Historia de la Virtus Bolonia – Temporada 1997/98 (I)

Como homenaje a la Virtus Bolonia, vamos a repasar su historia desde el año 1997 hasta el 2002. Cinco años donde los italianos dejaron una huella imborrable para muchos aficionados. En esos cinco años ganaron dos Legas, tres coppas en cuatro finales disputadas, y dos copas de Europa/Euroleague en cuatro finales disputadas. Cuatro finales europeas en cinco temporadas no está al alcance de muchos equipos en la historia

La Virtus con Messina como entrenador, realizó muchos e importantes cambios en su plantilla para la temporada 97/98, fichando para la causa a Rigaudeau, Sconochini, Danilovic (que volvía para jugar una segunda etapa en el equipo tras su paso por la NBA), Frosini y Nesterovic. Cinco fichajes de calibres que unían a jugadores como Abbio, Binelli o Savic.

Un equipo marcado para realizar grandes cosas y así lo hicieron desde el principio. De los tres títulos posibles el único que se le escapó fue la Coppa tras perder en semifinales contra su acérrimo rival y vecino Fortituto Bolonia por (64-73), pero quitado eso tocaron la gloria deportiva al ganar la copa de Europa del 1998, la primera de su historia, y la Lega tras vencer esta vez sí, a la Fortituto Bolonia en una final para la historia.

Fue una final apasionante entre dos verdaderos equipazos y que solo se pudo decidir en el quinto y último partido de la serie. Un (3-2) para la Virtus después de remontar un (1-2) tras ser capaz de ganar el único partido en casa de toda la serie en el quinto y definitivo.

80-81 (0-1) / 76-78 (1-1) / 69-76 (1-2) / 57-59 (2-2) / 86-77 (3-2)

La Virtus con todas sus estrellas tuvo que superar a una Fortitudo no menos armada para la ocasión, con David Rivers, Dominique Wilkins, Carlton Myers o Gregor Fucka. Fue una final tremenda, apasionante, conflictiva y que aún hoy en día, 23 años después, se recuerda con claridad en Bolonia.

En la Virtus el quinteto más utilizado se formaba con el tridente exterior Rigaudeu (14.2 puntos 3.6 rebotes 2.8 asistencias en la final), Danilovic, que finalmente fue el MVP de la final (17.0 puntos 3.0 rebotes) y Sconochini (8.4 puntos 2.2 rebotes), y por dentro con la pareja Savic (10.2 puntos 6.2 rebotes) y Nesterovic (9.4 puntos 5.2 rebotes).

Abbio (13.4 puntos 2.0 asistencias) destacó saliendo desde el banco y fue fundamental en el quinto y definitivo partido. Entre estos seis jugadores aglutinaban la mayoría de los minutos en pista, con Binelli (1.0 puntos 1.6 rebotes) y Frosini (0.8 punto) jugando todos los partidos de forma testimonial, Crippa y Hansell saliendo algún encuentro desde el fondo del armario.

En la Fortitudo el cinco titular era de muchos quilates, con Rivers (18.4 puntos 3.0 asistencias), Myers (20.8 puntos 2.0 asistencias), Wilkins (9.2 puntos 5.8 rebotes) de alero, Fucka (8.0 puntos 6.0 rebotes), se echó en falta más aportación de estos dos jugadores, y Chiacig (9.6 puntos 6.6 rebotes) de cinco.

El banquillo de esta Fortitudo no estaba a la altura de su cinco inicial, Gay (3.0 puntos 2.6 rebotes), Attruia (3.0 puntos) aportaban mínimamente, y Moretti (1.6 puntos), O`Sullivan (1.6 puntos) y Moretti aún menos.

Pero antes, la Kinder Bolonia tocó la gloria tras proclamarse campeón de la copa de Europa, la primera de su historia.

La final four se celebró este año en Barcelona. Dos de los cuatro equipos eran italianos y en caso de victoria de ambos viviríamos una final transalpina. La final four se completa con los sorprendentes Partizan de Belgrado y el AEK Atenas, quedando los cruces VIRTUS BOLONIA contra PARTIZAN y BENETTON contra AEK ATENAS.

En la primera semifinal la Kinder no dio lugar a cualquier duda posible. Los italianos pusieron tierra de por medio desde el principio y realmente el Partizan no fue rival. Todos los focos se posaban en la pareja Rigaudeau y Danilovic, pero el hombre del partido fue Zoran Savic.

VIRTUS BOLONIA 83
*Rigaudeau – 12p, 3br.
*Danilovic – 10p, 4r.
*Sconochini – 6p, 5r.
*Savic – 23p, 8r.
*Nesterovic – 14p, 10r.
Abbio – 9p, 3a.
Binelli – 7p, 4r.
Frosini – 2p, 2r.
Crippa – 0p, 1a.
Morandotti – 0p.

PARTIZAN 61
*Lukovski – 3p, 3a.
*Brkic – 17p, 4r.
*Cubrilo – 5p, 3r.
*Drobnjak – 8p, 5r.
*Tomasevic – 14p, 11r.
Djokic – 8p, 3r.
Koprivica – 2p, 1r.
Radosevic – 2p, 2br.
Varda – 2p, 3r.
Dozet – 0p.

