Jalen Brunson protagonizó un momento decisivo en el sexto partido de la serie de playoffs contra los Detroit Pistons, anotando un espectacular triple entre las piernas a falta de 4.3 segundos para el final. No solo selló la victoria de los New York Knicks (116-113), sino que además respondió con un gesto de despedida a una afición que lo había estado provocando durante toda la serie
Brunson, quien fue nombrado recientemente Jugador Clutch del Año, demostró por qué se ganó ese reconocimiento al finalizar la noche con 40 puntos, liderando a los Knicks en un duelo que estuvo marcado por la tensión y las remontadas. A pesar de los abucheos constantes de la afición rival, el base se mantuvo imperturbable, dejando claro que el ruido externo no afecta su enfoque.
La actuación de Brunson fue respaldada por Mikal Bridges (25 puntos) y OG Anunoby (22 puntos), quienes también contribuyeron en momentos clave para asegurar el triunfo. A pesar de perder una ventaja de 15 puntos en el segundo cuarto y 11 en el último periodo, los Knicks encontraron la manera de ejecutar en los instantes finales y cerrar el partido.
Por el lado de los Pistons, Cade Cunningham lideró con 23 puntos, 8 asistencias y 7 rebotes, aunque tuvo dificultades desde el perímetro, fallando los ocho intentos de triple. Malik Beasley, quien explotó en el segundo cuarto con 16 puntos, terminó con 20, mientras que Jalen Duren terminó con 21 tantos.
El desenlace del partido fue dramático. Con el marcador empatado (113-113), Cunningham tuvo una oportunidad dorada para adelantar a Detroit, pero falló una bandeja disputada. Brunson, sin dudarlo, aprovechó la siguiente posesión para ejecutar su característico movimiento y lanzar el triple ganador. Detroit aún tuvo una última opción con cuatro décimas en el reloj, pero Malik Beasley perdió el balón, condenando las aspiraciones de los Pistons.
Con esta victoria, Nueva York se enfrentará ahora a los Boston Celtics, el vigente campeón de la Conferencia Este, en una serie que promete ser electrizante. El primer partido será el lunes por la noche en Boston, y el técnico Tom Thibodeau lo tiene claro: “Ellos son los campeones, así que tendremos que estar en nuestro mejor nivel”.
Por su parte, Detroit, que logró romper la racha de derrotas más larga en la historia de los playoffs de la NBA, cierra una temporada de resurgimiento, pero con un sabor amargo tras sumar diez derrotas consecutivas en casa en postemporada desde 2008.
Ahora, con Boston en el horizonte, los Knicks buscan avanzar a las finales de conferencia por primera vez desde el año 2000.
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