Como en el tercer partido, vimos a unos Celtics muy desdibujados fuera de Boston, y unos Cleveland aprovechando la ocasión para pasar de un (2-0) a un (2-2). La receta fue la misma que hace dos días, LeBron liderando, esta vez con 44 puntos, y el resto echando una mano
El partido quedó marcado desde el primer cuarto, donde los Cavaliers pusieron tierra de por medio sin demasiadas complicaciones (18-34). LeBron cuajó un inicio de partido casi perfecto, y encima no estaba solo, con Hill, Thompson sensacional tanto delante como atrás, y Korver anotando desde fuera.
Boston volvía a tener una noche mala en el tiro, un 41% en tiros de dos, y un 32% en triples, y con la sensación que que esto ya lo había vivido hacía poco. Hay que decir en su defensa, que en el resto del encuentro no se dejaron hundir, y con una gran reacción, 35 puntos en el segundo cuarto, al menos conseguían que las distancias fuesen a más (53-68).
Pero poco más, los Cavaliers se encontraron cómodos manteniendo ventajas en torno a los quince puntos, de la mano de un LeBron excepcional, que por momentos hacía lo que le apetecía en la cancha. Partido totalmente controlado hasta el bocinazo final, con maquillaje de resultado incluido.
LeBron terminó con 44 puntos y 5 rebotes, Hill (13 puntos), Thompson doble-doble, con 13 puntos y 12 rebotes, y Korver (14 puntos). Smith (9 puntos) y Love (9 puntos 11 rebotes), aportaron para la causa. Si los demás ayudan al líder, Cavaliers suele ganar.
En Boston, Brown (25 puntos 6 rebotes), Rozier (16 puntos 11 asistencias) bien pero con muchos problemas para parar a LeBron, Tatum (17 puntos), Horford (15 puntos 7 rebotes), y Morris (10 puntos).
La serie tras cuatro partidos, vuelve a Boston, donde los Celtics no saben lo que es perder. Hay mucha final de conferencia Este, mucha tela que cortar.
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