotar 17,8 puntos ésta. Una gran noticia para Kerr que suma a un hombre más a la causa.
Pero no se queda aquí ni mucho menos la aportación del roster. Hombres que conocen de sobra la franquicia como Damion Lee o Kevon Looney, jugadores de refresco con energía saliendo del banquillo como Otto Porter Jr. o Gary Payton II, el buen hacer del serbio Nemanja Bjelica o el regreso de todo un ilustre, como Andre Iguodala, hacen de los Warriors un conjunto capaz de poner en aprietos a cualquiera.
A todo esto, habrá que sumar para la causa más pronto que tarde al center James Wiseman y, sobre todo, a todo un All Star como Klay Thompson. Sí, habrá que tener paciencia con él, pero cuando llegue el momento de la verdad, si recupera su nivel de antes de las lesiones, hará que los Warriors sean un claro contender para el anillo.
Con todas estas buenas noticias, Golden State tiene ahora mismo, toda la licencia para soñar.
Foto: AP
Redactor · Opinión · NBA · Liga Femenina
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