Los Celtics, con 29 triples, acribillan a los Knicks, 109-132

Los Boston Celtics regresaron a la NBA con la misma intensidad que los llevó a ganar el título en junio. En el primer partido de la temporada, dominaron a los New York Knicks 132-109 en el TD Garden, igualando el récord histórico de la liga con 29 triples anotados

Liderados por Jayson Tatum, quien brilló con 37 puntos (incluyendo 8 de 11 en triples) y 10 asistencias, los Celtics impusieron su dominio desde el primer cuarto.

Además de Tatum, Derrick White contribuyó con 24 puntos y 4 triples, mientras que Jaylen Brown sumó 23 puntos y 7 rebotes, también con 5 triples. Jrue Holiday añadió 18 puntos y 4 triples, y el dominicano Al Horford registró 11 puntos, 3 rebotes y 5 asistencias, sumando 3 triples. Boston estuvo imparable desde la línea de tres puntos, manteniendo un porcentaje superior al 60 % hasta el último cuarto, cuando fallaron sus últimos 13 intentos y se quedaron a un paso de establecer un nuevo récord de triples en un solo juego. Al final, compartieron la marca con los Milwaukee Bucks.

Al Horford también ganó su enfrentamiento personal contra su compatriota Karl-Anthony Towns, quien debutó con los Knicks con 12 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias, acertando 5 de sus 9 intentos de campo.

A pesar de que los Knicks tuvieron un porcentaje de acierto notable, con un 55.1 %, no pudieron detener el festival ofensivo de los Celtics. Jalen Brunson lideró a los neoyorquinos con 22 puntos, igualando la actuación de un brillante Miles McBride, que salió desde el banquillo y encestó 4 de sus 5 intentos de tres puntos, finalizando con 8 de 10 en tiros de campo. Mikal Bridges, otra de las nuevas incorporaciones de los Knicks, sumó 16 puntos.

Boston dejó claro desde el primer minuto que sería una noche especial. Tatum inauguró el marcador con un triple, y en los primeros nueve minutos, los Celtics ya habían anotado siete tiros desde el perímetro, logrando una ventaja cómoda de 30-17. Al finalizar el primer cuarto, el equipo sumaba un 59 % de acierto en tiros de campo, adelantándose en el marcador y marcando el ritmo del partido.

McBride fue uno de los pocos jugadores de los Knicks que mantuvo al equipo en juego durante el complicado inicio, pero los Celtics no levantaron el pie del acelerador en ningún momento. Con una ventaja de 24 puntos en el segundo cuarto, Boston se fue al descanso con una sólida ventaja de 74-55, habiendo convertido ya 17 triples.

En el tercer cuarto, bajo la batuta de Tatum y White, los Celtics anotaron 9 triples más, ampliando su ventaja hasta el 111-81. Al final del período, habían encestado 26 de 45 intentos de tres puntos, quedando solo a tres tiros de igualar el récord de la liga.

Con el partido prácticamente decidido, Tatum y White descansaron durante el último cuarto, y Brown solo jugó unos minutos adicionales. Horford fue quien, con un triple a falta de 8:40 para el final, igualó el récord de 29 triples. Sin embargo, los Celtics fallaron sus últimos 13 intentos desde el arco y optaron por no realizar un último disparo en señal de respeto hacia los Knicks.

Antes de la demostración de baloncesto en el parqué, el TD Garden vivió una auténtica fiesta con la celebración del decimoctavo campeonato NBA, obtenido la pasada temporada. En una ceremonia llena de estrellas, con la presencia del comisionado Adam Silver y leyendas de los Celtics como Kevin Garnett, Bob Cousy, Ray Allen y Paul Pierce, Boston elevó su estandarte de campeones. Los jugadores recibieron sus anillos de campeonato en una ovación que destacó especialmente a Horford, Brown y Tatum.