En la otra semifinal vivimos una pequeña sorpresa, la Benetton de Treviso era el absoluto favorito para meterse en la final ante el AEK, pero los griegos en un partido muy disputado fueron capaces de ganar y no permitir que la final de este año tuviera aroma italiano. Obradovic tenía todo un arsenal a su disposición con hombres como Williams, Rebraca o Rusconi a su disposición, pero finalmente sucumbieron ante el juego de Prelevic, Anderson, Alexander y compañía.

Siguiendo la estela del “basket control” iniciada por el Limoges de Maljković en 1993, la final de la Euroliga celebrada en el Palau Sant Jordi de Barcelona se convirtió en un verdadero homenaje a la defensa. Lo importante no era sumar puntos, sino evitar que el rival lo hiciera. Baste decir que el máximo anotador del AEK fue el español José Lasa con… ¡7 puntos!

Lo cierto es que ambos entrenadores buscaron durante la final posesiones largas y controladas, aburrir al contrario hasta el agotamiento físico y mental, y a fe que lo consiguieron. Los ataques nunca lograron imponerse a las defensas, y de ahí los pobres guarismos finales que, en honor a la verdad, se debieron más a los desaciertos en el tiro que a la propia intensidad defensiva del partido. Casi ningún jugador del AEK dio la talla en la final (en especial sus americanos Anderson y Alexander, con unos lamentables porcentajes de tiro). La Kinder, por su parte, contaba con jugadores de gran talento y una clase innegable en ataque, que además sabían sacrificarse en defensa cuando hacía falta. La primera línea, formada por Sconochini y Abbio, hizo una labor impresionante cerrando todos los espacios, y cuando algún rival conseguía penetrar se encontraba con el muro infranqueable de Savić y Nesterovič. Demasiada defensa para un equipo griego ya de por sí bastante romo en ataque.

Y eso que el partido comenzó a un ritmo trepidante. Con unos quintetos “atípicos” en ambos conjuntos —a consecuencia de la Ley Bosman y las nacionalizaciones, ninguno de los diez jugadores que saltaron a pista había nacido en el país de su equipo—, la Kinder inició las hostilidades con un triple de Danilović y una canasta de Sconochini, que se vieron neutralizados por un parcial de 7-0 del AEK (5-7, min. 4). Triples a tutiplén por parte de ambos equipos (Danilović, Rigaudeau y Savić por los italianos, Prelević y Coldebella por los griegos) hicieron que se alcanzara el minuto ocho con un prometedor 18-10 en el marcador. Pero ahí se acabaron las alegrías atacantes, porque Giannis Ioannidis, que veía cómo el intercambio de canastas perjudicaba a su equipo, ordenó una zona y pidió a sus hombres máxima intensidad defensiva. El panorama del partido cambió entonces por completo. De las carreras y los triples se pasó a la lucha cuerpo a cuerpo, posesiones de treinta segundos y lucha a muerte por cada rebote. Baste decir que el parcial en esos doce minutos finales del primer periodo fue de 10-10.

Los de Bolonia habían demostrado que eran capaces de adaptarse a cualquier ritmo de juego, ya sea rápido o lento, y en el segundo tiempo continuaron aumentando sus diferencias (33-20, min. 23). La victoria italiana parecía ya clara, más que nada por la terrible ineficacia del AEK en ataque. Pese a que la entrada del base español José Lasa motivó una ligera reacción del conjunto griego (33-26, min. 25), un nuevo triple de Danilović volvió a situar la diferencia en diez puntos y supuso un golpe moral de consideración para el cuadro de Ioannidis que, con Prelević, Anderson y Alexander negados en ataque, se veía impotente para hacer frente a la Kinder. Tras alcanzar el minuto 30 con una nueva máxima ventaja de once puntos (40-29), parecía que los italianos podrían administrar su renta hasta el final. Sin embargo, de la mano de un espléndido Lasa, el AEK logró forzar un final igualado (45-41, min. 37). No fue más que el canto del cisne griego, porque los italianos no se pusieron nerviosos y supieron conservar su ventaja.

VIRTUS BOLONIA 58
*Rigaudeau – 14p, 5br, 2r.
*Danilovic – 13p, 5r, 1a.
*Sconochini – 10p, 8r, 4br.
*Savic – 7p, 6r, 1t.
*Nesterovic – 6p, 9r, 1br.
Abbio – 6p, 2a, 1r.
Binelli – 2p, 1r.
Frosini – 0p, 1br.

AEK ATENAS 44
*Coldebella – 3p, 1r.
*Prelevic – 6p, 3a, 1br.
*Anderson – 4p, 4r, 1a.
*Alexander – 5p, 5r, 2br.
*Tsakalidis – 4p, 6r, 2t.
Lasa – 7p, 3a, 1r.
Chatzis – 4p, 2r, 2br.
Kakiouzis – 5p, 2r.
Andersen – 4p, 4r, 1br.
Larsen – 2p.