Landesberg, una pesadilla constante para el San Pablo Burgos (100-76)

En la semana del preestreno de “Campeones”, Movistar Estudiantes decidió vestirse de estrella de cine para reencontrarse con la victoria. Si el Landismo hacía furor en los años 70, ahora lo hace en la Liga Endesa (26 puntazos de Landesberg). Caner-Medley volvió a ser el galán que enamoraba en 2010 (19), la intensidad defensiva durante todo el encuentro fue digna de un combate de “Rocky”… y todo frente a unos “Invasores del Espacio” de Burgos que se hicieron los dueños de la banda sonora y se ganaron a la hinchada local

Sin Cvetkovic, lesionado, el reparto inicial tuvo como protagonistas a Cook, Peña, Landesberg, Brown y Suton. La película empezó siendo de acción: intensidad, con un intercambio de golpes digno de Rocky Balboa e Iván Drago: 5-5, 8-7, 10-11…

Ey, pero aunque fuera Madrid, si nosotros éramos Rocky, parecía que el combate era en la URSS: los casi 2000 hinchas burgaleses eran la banda sonora del encuentro. Deon Thompson se vistió de “Hulk” en la pintura, así que Salva tiró de “El Último Guerrero” Savané para contrarrestarlo (19-21).

Con “2 apellidos vascos”, Brizuela Arrieta (genial Darío al contraataque) cambió el ritmo (25-21); y si el “Landismo” marcó el cine español en los 70, y está marcando la Liga Endesa en 2017-18, marcó también este cuarto: 10 puntos para Landesberg, 27-21.

El segundo cuarto empezó “Fast & Furious”, con la cantera del Estu dándolo todo (Vicedo y Brizuela en Movistar Estudiantes; Sáiz y Martínez en la de San Pablo Burgos) y los locales contrarrestando el efecto “Space Invaders” burgalés: 37-25 tras tres minutos. 47-26 cuando Nik Caner-Medley volvió a ser ese George Clooney que nos tenía enamoraditos mediado el cuarto.

“El General Patton” de Movistar Estudiantes movía sus tropas, rotando para que la intensidad no bajara y poder seguir siendo “Granujas a todo ritmo” (54-29). Aunque hubo un momento con algún “Tiro al Aire” por parte de ambos equipos, al descanso el encuentro estaba “Bajo control”: 54-30.

¿Segundas partes nunca fueron buenas? Bueno, “Rendirse jamás” es lema en Burgos y salieron enchufados los chicos del San Pablo, anotando en dos minutos casi lo mismo que en todo el cuarto anterior: 59-38. Pero Leónidas Suton anotaba a aro pasado y reboteaba para recordar que Movistar Estudiantes era quien iba “Up”: 64-42 mediado el cuarto.

Continuaba el encuentro “Sin novedad en el Alcázar”. Omar Shariff Cook se ponía el delantal de “Ratatouille” para servir deliciosas asistencias a Edgar Vicedo; Alfredo Landesberg seguía filmando su “Desmadre a la Americana” (llevaba 26 puntos cuando acabó el tercer cuarto…). 79-59 para afrontar el último capítulo.

En esta última entrega el ritmo de la peli empezó a ser algo más de arte y ensayo. Más lento y farragoso. Movistar Estudiantes no veía precisamente al “Enemigo a las puertas”, pero no gustaba lo que se estaba viendo en pantalla: tiempo muerto a 5:52 para el final, con 82-64 (3-5 de parcial). No volvieron los momentos eléctricos, pero Alec “Tarantino” Brown y Brizuela, de tres en tres, liquidaban la “Esperanza mortal” del San Pablo Burgos (93-72 a menos de tres minutos para acabar).

Su afición, eso sí, nos puso los pelos de punta como si esto fuera una peli de terror psicológico, cantando a capella el himno y el resto del WiZink Center se sumó a cantar “Burgos, Burgos”, todos juntos como “Hermanos de sangre”.

Acabó la fiesta con algo de horario infantil, con Adams Sola en pista, y alcanzando “El centenario”, por segunda vez esta temporada en ACB: 100-76. Con este resultado, llegó la décima victoria, para un balance de 10-14.

Nota de prensa Movistar Estudiantes • ACB Photo