Los Oklahoma City Thunder dieron este lunes un paso de gigante hacia el título al imponerse por 120-109 a los Indiana Pacers en el quinto partido de las Finales de la NBA 2025. El equipo de Mark Daigneault se adelanta 3-2 en la serie al mejor de siete, colocándose a una sola victoria del anillo, y apoyándose en una actuación coral, feroz en defensa, y liderada por un Jalen Williams histórico y un Shai Gilgeous-Alexander monumental. El Paycom Center volvió a ser un fortín, donde Oklahoma presenta un imponente 10-2 en lo que va de playoffs, con un promedio de +25 en sus victorias y solo tres puntos de margen total en sus dos únicas derrotas
Con la serie igualada 2-2, la historia ya sugería que este quinto partido era mucho más que un encuentro más: 23 de los 31 equipos que se impusieron en esa situación acabaron llevándose el campeonato (74,2 %). En particular, los equipos locales partían con ventaja: tras el triunfo de los Thunder, el balance para los anfitriones en quintos partidos de unas Finales empatadas es ya de 22-10, y 14 de los 21 anteriores ganadores en casa terminaron proclamándose campeones.
Jalen Williams, con solo 24 años, firmó su mejor actuación en unos playoffs y entró en los libros de historia de la franquicia. Anotó 40 puntos —su récord personal en postemporada— y se convirtió en el segundo jugador de los Thunder en alcanzar esa cifra en unas Finales, junto a Russell Westbrook (43 puntos en 2012). También se convirtió en el quinto jugador más joven en la historia de la NBA en sumar al menos 40 tantos en un partido de esta instancia. Solo Magic Johnson (20 años en 1980), Rick Barry (23 años en 1967), el propio Westbrook (23 años en 2012) y Jerry West (23 años en 1962) lo habían logrado antes. Williams promedia 31,0 puntos, 6,3 rebotes y un 50,8 % de acierto en tiros de campo en los últimos tres partidos de la serie, consolidándose como una de las grandes sensaciones de estas Finales.
No menos impresionante fue el rendimiento de Shai Gilgeous-Alexander. El base sumó 31 puntos, igualó su mejor marca de asistencias en playoffs (10) y añadió cuatro tapones, convirtiéndose en el primer jugador desde que existen registros oficiales de tapones (1973-74) que firma al menos 30 puntos, 10 asistencias y 4 tapones en un partido de las Finales. Además, es el primer jugador en la historia de la franquicia en alcanzar 30 tantos y 10 asistencias en un encuentro por el título.
Gilgeous-Alexander ha anotado 162 puntos en esta serie, una cifra que lo coloca como el cuarto jugador con más puntos en sus primeros cinco partidos en unas Finales de la NBA, solo por detrás de Rick Barry (201), Allen Iverson (178) y Dwyane Wade (162). En estos playoffs acumula ya 15 partidos con al menos 30 puntos, igualando a Kobe Bryant (2009) como el segundo jugador con más actuaciones de ese tipo en una postemporada. Solo Michael Jordan (1992) y Hakeem Olajuwon (1995) lo superan, con 16. Además, con su duodécimo partido con 30+ puntos y 5+ asistencias, ha superado a Jordan y LeBron James (ambos con 11) como el jugador con más encuentros así en una misma postemporada.
El dúo formado por Williams y Gilgeous-Alexander firmó una combinación de 40 y 30 puntos respectivamente, algo que en los últimos 40 años solo había ocurrido en dos ocasiones anteriores en unas Finales: LeBron James y Kyrie Irving lo lograron con los Cavaliers en el quinto partido de 2016 y en el cuarto de 2017.
Indiana, que hasta ahora había respondido con victoria tras cada derrota en estos playoffs (5-0), ha perdido dos partidos consecutivos por primera vez desde marzo, cuando encadenó una racha de tres derrotas del 6 al 10. Es además la primera vez en toda la postemporada que los Pacers van por detrás en una eliminatoria. A pesar de la derrota, Pascal Siakam completó una hoja estadística extraordinaria: 28 puntos, seis rebotes, cinco asistencias, tres robos y dos tapones. Desde Kevin Durant en 2017 nadie alcanzaba esos cinco guarismos en un partido de las Finales.
Desde el banquillo, T.J. McConnell fue uno de los grandes agitadores del encuentro para los Pacers. Terminó con 18 puntos, 13 de ellos en un tercer cuarto sobresaliente, el mejor cuarto anotador de su carrera en postemporada.
Por su parte, Alex Caruso volvió a ser una amenaza constante en defensa. El escolta suplente de los Thunder robó cuatro balones y suma ya 42 en estos playoffs, récord absoluto para un jugador de banquillo en una sola postemporada desde que existen datos oficiales (1973-74). Oklahoma City terminó el partido con 15 robos y 12 tapones, siendo el primer equipo que alcanza ambos registros en un partido de las Finales desde que ambas estadísticas son oficiales.
Con esta victoria, Oklahoma City se coloca a un solo paso del anillo. El sexto partido se jugará en Indianápolis, y los Pacers están obligados a reaccionar para forzar el séptimo. Pero el vendaval que protagonizaron anoche Jalen Williams, Shai Gilgeous-Alexander y el resto del bloque de los Thunder deja claro que, más allá de los números históricos, Oklahoma está jugando con la fuerza de un campeón.


CEO de Piratas del Basket
twitter personal: @raainaga
twitter web: @piratasbasket
bsky web: piratasdelbasket.bsky.social
facebook web: Piratas del Basket
mail: redaccion@piratasdelbasket.net