La primera batalla entre Warriors y Timberwolves dejó un sabor agridulce en San Francisco. A pesar de la victoria por 99-88, el gran titular de la noche fue la lesión muscular de Stephen Curry, quien se retiró al vestuario en el segundo cuarto tras evidenciar claras muestras de dolor en su pierna izquierda
La jugada que encendió las alarmas ocurrió cuando Curry anotó un tiro de media distancia. Al caer, el base de los Warriors inmediatamente se llevó la mano a la parte posterior de su pierna izquierda, claramente afectado. Sin esperar, le pidió el cambio al banquillo liderado por Steve Kerr. No fue atendido en la pista, sino que se dirigió directamente a los vestuarios, visiblemente preocupado.
Pocos minutos después, la noticia que los aficionados temían se confirmó: Curry quedaba descartado para el resto del partido. La franquicia informó que se trataba de una lesión muscular en el isquiotibial izquierdo.
El alcance exacto de la lesión aún no ha sido revelado, pero las primeras impresiones no son alentadoras. Si se trata únicamente de una distensión, Curry podría regresar en algún punto de esta serie ante los Timberwolves. Sin embargo, si las pruebas médicas determinan un desgarro, su participación no solo en esta eliminatoria, sino también en una posible serie posterior, quedaría en duda.
Mientras se espera un diagnóstico definitivo, los Warriors preparan el segundo partido de la serie con una gran incógnita en el aire: ¿podrán mantener su dominio sin el líder que ha sido el corazón de la dinastía? El tiempo y los informes médicos tendrán la última palabra.
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