Indiana firma un milagro en el Madison, 138-135 [0-1]

Tyrese Haliburton volvió a escribir un capítulo legendario en la rivalidad entre Indiana y Nueva York con un tiro imposible sobre la bocina que rebotó en lo más alto del aro y acabó entrando, forzando la prórroga cuando todo parecía perdido. Después, los Pacers culminaron una remontada de otro planeta y se llevaron el primer asalto de las Finales del Este por 138-135 en el Madison Square Garden, dejando helado al Garden y a unos Knicks que llegaron a dominar por 14 puntos a menos de tres minutos del final

estadísticas oficiales

La historia parecía sentenciada. Con Jalen Brunson descansando por problemas de faltas y los Knicks controlando el ritmo tras un parcial de 14-0 que había puesto el marcador 108-92, todo apuntaba a una victoria clara del equipo neoyorquino. Pero entonces, Aaron Nesmith encendió la mecha con una lluvia de triples y Haliburton puso el broche con una jugada que ya forma parte del imaginario ‘Pacer’.

Con Indiana dos abajo y apenas segundos en el reloj, Haliburton perdió momentáneamente el control del balón, retrocedió hacia el perímetro y lanzó un largo tiro en suspensión. El balón coqueteó con el aro, tocó el tablero, subió, bajó… y entró. Delirio para unos, tragedia para otros. Haliburton corrió hacia la banda y, en un guiño a la historia, imitó el célebre gesto de Reggie Miller a Spike Lee en 1994: la señal de “ahogo” dirigida al público del Garden. La revisión del vídeo confirmó que su pie tocaba la línea: no fue triple, pero sí el empate a 125 que llevó el duelo a la prórroga.

Ya en el tiempo extra, Andrew Nembhard puso por delante a Indiana con una penetración a falta de 26 segundos, y los Pacers sellaron una victoria histórica que los coloca 1-0 en una serie que promete emociones fuertes. El segundo encuentro será el viernes por la noche.

Haliburton firmó una noche magistral con 31 puntos y 11 asistencias. Nesmith, por su parte, fue la gran revelación con 30 puntos y un asombroso 8 de 9 desde el triple.

No es la primera vez que estos Pacers coquetean con lo imposible. Ya lo hicieron en la primera ronda ante Milwaukee, remontando siete puntos en los últimos 40 segundos de la prórroga. También dieron la campanada contra Cleveland, el líder del Este, cuando perdían por siete a falta de 46 segundos. Otra ronda, otra hazaña.

Del otro lado, la desolación era total. Los Knicks, que volvían a disputar una final de conferencia por primera vez desde el año 2000, desperdiciaron una ventaja que parecía definitiva. Jalen Brunson se fue hasta los 43 puntos y Karl-Anthony Towns añadió 35 y 12 rebotes, pero ni eso bastó para contener la embestida de Indiana.

El dato es demoledor: desde que se tiene registro detallado de las jugadas (1997-98), los equipos que ganaban por al menos 14 puntos en los últimos 2:45 del último cuarto acumulaban un balance de 994 victorias y 0 derrotas. Hasta esta noche.

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