Jokic impone su ley y Gordon firma el triple decisivo, 121-119 [0-1]

El campeón no se rinde. Ni cuando va por detrás, ni cuando juega fuera de casa, ni siquiera cuando su estrella camina sobre la cuerda floja de las faltas. Nikola Jokic volvió a mostrar por qué es el jugador más determinante de la NBA, firmando 42 puntos y 22 rebotes para liderar la agónica remontada de los Denver Nuggets en casa del mejor equipo del Oeste. Un triple de Aaron Gordon, a pase de Russell Westbrook, selló un inesperado 121-119 en Oklahoma City y puso el 1-0 para los de Colorado en las semifinales de conferencia

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La acción final tuvo el guion perfecto. Westbrook, en su regreso como rival a la ciudad donde empezó su leyenda, asistió con sangre fría a Gordon, quien no tembló desde la esquina para clavar el tiro decisivo a falta de segundos. OKC, sin tiempos muertos, solo pudo lanzar un desesperado intento sobre la bocina, que no tocó aro.

El partido fue tan eléctrico como irregular. Denver llegaba con menos descanso tras su extenuante serie ante los Clippers (resuelta en 7 partidos el sábado), mientras que los Thunder habían tenido más de una semana libre tras barrer a Memphis. Esa inercia inicial favoreció a OKC, que parecía tener el control con un +9 a falta de siete minutos (104-95), justo después de que Jokic cometiera su quinta falta por un codazo revisado sobre Lu Dort.

Pero ni eso detuvo al serbio. Lideró un parcial final imponente con canastas clave, mientras que Holmgren fallaba dos tiros libres vitales con ventaja mínima para los locales. Denver no desaprovechó el regalo.

Gordon firmó una actuación colosal con 22 puntos y 14 rebotes, mientras que Jamal Murray sumó 21 tantos en una noche en la que los Nuggets demostraron carácter de campeón. La conexión Jokic-Gordon volvió a ser letal en el clutch, y el toque nostálgico lo puso Westbrook en su primer partido de playoffs en OKC como visitante.

En el lado local, Shai Gilgeous-Alexander brilló con 33 puntos, 10 rebotes y ocho asistencias. Caruso lo acompañó con 20 puntos y una defensa feroz (cinco robos), pero el equipo se desinfló en los instantes finales y dejó escapar un partido que parecía en sus manos.

El Game 2 se disputará también en Oklahoma City, pero el aviso de Denver ya está dado: no importa el lugar ni la desventaja, los Nuggets saben cómo ganar en el momento justo.

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