La cuenta atrás del Draft NBA 2025: talentos generacionales, apuestas arriesgadas y promesas por pulir

Con el Draft de la NBA 2025 a la vuelta de la esquina, las cartas ya parecen estar sobre la mesa. Esta última proyección elaborada por The Sporting News recoge no solo las sensaciones de las últimas semanas, sino también los movimientos recientes de picks y las tendencias que se han ido consolidando con el paso del tiempo. Y aunque la gran mayoría de las incógnitas aún persisten, hay algo que parece casi inamovible: Cooper Flagg será el número uno, seguido por Dylan Harper en una dupla que ya se ha instalado con fuerza en la cima de las apuestas. A partir de ahí, comienza el verdadero ejercicio de predicción, uno donde la incertidumbre reina y los equipos deben equilibrar presente y futuro, seguridad y potencial

Dallas tiene la oportunidad histórica de abrir el Draft con Cooper Flagg, un alero de 2.06 metros y apenas 18 años que ha demostrado ser un talento generacional. Su producción estadística es apabullante: 19,2 puntos, 7,5 rebotes, 4,2 asistencias y 1,4 tapones, todo ello acompañado por una madurez impropia de su edad. Justo detrás, San Antonio vuelve a sumar un pick altísimo, y esta vez parece inclinarse por Dylan Harper, base de 1.98 que combina tamaño, visión de juego y capacidad anotadora (19,4 puntos, 4,6 rebotes y 4 asistencias). En otros años sería un número uno cantado, pero la presencia de Flagg lo ha desplazado apenas un escalón. El podio lo cierra VJ Edgecombe, quien aterrizaría en Philadelphia para aportar atletismo, defensa y tiro exterior; un perfil muy necesario para el perímetro de los 76ers.

Charlotte, por su parte, añadiría a Tre Johnson a su plantilla, un escolta certero desde la larga distancia con potencial para ser un anotador de 20 puntos por noche, aunque con ciertos interrogantes defensivos. Utah, que también posee un pick alto, prefiere asegurar con Kon Knueppel, alero tirador con capacidad para crear juego y con una fiabilidad que seduce más que la propuesta, aún inestable, de Ace Bailey. Este último, sin embargo, sigue generando fascinación y, pese a su caída reciente, encontraría destino en Washington. Su envergadura (2.04 metros) y su facilidad para fabricar tiros lo convierten en una apuesta de alto riesgo que los Wizards parecen dispuestos a asumir.

En la séptima posición, los Pelicans mirarían al futuro con Khaman Maluach, interior sudanés de 2.18 metros que, aunque joven, muestra un entendimiento del juego superior a lo habitual en jugadores de su tamaño y edad. Brooklyn apostaría por el explosivo Jeremiah Fears, base creativo al que comparan con Ja Morant por su capacidad para romper defensas, aunque su falta de tiro exterior genera ciertas dudas. Toronto seleccionaría a Derik Queen, un interior con gran técnica, manejo y visión, pero limitado atléticamente, lo cual podría condicionar su impacto a nivel profesional.

Phoenix ocuparía el décimo puesto con Carter Bryant, un alero atlético que encaja en el molde 3&D que el equipo necesita tras la marcha de Durant, mientras Portland reforzaría su estructura defensiva con el francés Noa Essengue, una apuesta de desarrollo que podría consolidarse con tiempo. Chicago buscaría protección del aro con Thomas Sorber, cuya capacidad para taponar y pasar desde el poste lo convierte en uno de los interiores más completos del Draft. Atlanta, en el puesto 13, se dejaría llevar por el impacto de Cedric Coward, un alero poco conocido hasta hace poco pero que ha enamorado a los scouts por su versatilidad y físico imponente.

San Antonio repetiría en el pick 14 con Nique Clifford, uno de los jugadores más veteranos de la camada con 23 años, pero listo para contribuir desde el primer día como alero defensivo y pasador. El campeón Oklahoma City Thunder optaría por un desarrollo a largo plazo con Joan Beringer, interior francés muy móvil y todavía por pulir. Memphis, tras la baja de Desmond Bane, incorporaría talento perimetral con Kasparas Jakucionis, base lituano alto, creativo y con buen tiro cuando está en ritmo. Minnesota apostaría por la experiencia de Walter Clayton, uno de los mejores tiradores del Draft y líder de Florida en su reciente campeonato.

Washington repetiría con Egor Demin, base ruso de 2.07 metros que aún divide opiniones por su irregular adaptación en BYU, pero que deslumbra en sus mejores noches con una visión prodigiosa en el pick and roll. Brooklyn seguiría acumulando proyectos con Asa Newell, interior versátil que podría reemplazar a Claxton a medio plazo, aunque le falta contundencia defensiva. Miami encontraría en Rasheer Fleming el perfil ideal: un cuatro atlético, feroz atrás y con triple, moldeado para el estilo de los Heat.

Utah, de nuevo en escena, apostaría por el hijo de Jason Richardson: Jase, un base voluntarioso que no destaca ni por tamaño ni por tiro, pero que compensa con esfuerzo y lectura de juego. Brooklyn, con su tercera elección, se decantaría por Collin Murray-Boyles, interior bajito pero cerebral, con una lectura defensiva que recuerda vagamente a Draymond Green. Los Pelicans, en el pick 23, probarían con el francés Nolan Traoré, base talentoso pero físicamente inmaduro, al que conviene rodear con paciencia.

Oklahoma volvería a mirar a Francia con Noah Penda, alero fuerte y con buen pase, aunque algo limitado en el tiro y el atletismo. Orlando, en el 25, se haría con Danny Wolf, un caso atípico: mide 2.13 pero pasa y tira como un exterior. El problema es su lentitud, lo que podría limitarlo en defensa. Brooklyn cerraría su cuarto pick de primera ronda con Adou Thiero, uno de los atletas más impactantes del grupo, aunque con dudas en el tiro exterior.

En el 27, los Nets seguirían la línea del talento a largo plazo con Ben Saraf, escolta israelí que ya brilla en Alemania pero necesita crecer en defensa y tiro. Boston, siempre atento a los perfiles que encajan en su sistema, apostaría por la redención de Liam McNeeley, alero de 2.03 que si recupera su puntería puede convertirse en un tirador valioso. Phoenix volvería a aparecer en el 29 para sumar a Will Riley, otro exterior alto que deslumbra por técnica pero que, como otros, necesita trabajo físico. Y por último, los Clippers cerrarían la primera ronda con Sion James, base físico y defensivo que recuerda a Kris Dunn por su entrega y energía, aunque su impacto ofensivo sea más bien residual.

Así se perfila una clase cargada de incógnitas y potencial, en la que los equipos buscan dar en la tecla con jugadores que, en muchos casos, aún están lejos de su techo. Entre apuestas de futuro, perfiles listos para rendir desde el día uno y talentos por explotar, el Draft 2025 promete dejar huella.

Total
0
Shares
Deja una respuesta
Artículo Anterior

Zalgiris Kaunas apuesta por Nigel Williams-Goss con un contrato 2+1

Siguiente Artículo

Clément Frisch, primera pieza del nuevo Baskonia

Artículos Relacionados
Artículos Relacionados