Los Celtics se batieron con el coraje y la convicción que les caracteriza en un partido durísimo frente a los Hawks en el que sobresalió el Isaiah Thomas. Lo ganaron (111-103) y pusieron el 2-1 en la eliminatoria. Para empezar, los de Boston corrigieron su desastroso inicio del segundo partido cuando solo anotaron siete puntos en el primer cuarto. De esos siete puntos se pasaron a los 37 del tercer partido
La agresividad física de ambos equipos se tradujo en dos faltas técnicas y tres faltas flagrantes. Los contactos, a menudo muy duros, presidieron las acciones defensivas de unos y otros. Schroder tuvo que ser cogido aparte por Mike Budenholzer. Pero el intento del entrenador por calmarle no surtió efecto. Volvieron a señalarle una falta flagrante. Ya se las había tenido con Isaiah Thomas. No pudo con él.
El base de los Celtics cuajó una espléndida actuación traducida en 42 puntos. Era lo que precisaba su equipo, que sufre las bajas de Bradley y Olynyk. Thomas, de 27 años, mide 1,75 metros, y se ha convertido en uno de los mejores bases de la Liga y ya fue All Star el pasado mes de febrero en Toronto. La afición del Boston Garden agradeció su actuación coreándole el “¡MVP!”.
Los Hawks fueron a remolque en la primera mitad pero a partir del tercer cuarto mantuvieron la igualdad en el marcador. Las canastas de Thomas, con la ayuda de Evan Turner, con 17 puntos y 7 asistencias, Amir Johnson, Jerebko y Smart hicieron posible el triunfo de su equipo.
Atlanta acabó pagando el tremendo desgaste que sufrieron sus jugadores en su intento de superar la presión y la defensa de los Celtics. Horford y Millsap se quedaron cortos en la anotación interior y los 23 puntos de Teague, los 20 de Schroder y Bazemore, no les alcanzaron a los Hawks.
Fuente: elpais.com / Photo NBA Media
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