Los Angeles Clippers, con un partidazo de Kawhi Leonard y un gran esfuerzo coral, rompieron el sueño de Luka Doncic, que pese a otra actuación gigantesca (46 puntos, 14 asistencias y 7 rebotes) no pudo evitar la eliminación de los Dallas Mavericks (126-111) en la primera ronda de los playoff (4-3)
El séptimo y definitivo encuentro de la serie más emocionante en lo que va de eliminatorias no decepcionó en absoluto.
Leonard estuvo imperial para los Clippers y acarició el triple-doble con 28 puntos (10 de 15 en tiros), 10 rebotes y 9 asistencias.
La estrella de los angelinos estuvo acompañada de maravilla por Marcus Morris (23 puntos y 5 rebotes) y Paul George (22 puntos, 6 rebotes y 10 asistencias) dentro de un equipo lleno de recursos en el que siete jugadores anotaron más de 10 puntos.
Los Clippers, que sobrevivieron a esta serie tras estar contra las cuerdas por 2-3, tuvieron un gran acierto en los triples (46 %).
También acabaron de rebote con la “maldición” local de esta eliminatoria en la que, hasta hoy, todos los partidos habían acabado con triunfos visitantes.
Los Clippers se medirán a los Utah Jazz en las semifinales de la Conferencia Oeste. Por su parte, Doncic, que por segundo año seguido cae con los Mavericks frente a los Clippers en los playoff, no pudo terminar con una sonrisa una eliminatoria en la que ha dejado actuaciones descomunales y para el recuerdo.
El esloveno fue de más a menos (19 puntos solo en el primer cuarto), lo intentó hasta el final y acabó fundido tras jugar 45 minutos.
Sin embargo, el base no recibió un gran respaldo por parte de sus compañeros y sufrió el terrible porcentaje en los triples de los Mavericks (28 % con 10 de 36).
También la defensa de los de Dallas quedó muy señalada en esta derrota: resulta muy complicado ganar un séptimo partido en playoff cuando encajas 100 puntos en los tres primeros cuartos.
GRAN ARRANQUE DE DONCIC
Los Mavericks confiaron su puesta en escena a la superioridad física de Boban Marjanovic en la pintura, que encontró con facilidad a Kristaps Porzingis en cortes muy francos a canasta.
Pero los Clippers también salieron con las cosas muy claras, dentro de un inicio muy vistoso por ambos equipos, y al dominio de Kawhi Leonard se unió Nicolas Batum con un mate para marcar terreno (16-13 a falta de 6.57).
Ante los cambios de defensa zonal a individual de los tejanos, los angelinos sacaron rédito de la intensidad de su quinteto bajo.
Un mate de Leonard tras contraataque amplió la diferencia pese a los tres triples seguidos marca de la casa de Doncic (31-26 con 3.10 por jugarse).
Al final, el fabuloso primer cuarto del esloveno, con 19 puntos (6 de 7 en tiros) e imparable tanto en penetración como desde el perímetro, le dio la vuelta al marcador (35-38).
La segunda unidad de los Mavericks no mantuvo el ritmo de los titulares y vio cómo los Clippers, con Paul George y Marcus Morris al frente, volvían a coger el timón del encuentro (48-44 a falta de 5.46).
Doncic seguía luciéndose en ataque, pero la defensa de los Mavericks hacía aguas ante la enorme efectividad de los locales.
Además, la figura de los Mavericks se encontraba demasiado solo, salvo por las -esta vez sí- valiosas aportaciones de Porzingis, mientras que en los Clippers daban un importante paso al frente algunos nombres secundarios como Terance Mann o Nicolas Batum (63-54 con 2.24 por disputarse).
Los de Dallas se agarraron a los rebotes (25 por 14 de los Clippers) y a los 29 puntos de Doncic al descanso para disimular su penoso porcentaje en el triple (26 %).
Pero los Clippers se marcharon al vestuario por delante (70-62) tras una fantástica exhibición de puntería en la primera mitad (63 % en tiros de campo y 28 % en triples).
REACCIÓN VISITANTE Y GRAN RESPUESTA LOCAL
Los Mavericks afrontaron la reanudación con muchos deberes por hacer y no perdieron el tiempo: un parcial de 2-10, con Marjanovic y Hardaway Jr. triturando la pasiva defensa de los Clippers, igualó el encuentro en solo dos minutos (72-72).
Los de Dallas culminaron la remontada e incluso lograron un pequeño colchón de 5 puntos, pero un magistral mate de Leonard, que había estado desaparecido en el segundo cuarto, y dos nuevos triples de un extraordinariamente preciso Morris devolvieron el control a los Clippers (86-81 a falta de 5.08).
Doncic se enredaba en errores en el pase y en el tiro que acababan contagiando a todo su conjunto en un cuarto impreciso y errático de los Mavericks.
Todo lo contrario se veía en los Clippers, cada vez más engrasados y compenetrados, que sacaban petróleo de cada contraataque con Leonard dirigiendo la estampida, y que además se beneficiaban de contribuciones tan interesantes como los dos triples seguidos de Luke Kennard para finiquitar el penúltimo cuarto con todo a favor (100-85).
El reloj era el peor enemigo de los Mavericks, que necesitaban urgentemente un cambio radical de la dinámica del partido.
Pero Leonard no solo seguía atormentándoles en defensa sino que, además, consiguió sujetar con su inflexible marcaje a un Doncic entre frustrado y cansado (106-91 con 7.57 por jugarse).
El desacierto en el tiro exterior seguía condenando a los de Dallas, que no bajaron los brazos y que recurrieron a Marjanovic en la zona para su último intento a la desesperada (111-100 a falta de 4.37).
Doncic metió algo de miedo en el cuerpo a los Clippers con 5 puntos seguidos (114-107 con 2.06), pero dos triples de Jackson y Morris cerraron la fiesta por todo lo alto en el Staples Center de Los Ángeles.
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